Despierta la «medicina» que hay en tu interior (el retiro)

septiembre 17, 2019

Creo que ha pasado un mes entero desde que desconecté del mundo el miércoles pasado. Han sido seis días que han parecido treinta. No solo en descanso, sino en crecimiento personal, desarrollo emocional, espiritual, intelectual, y hasta incluso físico, en menor medida. Ayer finalizó el retiro transformacional Despierta la Medicina que hay dentro. Una experiencia que ha llegado, al menos para mí, en el mejor momento posible.

Acabo estos cinco días, como decía, con la sensación, de haber dedicado treinta días al cuidado, potenciación, reparación, optimización y equilibrio de mi alto rendimiento holístico. Todo ello gracias a Natasja Pelgrom y su equipo formado por Sven Kimenai, Nienke Pauw, Aloka H. y Jody Kay – puedes encontrar más sobre el resto de equipo y el programa aquí (en Inglés).

Un retiro transformacional

Tú eres la medicina, la medicina está en ti - retiro transformacional - Natasja Pelgrom

A continuación voy a compartir contigo algunos de los aprendizajes, descubrimientos, prácticas y conclusiones más destacadas que me llevo de este retiro transformacional y experiencia vital impactante. Más abajo encontrarás un vídeo que he grabado explicando la vivencia un poco más en profundidad.

He dividido el “informe” de este experimento/experiencia/retiro transformacional en cuatro fases:

1. Aprendizajes

He aprendido que…

Crecer es escuchar.
Nosotros somos la medicina, para nosotros mismos y para otros, porque la medicina está en nuestro interior.
Para de buscar y empieza a ser.
Deshazte de toda identidad que cree preferencias, aversiones y ansias, porque nada de ello te permitirá progresar hacia el potencial verdadero.
Cuando quieras progresar, pregúntate: primero, ¿qué quieres dejar marchar? Segundo, ¿qué quieres invitar a entrar? Tercero, ¿qué vas a aportar para que así sea?
Si vamos a un nivel fundamental, somos vibraciones.
Somos imparables por naturaleza, por pura esencia. Aunque pensemos que no. Estamos preparados para todo, así lo demuestra la historia individual de cada uno.
Sentir pena, tristeza o dolor por otros no me pertenece, no es algo mío. No es mi pena, es mi trabajo ser impermeable a ello.
Puedo ser más ecuánime haciendo lo que nace dentro de mí.
Poner la mano en el corazón y sonreír cuando no quieres hablar y deseas permanecer en silencio.
A interiorizar el dolor y sufrimiento femenino que no puedo cambiar o arreglar, y entender eso mismo, que por mucho que quiera, no puedo controlarlo ni solucionarlo.
A desatarme emocionalmente y sacar todo lo que hay dentro sin reparo alguno.
Llegar a un nuevo nivel, más extremo, rendición, sentir literalmente que has muerto y que has dejado de respirar.
Las personas están tan rotas como lo estamos tú o yo, nada más y nada menos.
Nada es lo que parece, es mejor tomar unos pasos atrás antes de sacar conclusiones.
La mejor preparación es no tener expectativas.
Las mejores citas célebres son las de nuestra propia vida.
Date cuenta de tu propia narrativa y cómo se afecta tu relación con otras personas y el mundo: hay un ciclo vicioso dentro de nuestra percepción.
Compartir no es dar consejos, y viceversa.
Debo abrirme a recibir y explicar a la gente que me importa (equipo, familia, socios, amigos, pareja) la necesidad y querer de recibir tanto como dar.
Realizar una más estructurada integración de las experiencias vitales por las que paso.
Un retiro es algo necesario cada cierto tiempo, entre cuatro y seis meses.

2. Descubrimientos

He descubierto que…

Me siento más que bien con las creencias limitantes que pueda poseer.
Soy mi mejor arma a favor de mi mismo y mi peor arma contra mi mismo.
Siento un gran bienestar y tranquilidad con cómo me siento, lo que hago, lo que necesito, y todo lo que no.
Estoy donde necesito estar, hago lo que necesito hacer y recorro el camino que necesito recorrer.
Cuando estás en soledad, en quietud y en silencio, poco a poco entras en paz, externa e interna después. Es entonces cuando realmente te estás respetando a ti y a todo lo demás. Por eso entras en estado de tranquilidad y sosiego.
Llega un momento que no es necesario abrir o buscar más, solo tener lo que ya tienes, ser lo que ya eres, aplicar lo que sabes, hacer lo que haces. Es solidez, no búsqueda.
Me preocupo por que las personas vean y se den cuenta de fascinante que es vivir, de que cualquier persona con la que entro en contacto sepa la oportunidad tan grande que es vivir, y que muy a menudo malgastamos.
Debo cerrar tres conversaciones que llevan años pendientes de cerrar.
Estoy bastante tiempo en mi mente, pero me da igual porque es lo que estoy haciendo y así siento que es como debe ser, porque no es en la mente anuladora donde paso el tiempo, sino en la razón, en la mente virtuosa.
La última forma de rendición es estar dispuesto a dejar de respirar.
Tomo este tipo de experiencias, retiros, ceremonias o experimentos, muy en serio, tanto o más que el trabajo. Lo respeto, porque es algo sagrado, es un gran ritual que del ser tratado como tal.
Revivido recuerdos de pequeño, y memorias con mi abuelo que no recordaba.
Es la conexión con tu parte de niño lo que te conecta a todo.
Las respiraciones pueden ayudarte a alcanzar un estado de conciencia alterada tan o más grande que los psicodélicos.
Si trabajas para ello, puedes romperte emocionalmente, solo tienes que saber cómo seguir rompiéndote más para llegar a sacar todo lo que puede estar condicionándote.
El ego se disuelve, sí, pero no para siempre, porque nosotros somos el ego, siempre aparecerá, quizá con menos frecuencia y prominencia, pero siempre estará, solo hay que darle la bienvenida, y entonces anularlo.
Ni necesito de parar de luchar, ni necesito dejar de luchar, solo necesito continuar haciendo lo que hago. Tal y como lo hago, sin cambiar nada.
No lucho por no morir, o por vivir más, sino por sobrevivir, un matiz diferente.
Me excita la vida tal y como se presenta.
El precio que pagamos por nuestra especialización (o pasión, o propósito) se llama ignorancia y desconexión del mundo que hay a nuestro alcance.
Vivir tan intensamente desde los 24 años que he olvidado una gran parte de mi niñez (en breve empiezo un proyecto para recuperarla)

3. Prácticas destacadas

Bailes chamánicos para liberar tensiones, emociones y cargas innecesarias, tanto internas como externas en partes del cuerpo.
Terapia de sonido y movimiento para conectar con nuestro interior.
Trabajo en eliminar creencias limitantes.
Respiraciones holotrópicas que te hacen llegar a un estado de trance absoluto (para mí, la práctica más fascinante de todo el programa)
Descarga, activación y alivio del diafragma vía movimiento, respiraciones y sonidos.
Ceremonias del Sapo Bufo Alvarius: dos experiencias trascendentales que me han ayudado a asfaltar mi camino, mis valores, mi forma de ser y han ensalzado espíritu y emociones.
Ceremonia del Cacao: un espacio para cuidar el cuerpo y el corazón, apertura y gentileza.
Sesiones de integración/coaching para el ahora y el mañana después del retiro.
Respiraciones de poder.
Guionizar tu presente – y posible futuro.
Alimentación de alto rendimiento diseñada para maximizar el impacto de cada uno de los días dentro del retiro transformacional.

4. Conclusiones

Después del retiro transformacional me quedo con…

El trabajo que Natasja y su equipo hacen es de otro mundo, algo necesario para el 100% de las personas que vivimos en este planeta. Ojalá puedas pasar por sus manos en alguno de sus retiros o sesiones de mentoring.
Reafirmación y situación absoluta: solo tengo que continuar con lo que estoy haciendo (y voy a hacer). Decir lo que estoy diciendo. Sentir lo que estoy sintiendo. Pensar lo que estoy pensando. Ser lo que estoy sintiendo. Aceptación radical de lo que ya soy, consistencia, autodisciplina, autoconsciencia, integridad y coherencia. Ese es mi camino.
No vale solo con los desafíos físicos, hay que ir a por los intelectuales, a por los emocionales y a por los espirituales.
El fin no es mejorar (o empeorar), la clave es ser neutral.