Seis años

No hay porque esperar a 31 de diciembre para hacer balance de todo lo sucedido, eso simplemente te aleja de la realidad y de disfrutar de lo que estás haciendo en este preciso momento. Ya sabes lo que hay frente a tu nariz.

  • Vivir muy intensamente.
  • Llorar de emoción, alegría y tristeza.
  • Perderte un mes en India sin mapa, ni conexión con el mundo.
  • Explorar la curiosidad.
  • Volverse loco.
  • Ir a por todas de todas.
  • Hacer lo que tengas que hacer sin importar nada más que hacerlo, espléndido.
  • Seguir mirando a tu alrededor como como un ignorante.
  • Participar en TEDx.
  • Cambiar la TV por TED.com.
  • Ironman UK.
  • Ultraman UK.
  • Perder la cabeza por alguien, una chica en este caso.
  • Ser consciente de mente.
  • Seguir descubriendo el significado de la vida, el insignificante.
  • Viajar por toda Latinoamérica.
  • Aparecer en Coachella sin entradas.
  • Quedarte a las puertas de Burning Man porque tienes que hacer un Ultraman.
  • Disfrutar de tus abuelos, reír con ellos.
  • Rechazar la negatividad.
  • Abrazar lo incierto.
  • Bailar con la complejidad.
  • Creer en las personas.
  • Cambiar la historia, unas cuantas veces.
  • Cantar, desafinando también vale.
  • Re-inventarte las veces que sea necesario, las que sea.
  • Trabajar día y noche, y día y noche, y día noche, y sigue, sigue, sigue, sigue, sigue.
  • Robar besos.
  • Contar la historia que tienes en tu cabeza, la que te aterroriza.
  • Alzar la voz.
  • Ilusionarte con cada fragmento que te muestra la vida.
  • Sentir esa energía que parece nunca acabar.
  • Perder los papeles.
  • Emocionarte viendo una película.
  • Saltar bien alto, hasta tocar las estrellas.
  • Hablar de todo y de nada.
  • Beber champagne, la tenía que colar como fuera.
  • Bailar hasta el amanecer – o hasta el anochecer.
  • Reconocer sueños y materializarlos.
  • Seguir produciendo sonrisas.
  • Ignorar a todo el mundo.
  • Decir no.
  • Viajar a cada rincón del mundo.
  • Hacer que algo suceda.
  • Ser profundamente fascinante.
  • Abrazar más.
  • Vivir sin retos.
  • Compartir todo con todos.
  • Crear cambio que cambie.
  • Olvidarte las llaves de casa dentro de casa.
  • Perder el coche y pensar que te lo han robado-
  • Ir a más afterpartys.
  • Acostarte de día.
  • Dejarte la vergüenza en casita.
  • Arriesgar por lo que podría no ser.
  • Hacer locuras – que no estupideces.
  • Bloggear.
  • Surfear.
  • Dibujar el mapa.
  • Esforzarte por llegar donde nunca antes habías llegado.
  • Fallar mucho.
  • Experimentar.
  • Preguntar hasta la saciedad.
  • No necesitar permiso ni re-afirmación.
  • Retar a «los de arriba».
  • No demostrar que si se puede lograr, sólo lograrlo.
  • Intentar diferente.
  • Ser impaciente.
  • Escribir un libro.
  • Lanzar proyectos a menudo.
  • Equipar a otros.
  • Seguir siendo tú.
  • Liderar.
  • Crear y buscar propósito.
  • Donar toda tu energía a la causa por la que morirías.

Acaban de pasar 6 años de golpe. ¿Esperar a que venga el próximo segundo para hacer que algo de esto suceda? ¿vivir de año en año? No hablarás en serio.

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