Si ayer decidiste trabajar en ser un profesional más determinado, especializado y contundente. Casi seguro, hoy no solo serás esa clase de profesional, sino que te habrás llevado algunas cuantas habilidades más.
Si hoy centras tu energías en trabajar por ser una persona empática, consciente, autodisciplina y vulnerable. Mañana probablemente no solo serás esa clase de persona, sino que además habrás ganado en experiencias vitales.
Incluso si no has conseguido los propósitos marcados pero te empleaste a fondo. Intentaste materializar lo que soñaste pero fracasaste. Permaneces en medio de una batalla campal con tu propia mente. Resistes a bajar los brazos y cada día te mueves, inicias y accionas. Si hiciste esto, de una manera u otra, has triunfado.
Quizá decidiste optar por este tipo de estrategias. Enhorabuena, ya estás doce pasos por delante del 95 por cien del mundo.
Imagínate que tu ídolo (coloca el nombre de quien desees) tuviera miedo de fracasar. Nunca lo hubiera intentado.
Piensa en tu mayor icono (quien sea, coloca aquí el nombre), ¿y si hubiera prestado atención a las críticas? La magia nunca hubiera sucedido.
El 5 por cien
Aquí viene aquello que lo cambia todo: cuando…
- Solo rindes cuentas a la excelencia y entregas lo mejor que tienes.
- Fallar útilmente es algo que tienes que claro que va a pasar casi a diario.
- Te enamoras de intentar cosas de forma distinta.
- El trabajo que haces está diseñado para aportar utilidad.
- Realizas por lo menos una acción al día que va encaminada a tus objetivos / sueños.
- Desarrollas tus aprendizajes en base a tus debilidades.
- Lo negativo solo sirve para potenciarte más.
- Conviertes tus miedos en ventajas diferenciales.
- Tu foco queda fijado en enriquecer tu intelecto, físico, emociones y espíritu.
- Aceptas tu virtuosidad.
- Aprecias lo invisible.
Es cuando formas parte del 5 por cien que llegará a cambiar el significado de lo que el 99 por cien podrá crear, conseguir y vivir.
Solo un 5 por cien intenta trabajar menos, producir más y vivir mejor hasta convertirlo en realidad.
Hay solo un 5 por cien que practica a diario la autodisciplina, la autoconsciencia y una iniciativa descomunal. Hasta reinventarse.
Solo un 5 por cien continúan perdiendo y fallando hasta que un día tienen éxito.
Hay solo un 5 por cien de personas que arriesgan aunque pudiera perder el 90% de todo lo que tienen.
Todo esto (y más) no quiere decir que debas actuar como el 5 por cien, quiere decir que no puedes comprarte como el 95 por cien restante.
Photo credit: Robert Worstell.