Algún día te darás cuenta de que estás en problemas. Te darás cuenta de que no eras quien pensabas que eras, te darás cuenta de que no eras lo bueno que creías que eras. Aprenderás que eres mediocre. Reconocerás que estás roto. Fantástico, cuanto más pronto llegues a cualquiera de estas conclusiones (o a todas juntas) más pronto empezarás a mejorar.
Algún día te darás cuenta de que tienes sobrepeso y apenas puedes moverte del sofá o de la silla de la oficina. Ese es el día que despertarás, te levantarás y empezarás a cambiar tus hábitos saludables. Hay dos motivantes para el comportamiento humano: recompensa o dolor.
Algún día sabrás que esforzarse no va sobre trabajar más, sino trabajar mejor. Es estar dispuesta a abandonar algo, quizá importante, para obtener algo más grande. Algún día conocerás que las personas que más marcaron la diferencia siguieron mientras tú estabas de fiesta. Respondieron mientras tú estabas de vacaciones. Lanzaron mientras tú hacías la siesta. La paradoja es que no se privaron de ninguno de esos lujos tampoco.
Un día vivirás el sueño que ansías si no paras de intentarlo. Sin embargo, si te pasas el día leyendo revistas, viendo la televisión, frecuentando lugares de moda o viendo vídeos en Youtube, nunca vivirás nada interesante. No hay tiempo para descansos, todavía, si esperas tener un gran negocio, optar a un alto puesto directivo, ser dueño de tu tiempo o ser una artista revalorizada. Necesitas estar en el campo de batalla, no en las gradas. ¿Lo entiendes?
Pensarás ¿qué hay de vivir la vida? Y yo te diré ¿qué hay de no vivir la vida porque no ganaste los recursos necesarios para vivirla? Resuelve lo que tienes que resolver.
Muchos deciden que van a hacer cosas grandes, pero antes, establecen que van a irse de vacaciones a una preciosa isla llamada la «isla algún día». De acorde a mi propia estimación, más de un 80% de las personas viven en esa isla. Algún día desarrollaré mi talento. Algún día empezaré a ejercitarme. O estudiaré lo que me apasiona. Algún día dejaré este trabajo que tanto me desgasta. Algún día dejaré de gastar con mi tarjeta de crédito. Viviré mejor. Si quieres lograrlo, es simple, sal de esa isla tan pronto como puedas.
Deja atrás esa isla y haz lo que tengas que hacer. Algún día te quedarás sin días.
Atribución imagen: Thomas Hawk.
3 comentarios
Magistral.
Muy bueno, quien diría que en estos momentos aplicando precisamente lo que compartes, me va mejor, no lo digo económicamente porque se que eso va a llegar con lo que estoy logrando emocionalmente. Despertar de ese letargo es realmente gratificante, desafortunadamente tuve que perder mucho para darme cuenta que estaba atado, estaba dormido, pero bueno, llegó ese momento antes que después. Es la primera vez que te leo y me agradó este post. saludos desde México.
Arturo, esa es la recompensa a tu esfuerzo, nunca es tarde, enhorabuena. Seguimos.