Quiero animar a cualquier persona que lea esto a lanzarse a por cualquier cosa, atravesar el dolor de abandonar o fracasar, a involucrarse en lo imposible, a persistir ante lo inconcebible. Va sobre no abandonar.
Esto es para ti:
Quizá hayas perdido.
Es posible que haya un desafío demasiado grande para ti.
A lo mejor no consigues salir de una depresión.
Posiblemente puedas accionar el sueño de tu vida, pero ahí está, esperando año tras año.
Quizá estás al borde de dejarlo, de abandonar, de no insistir más, de no perseverar.
Soy consciente de que, quizá, tu matrimonio podría estar acabándose contra tu voluntad. Hijos que te apartan de su vida. Un padre que te maltrata, un familiar que te increpa.
Quizá estés lidiando a diario con la ansiedad.
Sé que sabes qué es estar en un lugar oscuro, en un lugar solitario, en un lugar donde parece que no vas a salir de ahí.
Quieres abandonar (de la forma que sea), la presión es aplastante y las personas esperan lo mejor de ti, pero tú solo puedes dar lo peor.
No abandonar, sino empujar más todavía
Ese es el gran momento de elegir continuar.
Hace unos días terminó la prueba de ultra-resistencia más exigente que he realizado. Fue este pasado jueves, viernes, sábado y domingo, dónde tuve que lidiar con más de 480 kilómetros de ciclismo, 10 de natación, 72 de carrera, meditación cuando no me apetecía, Tai Chi cuando estaba sin energías, yoga cuando no podía mover las piernas y sortear cualquier tipo de adversidad e inclemencia que la vida me arrojara. ¿Cuál fue mi respuesta a todo eso y a lo que me dejo? Atravesar lo que fuese necesario atravesar, sin razón y con ella. Eso fue lo que me hizo llegar a hoy, esta es quizá la historia de mi vida, seguir, a muerte, cuando es más fácil dejarlo y mirar para otro lado.
Y ahora ¿cuál va a ser tu respuesta?
¿Vas a quedarte en el suelo o vas a levantarte? ¿Vas a seguir sentado o vas a empujar?
Sea cual sea el camino que recorres, sigue andando, corriendo, acelerando o gateando.
Es la adversidad lo que crea el momento perfecto para la audacia, porque lo que de verdad te define, es aquello que sale de ti cuando te golpea el infortunio o la desdicha.
Recuerda esto, cuando la vida te exprime y toda la presión está en ti… Pregúntate: «¿Qué es lo que hay en mí?»
2 comentarios
Gracias por este post. Me ha encantado. Creo que cualquier persona se siente identificada con tus ejemplos.
Alegre de que así sea, estamos conectados Rosa.