Esta historia va sobre impacto positivo, autosuficiencia, rendimiento máximo, iniciativa y autodeterminación. Es una historia que relata mi última aventura extrema. Creo que el epicentro de todo es llegar a inculcar una actitud imparable.
Una historia de autodeterminación
Este año, después de la carrera solidaria que realicé de Ciudad del Cabo al desierto de Tankwa Karoo (333 kilómetros en ayuno repartidos en bicicleta de carretera y de montaña). Después del éxito tanto a nivel benéfico, sobrepasamos el 100% de la recaudación, como a nivel rendimiento, en plena forma física, mental, emocional y espiritual al acabar. Cuando pasó todo eso y como sabía que iba a asistir a Burning Man este mismo año, decidí preparar, junto a Bridges for Music y Valentino, un nuevo desafío social. Pensamos en realizar todos juntos la distancia que separaba el Lago Tahoe de la ciudad Black Rock, como unos 270 kilómetros. La idea era hacer una convocatoria y embarcarnos en un reto benéfico en grupo. Por motivos de timing, planificación y recursos la iniciativa falló y se suspendió.
En cambio, mi espíritu y mi mente ya habían empezado a visualizar y construir. Y sé por experiencia, que una vez esto había empezado, sabía que iba a ir adelante contra todo pronóstico, nada iba a detenerme. Quería, como cada día, ir un paso más allá, hacer algo que no hubiera hecho antes, y si pudiera ser, algo 10 veces más grande que yo.
Después del primer Burning Man Quest en 2014 (desde San Francisco a Burning Man, 53 horas sin dormir en bici, nadando y corriendo), pues tenía que inventar algo que me desafiara. En un principio pensé en recorrer la distancia que separa Los Ángeles de Black Rock City en bicicleta, con Valentino. Cuando faltaba un mes Valentino no pudo sumarse, entonces me lancé a hacerlo por mi cuenta. Lo que quiere decir; sin un equipo de seguimiento, sin recursos externos, sin ayudas o apoyo de ninguna clase. Valiéndome de lo que yo pudiera llevar conmigo mismo, eso y nada más. Bueno, y todas las provisiones (comida, bebida, ropa…) que llevaron entre Elena, Juan y Andrew a Burning Man. Aunque eso ya es otra historia.
Visualizado, pensado (lo justo), dicho y hecho. El domingo 19 de agosto a las 13h salía desde Hollywood para cubrir los 910 kilómetros que separaban una ciudad de otra. Sabía que iba a ser una aventura extrema, pero no tan desafiante, retadora, impredecible y sobrecogedora. Una gran oportunidad para poner a prueba mi mentalidad. Además de una actitud imparable y todo lo que he trabajado en lograr el más alto rendimiento posible. El objetivo no era sino encontrar nuevos inputs (hacks) que me ayudarán a mejorar y crecer exponencialmente. Todo al mismo tiempo que recaudaba fondos para la causa social que defendía en esta ocasión, educación en los barrios marginales de Langa.
Deseo que te ayude a crear una actitud imparable, que lo disfrutes, lo aproveches y lo absorbas tanto o más como lo he hecho yo.