El problema de evitar fallar es que te alejas de aprender a fallar, nunca conseguirás aprender nada valioso. Lo cual te llevará, probablemente, a cometer más fallos todavía… Más importantes, más críticos y más desastrosos. Es un círculo vicioso que no acaba nunca, bueno sí, cuando has fracasado innumerables veces.
Aprender a fallar útilmente es la clave
Ahora, compara esta idea con lo que la educación (institucional y familiar) actual promueve… tienes que acertar todas las respuestas, sacar las mejores notas en los trabajos y exámenes. Si fracasas, aunque sea una vez, dirán que eres un fracasado, serás un fracasado durante toda tu vida. Si aciertas serás el mejor, el más exitoso y el más popular. Este es el cuento que generación tras generación hemos escuchado. Compáralo también con las grandes empresas y agencias…. Culturas empresariales que no admiten el error o el fallo, a la mínima estás despedido/a. El fracaso te castiga. Una victoria te promociona. Hay mucha ansiedad en estudiantes y trabajadores que respiran estas culturas.
Ahora contrasta esta idea con lo que hacen algunas grandes empresas, instituciones, familias y/o equipos… esas personas que están cambiando el juego, sus productos, sus resultados, sus modelos de negocios, sus perspectivas, ponle el nombre que desees.
Todos ellos saben que es esencial cometer fallos, por defecto.
Con la excepción de que cuenta con ese fracaso antes de que ocurra. Y aprenden del error después de que ocurra.
Las buenas noticias son, que no necesitas ser una gran persona o gran empresa para aprender esta lección. Las malas noticias, que duele demasiado no aprender la lección rápido.
Ve, exponte al riesgo, falla, pero hazlo muy rápido. Entra al juego de aprender a fallar tan profundamente como puedas. Nunca es tarde para saber cómo fracasar y llevarte bien con no hacerlo bien, ese es el camino hacia el éxito.
Atribución imagen: Charlie Abad Estudio.