Porque el mapa es el regalo.

Se cumplen seis meses desde que dejara España, donde hoy aterrizo de nuevo. Parece que han pasado 18 meses, he vivido tantas experiencias que mi mente todavía sigue procesándolas, no he podido absorberlas todas.

Rompiéndome en pedazos como nunca antes me había roto, y eso que me he roto innumerables veces.

Mi corazón ha vibrado al mismo tiempo que se ha removido.

Conociendo el lugar más oscuro y el más brillante, casi simultáneamente.

Saliendo a la superficie cosas que ni siquiera sabía que habitaban en mí.

Descubriendo una clase de amor que me ha hecho temblar.

Explorando una nueva dimensión de la vulnerabilidad humana con auténticos desconocidos.

Encontrando momentos de paz y tranquilidad absoluta.

Practicando la apertura más digna y sincera que jamás he practicado con alguien.

Visualizando mi camino, mi propósito, mi misión y mi don.

Entrenando la compasión, la empatía y la generosidad.

Reinventando parte de mis servicios y oferta.

Bailando con la incomodidad y viendo en ella la iluminación necesaria para trascender.

El mapa es el regalo

Estas últimas semanas he estado rodeado de mis amigos, he conocido a personas increíbles, me he dado cuenta de la importancia de las mujeres en mi vida. He aceptado lo que rechazaba, lo he abrazado y lo he amado. También he visto con más claridad el camino que ya veía desde hace tiempo, he tomado decisiones que tenía que tomar, he sido lo que tenía que ser, he perdonado a quien tenía que perdonar (a mí mismo). Me he confesado con quien me tenía que confesar (conmigo mismo), he dejado marchar muchas cosas que antes no dejaba ir, he soltado una buena parte de las cadenas de mi vida.

He observado, he contemplado y he visto con nitidez cuál es el único camino.

Sigue sin existir un mapa que sea cierto. Y si lo existiera, lo navegamos a ciegas por las rutas inexploradas de nuestra vida.

Ahora voy a tomar unas semanas para descansar, integrar y procesar toda lo vivido, disfrutar de amigos y familia, hacer menos y seguir tal y como sigo. Al mismo tiempo iré desescalando mi vida para acabar de dar forma al plan maestro y empezar la gran desconexión a finales de junio.

Gracias por acompañarme en este viaje.

El mapa es el regalo, ¿eres capaz de ver lo que tiene reservado para ti?