Es que pensamos que triunfar es la clave…
La mayoría de las personas tambalean.
Incluso las personas que triunfan.
Es muy pero que muy común quedarse estancados para esas personas que están triunfando.
Piensa sobre algunos de tus deportistas favoritos, autores preferidos, o actores icónicos. Músicos, emprendedores, incluso empresas.
En algún momento, cada uno de ellos, han dejado de ser innovadores, divertidos y creativos.
Todos tenemos esa banda de música que amamos, cuyo primer álbum fue el mejor. A partir de entonces, una vez triunfaron y fueron famosos, pasaron a ser dóciles y predecibles.
Lo mismo sucede con los mejores chefs del mundo.
Una vez que un restaurante es reconocido como uno de los mejores, éstos empiezan a introducir menos mejoras e innovaciones en los menús.
Una vez que algo funciona, es difícil empezar desde cero.
En términos psicológicos, tu motivación puede pasar de orientado al enfoque a orientado a la evasión.
Específicamente, todas las metas son defensivas u ofensivas.
Si buscas avanzar en tu profesión actual, estás «enfocado».
Si buscas mantener tu posición laboral, o evitar que algo malo suceda, estás «evitando».
Cuando enfocas, estás menos preocupado sobre los riesgos y más centrado en las recompensas. Estás dispuesto a tomar riesgos. Dispuesto a fracasar.
Estás siendo empujado hacia delante.
Cuando estás evitando, estás menos preocupado por las recompensas y más centrado en los riesgos. Entonces, aparece el deseo por enfrentar esos riesgos.
Lo que sucede es que estás tratando de protegerte de cualquier problema que pueda surgir en tu camino.
Reinventar es triunfar, atacar es triunfar
He visto esto tantas veces, en proyectos, en clientes, en familia, amigos y en mí mismo. Esta fue una de las razones por las cuales he decidido lanzarme a buscar el rechazo y fracaso durante 200 días consecutivos.
Piénsalo, puedes verlo en tu trabajo. Te vuelves más conservador.
Empiezas a depositar menos intentos ideológicos en tu tarea. Por lo tanto, tu trabajo se vuelve más convencional. Obviamente calculado y menos inspirador e intuitivo.
Cuando empiezas a triunfar, tu enfoque puede cambiar de POR QUÉ a QUÉ. En lugar de operar desde tu esencia, lo que haces es intentar mantener ese estado triunfante. El tan perjudicial éxito.
Así es cómo acabamos encallados.
Así es cómo acabamos confundidos y perdemos nuestra identidad.
¿Estás en la defensa o en el ataque?
¿Enfocas o evitas?
¿Estás llegando a ser la persona que quieres ser? ¿O sigues enganchado a la persona que piensas que eres?
Imagen atribución: Rui Kuroki.