¿Puedes ver las paredes que te limitan? ¿Eres consciente sobre todo lo que llevas en la mochila cargada a la espalda? ¿Te das cuenta de cómo te minimzas a ti mismo? ¿Escuchas el susurro en la oreja derecha?
El momento en el que estás ahora mismo, no define tu destino. Dime algo:
- ¿Fuiste creado para ser enjaulado?
- ¿Para estar deprimido?
- ¿Para ser ser derrotado?
- ¿Y para sentirte apenado por ti mismo?
- ¿Para estar roto y perdido?
- ¿Para estar enfermo?
No. Tienes que darte cuenta de que hay algo importante dentro de ti que necesitas manifestar en este mundo. Todo se reduce a esta pregunta ¿cuáles son esas paredes invisibles que te están encapsulando en una prisión? Mientras no respondas a esta pregunta, seguirás adoctrinándote con “no puedo levantarme”, “no sé que me pasa” o «es demasiado para mí».
Esto por lo que estás pasando ahora mismo, es un momento de descubrimiento fabuloso.
Ese maldito – o bendito – susurro
Hay algo más allá de todo lo malo que puede suceder. Cada vez que mi susurro me dice “no puedes”, “no lograrás superarlo”, “vas a perder los nervios”, “perderás tu cabeza”, “morirás tal y como _________ murió” o algo parecido, cuando me doy cuenta de esto. Tomo la palabra y converso con ese sabio susurro y lo acepto.
Entonces el susurro se alinea contigo, y cambia la narrativa por la de: «sigue intentándolo, aprieta los dientes, esfuérzate, merece la pena”.
¿Escuchas a tu consciencia cuando te susurra que te dejes llevar? ¿Escuchas el susurro del miedo cuando te dice que no arriesgues? ¿Prestas atención a la razón, a la intuición o al instinto? ¿Eres de corazón o cabeza? ¿Has sentido alguna vez el calor de unas palabras que llegan desde tu interior?
Llega el susurro
¿Escuchas el susurro de tu excelencia cuando te dice que estás actuando de forma mediocre? ¿Eres auténtico sobre la mentira que a diario te cuentas a ti mismo/a? ¿Escuchas el susurro de la muerte que toca a tu puerta amenazando con que algún día será el último? ¿Sientes el susurro de una vida que pide más acción, más dignidad y más generosidad? ¿Escuchas el susurro de las personas que te necesitan pero no te lo dicen? ¿Escuchas el susurro de las cosas que debes hacer por que las sientes y no tienes que hacerlas porque has sido designado para ellas?
La cuestión no es escuchar el susurro, eso podría ser sencillo. La cuestión es saber si hacerle caso o no, y en caso positivo, qué vas a hacer entonces cuando sepas que te dice.
Atribución imagen: Kevin T. Quinn.
2 comentarios
Exacto Isra, lo importante es qué hacemos con el susurro que nos dice que no puede ser, que es imposible, mientras el corazón dice todo lo contrario. De nosotros depende, siempre decidimos, lo bonito es ser conscientes de lo que nos mueve, de nuestras prioridades, anhelos, miedos y rechazos. Eso es lo que hace que la vida sea tan fantástica. Un abrazo.
Ese bendito susurro, seguido de nuestra capacidad de actuar Montse.