Nunca volverás a lo que eras, serás lo que eres. Eso te hará elegible para realizar el trabajo digno.
Usarás algo de tiempo cada día tratando de ser más sabio que cuando despertaste.
Llevarás a cabo tus responsabilidades de manera fiel y excelente.
Progresarás paso a paso pero en lapsos rápidos, crearás disciplina al prepararte para esos lapsos.
Te esforzarás pulgada por pulgada cada día.
Un día harás algo que encenderá una luz, abrirá una puerta o creará una conexión.
Nada es tan perfecto como habíamos imaginado. Aunque muchas cosas serán mejor de lo que imaginamos.
Las decisiones serán tomadas. Los riesgos serán corridos. Los fallos serán cometidos. El aprendizaje será latente.
Ese proyecto sin resultados en el que has estado trabajando durante tiempo, empezará a retribuirte de formas que no esperabas. Si estás dispuesto a ver esas oportunidades.
Empezarás algo. Y abandonarás algo.
Ese hábito inútil que ni siquiera disfrutas seguirá siendo inútil.
Seguirás, con mucha posibilidad, sin descubrir el talento que te hace sobresalir.
Esa persona tóxica que crees que tanto te aporta y quieres seguirá restándote.
Las reuniones, el teléfono, las redes sociales y el whatsapp, siguen siendo tu mayor problema.
El email es tu aliado, no tu enemigo, cambia el chip.
Esa costosa mentalidad negativa te está costando años de auto-saboteamiento. Esa es la razón por la cual sientes que no avanzas.
Olvidaremos que todo va sobre la auto-disciplina, auto-consciencia y la iniciativa. No importa, lo aprenderemos a la fuerza.
Ignoraremos los momentos difíciles, pero vendrán más.
El trabajo digno sobresaldrá
Si al final del día si lo has hecho lo suficientemente bien, tú lo sabrás y la gente de tu alrededor también. Ambos recibiréis lo que os merecéis. Es es el trabajo digno, y honesto. El trabajo de los agentes del cambio.
Nota: penúltimo día de desconexión en Afrika Burn – este es un post programado días antes.
Photo credit: txarli san.