Es normal que la propia vida te desvíe de tu viaje personal. Incluso aunque estés en marcha, incluso aunque estés parado. Vas a desviarte, seguro.
Decimos que estamos viajando pero no estamos viajando, solo estamos moviéndonos de un lado a otro pensando que estamos viendo el mundo.
Presumimos de que vivimos experiencias increíbles pero no es cierto, solo estamos mostrando vía Instagram/Facebook/Youtube que estamos viviendo experiencias delirantes.
Fardamos de que somos felices, pero adivina qué, ¿lo somos? dímelo tú, pregúntale a la voz en tu cabeza. Proclamamos a los cuatro vientos cómo de contentos, plenos, alegres y satisfechos estamos, pero lo, en casa, en las sombras, la realidad es otra.
Demostramos que somos personas exitosas, de diferentes maneras. Sin embargo, la soledad nos engullen, necesitamos estar rodeados, comunicando, compartiendo, mostrando, aparentando. ¿Es eso el éxito? Interesante.
El viaje personal es como es
Estás en un viaje, hay estrés, hay ansiedad, hay diversión, hay júbilo, hay expectativas, hay sorpresas, hay obstáculos, hay turbos. Al final, acabarás siendo una persona diferente. Pero todos estos elementos son parte del acuerdo.
Hay muchas experiencias, viajes, trabajos, que no conllevan elementos «perjudiciales». Te llevan donde quieres ir, con poca sorpresa o decepción. Puedes llamarlo transporte público, una serie de televisión o redes sociales.
Ah, y el el viaje personal hay un montón de estrés, ansiedad y depresión que viaja libremente. Qué desperdicio.
Podemos crecer más allá de todo esto, lograr más que todo eso y contribuir mucho más mientras «viajamos». Aunque, para hacerlo, necesitamos dar la bienvenida a lo que venga, sea lo que sea, y echarnos a un lado para ver cómo esto sucede.
Cuando lo haces puedes ver con perspectiva y entonces actuar con criterio.
Desconectar para conectar
Eso es justo lo que voy a hacer hoy mismo, corregir desviaciones, alinear lo vital, reconectar conmigo mismo… Desconectar del mundo durante ocho días, en el desierto de Tankwa Karoo, en Afrika Burn. No Internet, no artículos, no vídeos, no podcasts, no emails, no llamadas, no contacto con el mundo exterior. Romper con todo, olvidarme hasta de mi nombre. Aislamiento interno y externo.
Volveré alrededor del 8 de mayo. Mientras tanto, comparto contigo el pequeño vídeo-documental de la experiencia de 2018, junto también el vídeo del desafío social que precedió la desconexión del pasado año.
Afrika Burn 2018
333kms en ayunas
Gracias por tu atención, compromiso, resonancia, por cambiar lo que importa y por emprnede el viaje personal que estás viviendo.
Atribución vídeos: Cesar Cesilio – atribución imagen: Carlos Gutiérrez.