Mi entrevista con Massimo Pigliucci sobre estoicismo – transcrita y traducida al Castellano

A mediados de diciembre tuve la oportunidad de poder entrevistar a Massimo Pigliucci, para el podcast Disrupt Everything (aquí la entrevista en audio), Massimo es profesor de filosofía y gran experto del Estoicismo, entre otras cosas. Fue un encuentro muy interesante, primero por la trayectoria, conocimiento y experiencia del entrevistado y porque en ese momento me encontraba en medio del experimento Vida Estoica.

La entrevista fue en idioma Inglés, y para mí, supuso un master en filosofía de vida y en filosofía estoica, muy aplicable y condensada. Sin embargo, unas semanas después de publicarla, recibí un correo de Pepe García de elestoico.com, con la traducción completa de la conversación entre Massimo y servidor, con una duración total de 1:14:33h.

Entrevista a Massimo Pigliucci de how to be a stoic

Entrevista entre Isra García y Massimo Pigliucci

Isra: ¿Y qué hay del estoicismo en la vida moderna? Alguno de vosotros quizás haya oído hablar del estoicismo y de cómo ser un estoico, cómo aplicar los aprendizajes y las lecciones estoicas en el mundo actual. Y también el escepticismo, la cual es otra escuela filosófica.

Y es que a veces negamos lo que el pasado nos está dando, lo que la Historia nos está enseñando en este mundo moderno y que a veces puede ser la pregunta, y tal vez también la respuesta.

Como puedes ver, estoy hablando en inglés porque hoy tenemos un invitado internacional. Y como muchos también sabéis actualmente estoy haciendo un experimento de intentar vivir como un estoico durante 50 días en el mundo real, en el mundo de hoy. Y hoy tenemos una persona que puede traer esta materia, esta filosofía, este trabajo en la superficie real del mundo actual y explicarnos mejor cómo navegar una buena vida como un estoico en 2019. Hoy tenemos a Massimo Pigliucci. Massimo, gracias por estar aquí y por tomarte el tiempo en participar en Disrupt Everything Podcast Series.

Massimo: Es un placer estar aquí.

Isra: Massimo tiene un Doctorado en Genética por la Universidad de Ferrara, Italia. Un PhD en Biología por la Universidad de Connecticut, y un PhD en Filosofía de la Ciencia por la Universidad de Tennessee. Él es también un componente de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y del Comité para Investigación Escéptica.

Massimo también escribe para “Skeptical Inquirer”, sobre temas como Negación del Cambio Climático, Diseño Inteligente, Pseudociencia y Filosofía. Él también ha escrito para “Philosophy Now” y mantiene un blog titulado “Rationally Speaking”, que me gusta porque soy un amante de los blogs.

Massimo ha escrito al menos 11 libros, que yo recuerde, como “Making sense of evolution”, “Evolution, the extended Synthesis”, “Nonsense on Stilts: How to Tell Science from Bunk”, “Answers for Aristotle: How Science and Philosophy Can Lead Us to a More Meaningful Life”, “Philosophy of Pseudoscience: Reconsidering the Demarcation Problem”, y “How to Be a Stoic: Using Ancient Philosophy to Live a Modern Life”.

Massimo se convirtió en popularizador del estoicismo y una de las personas que más ha hecho por el resurgimiento del estoicismo en Estados Unidos a principios del siglo XXI. Su ensayo de 2015 para el New York Times sobre el tema fue uno de los artículos más compartidos hasta la fecha.

Massimo, ha sido un viaje largo, ¿verdad?

Massimo: Sí, ha sido un viaje interesante, digámoslo así.

Isra: Massimo es también profesor de Filosofía en el City College de Nueva York, autor de todos estos libros y más que no he leído. Massimo también ha aparecido en Ted Talks compartiendo sus experiencias sobre por qué el estoicismo es una buena herramienta para el mundo moderno.

Hola Massimo, ¿puedes compartir con nosotros (voy a decirlo de esta manera) tu viaje de Cero a Estoico?

Massimo: Es una buena pregunta. Me gustaría decir que “How to be an Stoic” ha sido traducido al español, así que tus oyentes pueden encontrarlo con la traducción en español.

Isra: Voy a poner el libro en las notas del capítulo.

Massimo: Gracias. Sï, ha sido un viaje interesante en términos de filosofía personal. Crecí como católico porque crecí en Roma, era lo más normal, básicamente. Dejé la Iglesia cuando era un adolescente porque estaba intrínsicamente insatisfecho. Las respuestas que obtenía del cura no respondía a las preguntas que estaba haciéndome.

Y entonces, durante algunos años, me consideraba a mí mismo psico-humanista, porque el psico-humanismo tiene este punto de vista sobre la vida que dice básicamente: sé una buena persona, cree en los derechos humanos, etc. Y el psico-humanismo está bien pero no es realmente una filosofía de vida, no te da una guía sobre cómo vivir tu vida día a día. Trata más sobre principios muy generales. No fue muy satisfactorio.

Pero simplemente lo seguí durante algunos años hasta que la crisis de la mitad de la vida me vino a mis cuarenta y me ocurrieron una serie de cosas personales como un divorcio, cambio de trabajo, mi padre murió. Vamos, las típicas cosas que le ocurren a muchas personas.

Nada fue especialmente horrible, pero era algo que tenía que afrontar y que me hacían preguntarme: ¿cómo manejo este tipo de cosas? ¿Qué guía puedo tener para lidiar con las cosas buenas y malas de la vida?

Estos sucesos coincidieron con el momento en el que empecé a estudiar filosofía seriamente. Estaba en la Universidad sacándome la carrera en Filosofía, y uno de los primeros cursos que hice fue sobre Platón. Fue realmente interesante y aprendí muchísimas cosas, pero también me introdujo sobre lo que se conoce como Ética de la Virtud, que es un acercamiento general a cómo vivir la vida, y que era muy popular en las antiguas Grecia y Roma, y que fue adoptado por un número de Escuelas Antiguas, como la Aristotélica, el Epicureanismo, etc.

Y dije: esto de la Ética de la Virtud es interesante porque trata sobre mejorar tu carácter, sobre convertirse en un mejor ser humano, sobre prestar atención a qué haces y por qué lo haces, esto es algo con lo que puedo trabajar. Y entonces empecé a indagar más sobre la Ética de la Virtud, y la primera parada normalmente suele ser Aristóteles.

Fue entonces cuando leí “Ética a Nicómaco”, que fue la obra maestra de Aristóteles en cuanto a ética y, bueno, fue interesante pero realmente no me atrajo tanto, porque Aristóteles es un poco aristócrata en este sentido. Él piensa que para vivir una vida que tenga sentido (lo que los griegos llaman Vida Eudaimónica) uno tiene que trabajar no sólo en su carácter, virtudes, etc, sino que también tienes que tener dinero, buena salud, e incluso buena suerte.

Y fue como, vale pero eso exclude a mucha gente, así que me pasé a la siguiente Escuela, que es el Epicureanismo. El Epicureanismo tiene muchas cosas buenas que decir sobre esos temas, especialmente sobre la amistad (una de las cosas más importantes de la vida), también que no debemos tener miedo de la muerte porque cuando venga no vamos a estar allí y no vamos a sentir nada.

No es claramente una filosofía atea, pero dice que no tenemos que pensar que habrá después de la vida porque no existe, y que esas nociones sobre la vida y la muerte son creadas por los curas y los políticos, que quieren controlarnos. Y eso me interesó mucho.

Sus visiones metafísicas también me sorprendieron. Él (Epicuro) era una atomista, y pensaba que el Universo está hecho de átomos que chocan entre sí en el vacío. Todo esto estaba muy bien.

Y entonces vino el problema. Para el Epicureanismo, vivir una buena vida es vivir sin dolor, particularmente dolor emocional. E incluso pensaban que vivir sin dolor es el mayor placer que puedes alcanzar en la vida. El problema es que ellos renuncian por tanto a la vida social y política porque, por lo que sabemos, la vida social y política puede ser dolorosa.

Y yo pensé, ¿y por qué harías tú eso? Entonces, no funcionó para mí. Porque yo pienso que una vida en la que no tienes política, en la que no te preocupa la política, en la que no contribuyes a la vida social, en la que no haces de éste un mundo mejor, lo siento, pero no puedo trabajar con esos parámetros.

Entonces llegué a ese punto en el que sabía que la Ética de la Virtud estaba bien y era el camino, pero esas dos ramas que había probado no funcionaban para mí. Y entonces un día en Twitter ví un tweet que decía “Ayúdanos a celebrar la semana estoica”. Y yo pensé, ¿qué es esto de la semana estoica y por qué iba nadie querer celebrar a los estoicos?

Yo había leído a Marco Aurelio cuando estaba en la Universidad e incluso había traducido del latín algo de Séneca cuando estaba en el instituto. Pero nunca conecté a los dos. Entonces me apunté a la Semana Estoica, que se celebra en Octubre-Noviembre, y básicamente es una semana en la que tratas de practicar el estoicismo. Te descargas un libro-manual que trata sobre el estoicismo, haces algunas lecturas y algunos ejercicios, como meditaciones, etc.

 Y dije: vamos a por ello. Y me impactó inmediatamente, especialmente Epicteto, del cual no había oído hablar nunca antes. Fue no sólo un gran filósofo de su tiempo, en el siglo II, sino que sus ideas han pasado por la Edad Media, el Renacimiento, hasta el período moderno, y nunca había oído hablar de él, ni siquiera en la carrera.

Entonces lo descubrí en la Semana Estoica e inmediatamente me descargué toda su obra completa, sus Discursos, su Manual, todo. Porque realmente Epicteto me impactó. Tiene una forma muy directa de hablarle a sus estudiantes. No dice palabras raras, simplemente dice lo que realmente piensa. Tiene un sentido del humor muy interesante, de autodesprecio pero también sarcástico hacia algunas personas.

Entonces estuve leyendo a Epicteto durante toda la Semana, y cuando terminó decidí comprometerme a seguir estas prácticas hasta el final del año. Y cuando terminó el año me comprometí otro año, y ahora, cinco años después, sigo hablando de ello.

Isra: Wow, menudo viaje. ¿Y qué prácticas destacarías de todas las que seguías antes y sigues ahora?

Massimo: Buena pregunta. Un amigo mío que se llama Gregory López ha publicado un libro en Estados Unidos que creo que se va a traducir al español, y cuya versión americana se titula “A handbook for New Stoics” (un manual para nuevos estoicos), y que por alguna extraña razón su versión inglesa se llama “Living like a stoic” y creo que ese va a ser su título en español (Isra interviene: “Viviendo como un estoico”).

Pues escribimos este libro juntos precisamente para dar una respuesta a la pregunta: ¿qué ejercicios hacen los estoicos? En el libro nosotros presentamos 52, que son muchos ejercicios, y que los hemos sacado de Epicteto, Séneca y Marco Aurelio principalmente, y también de algunos estoicos menores.

Y hemos tratado que cada ejercicio tenga detrás una explicación de la ciencia moderna, por lo que hemos investigado en literatura relacionada con la ciencia cognitiva y psicología, para tratar de ver qué ejercicios funcionan de verdad, basados en evidencias empíricas modernas. Pero si hablamos de mis ejercicios favoritos, el número es mucho menor, no puedo hacer 52 porque ello requeriría mucho tiempo.

Los lectores pueden intentar hacer esos ejercicios uno por uno y comprobar cuáles funcionan para ellos y cuáles no, porque el estoicismo es una filosofía flexible. Hay cosas que funcionan para unos y cosas que funcionan para otros. Mis ejercicios favoritos son aquellos que hago todos los días, como por ejemplo el Diario Filosófico.

Éste está inspirado directamente por las “Meditaciones” de Marco Aurelio, que es su diario filosófico personal. Lo que haces es reservarte un momento, preferiblemente después de la cena antes de ir a la cama, te vas a una zona tranquila en silencio de tu casa y durante unos minutos simplemente escribes tus pensamientos sobre lo que pasó durante el día.

Y no me refiero a un diario general como, por ejemplo, hoy fui a una fiesta o a por un helado, me refiero a cosas que son importantes a nivel ético y moral. Tienes que repasar tu día y, en cada cosa que tiene un componente moral deberías preguntarte a ti mismo:

  • ¿Qué hiciste bien?
  • ¿Qué hiciste mal?
  • ¿Y qué podrías hacer mejor la próxima vez?

La razón por la que debes preguntarte qué hiciste mal es no para lamentarte o flagelarte, sino para aprender de tus propios errores. Por ejemplo: “hoy contesté mal a uno de mis compañeros de trabajo”. Vale, eso no está bien. En el futuro tengo que ser consciente de ello y no hacerlo. 

Te preguntas también qué hiciste bien porque no sólo es bueno apreciar qué hiciste bien sino que además es hacia donde quieres avanzar, y con estas dos preguntas (qué hiciste mal y qué hiciste bien) estableces unas referencias y con el tiempo intentas alejarte de las primeras (qué hice mal) y acercarte a las segundas (qué hice bien).

La tercera pregunta es qué puedes hacer mejor la próxima vez y es porque nuestras vidas no son tan variadas y tan complicadas como muchas veces piensa la gente. Tendemos a hacer las mismas cosas día tras día. Vas a trabajar, ves a las mismas personas, tienes una familia, ves a los mismos, interactúas en situaciones similares. Tienes amigos, sales con ellos y los ves en las mismas situaciones.

Eso significa que si prestas atención a lo que estás haciendo te darás cuenta de que las mismas situaciones se repiten una vez y otra y otra. Entonces, si eres plenamente consciente de que “hoy no reaccioné bien cuando mi compañero se quejaba sobre algo” sabes que la próxima vez que tu compañero o alguien más en el trabajo se queje de una manera similar estarás preparado. Ahora estás prestando atención, eres consciente de qué está pasando.

El Diario Filosófico es una manera de hacer un auto crítica atractiva sobre tus propios errores y estar preparados para el futuro, y es una herramienta realmente valiosa. La ciencia moderna recomienda hacerlo escribiendo en segunda persona, como si le estuvieras escribiendo a un amigo. Entonces, en lugar de escribir “hoy hice esto o aquello”, escribes “hoy hiciste esto o aquello”. La razón de este truco es que pone una distancia emocional entre tú y tú mismo básicamente. Es como si te estuvieras hablando a ti mismo como si estuvieras hablando a un amigo.

Curiosamente es lo mismo que hace Marco Aurelio, las “Meditaciones” están escritas en segunda persona: “tú sabes que ha pasado esto o lo otro, y estás haciendo una cosa u otra”, y así. Este es un ejercicio.

Hay algunos otros que hago regularmente, déjame que te dé unos cuantos ejemplos.

Isra: sí, por favor.

Massimo: uno de los típicos ejercicios es el que se conoce como “auto privación leve”, y son cosas como darse una ducha de agua fría, ayunar, o no beber alcohol durante un tiempo concreto. Y hablamos de auto privación leve, no tienes que ayunar hasta la muerte ni nada parecido. Significa que te saltas una comida o dos, o tal vez estás 24 horas sin comer nada, y lo mismo con el alcohol. Soy italiano, mediterráneo, la noción de cenar sin una copa de vino es inconcebible para mí. Pero una o dos veces a la semana puedes hacerlo, no es para tanto.

Ahora, la pregunta es: “¿por qué querrías hacer eso? ¿por qué querrías imponerte a ti mismo este tipo de limitaciones?”.

La razón es, hacerlo con el tipo de cosas que tú sabes que tienes un problema para lidiar con ellas correctamente. Si no puedes parar de comer demasiado, entonces ayunar es una buena idea. Y no digo que lo hagas para perder peso, aunque sea algo que pueda pasar, sino para que te recuerdes a ti mismo que la comida no es el tipo de cosas que quieres tener en cantidades grandes todas las veces, y no te vas a morir.

Y para que te recuerdes a ti mismo que puedes te puedes saltar fácilmente una comida o dos. También lo mismo para el alcohol. Si tienes una tendencia un poco de más (y no estoy hablando de que seas alcohólico, si eres alcohólico necesitas ayuda profesional) sino que es más en plan: “vale, me he dado cuenta de que bebo un poquito de más de forma regular”, entonces genial. Puedes estar un día o dos a la semana sin beber nada de alcohol.

Por lo que estos ejercicios están hechos para recordarte a ti mismo el hecho de que puedes manejar la privación, y que está bien no hacer estas cosas a veces. Y también es un ejercicio para recordarte a ti mismo las cosas buenas que tienes. Séneca le dice a su amigo Lucilio: “llevo unos cuantos días sin comer y no sabes lo maravilloso que estaba el trozo de pan que comí cuando volví a casa”.

Y es cierto. Tendemos a olvidar cuántas cosas buenas tenemos en nuestra vida, y que no apreciamos porque las damos por hechas. Por lo que también es un ejercicio de apreciación por lo que tienes en la vida. Ya llevamos dos ejercicios.

El tercero que me gusta hacer de forma regular, siempre que puedo, es la meditación al amanecer. Esto lo encontré en Marco Aurelio. Los estoicos lo tenían incluso de antes, de Pitágoras, por lo que es un tipo de meditación muy antigua, es milenaria. (Massimo para un momento para que no oigamos ruido de fondo).

En lo que consiste la meditación al amanecer es: te levantas un poco antes de que amanezca, como media hora antes, te vas a un sitio desde donde puedas ver el sol salir (si es posible). Siempre que sea posible, sino un sitio cercano. Yo vivo en Nueva York por lo que no siempre es fácil ver el sol salir, pero hay algunos sitios donde puedes estar muy cerca. Entonces simplemente estás allí, en silencio unos minutos, miras al cielo (no al sol directamente, claro, o te quedarás ciego), y te recuerdas a ti mismo que somos parte de un cosmos más grande que nosotros mismos.

Algo que tendemos a olvidar, especialmente si vives en una ciudad donde pasan muchas cosas, donde muchas veces no ves ni las estrellas porque hay muchas luces. Por eso cuando estamos concentrados en nuestro día a día tendemos a olvidar que somos parte de un cosmos mayor que lleva aquí billones y billones de años, y que este instante particular y este lugar en particular es realmente diminuto.

Este ejercicio es una forma de recordarnos a nosotros mismos que estamos conectados con el cosmos y también para poner tus problemas en perspectiva. Tendemos a estar consumidos por nuestros problemas diarios, pero si das un paso atrás piensas: “mira, lo que me pasa a mí a diario en mi trabajo, o cualquier otro problema…el sol va a salir mañana igualmente, va a estar ahí”. Es una de estas cosas que te permite relajarte y poner las cosas en perspectiva.

Estos son tres de mis ejercicios favoritos, pero hay muchos más.

Isra: Gracias Massimo, por darnos estos ejemplos tan claros. Tengo que decirte que cada noche, cuando voy a darme un baño relajante, pongo al menos entre una y cinco meditaciones estoicas de tu podcast. Estoy aprendiendo mucho porque apunto cada reflexión que dices, cada frase que mencionas de algún filósofo. ¿Qué es lo que te ha movido a escribir el libro “How to be a stoic” (Cómo ser un estoico) y el que ahora estás publicando (felicidades, por cierto)? ¿Cuál ha sido tu motivación detrás del libro y también del podcast?

Massimo: Lo que pasó hace unos años cuando encontré el estoicismo es que realmente cambió mi vida a mejor. Me dio un compás moral para navegar la vida, ser menos irritable, más concentrado en lo que estaba haciendo, prestar atención a las cosas buenas de mi vida y tratar de desarrollar ecuanimidad hacia las malas. Y pensé: esto también va a ser de ayuda para otras personas.

Y escribí el primer libro “How to be a stoic” con la intención de hablar a personas que, como yo hace unos años, estaban allí. A mí me hubiera encantado leer algo como “How to be a stoic” cuando empecé, porque me hubiera guiado por los primeros pasos de este viaje. Cuáles son los básicos, cuál es la historia, cómo practicar, para qué tipo de problemas el estoicismo es útil, etc. Por lo que escribí el libro como si lo estuviera escribiendo para mi yo del pasado, esencialmente.

No tenía ninguna expectativa de cómo de bien iría el libro, no tenía ni idea. Todo era nuevo para mí. Los libros que mencioné antes, la mayoría son académicos, no publicados para el público general, salvo algunas excepciones. Entonces no tenía ninguna idea ni ninguna expectativa de qué podría pasar. Para mi sorpresa, el libro fue un éxito y se ha vendido muy bien, y recibo constantemente emails y cartas de gente que ha leído el libro diciéndome que su libra ha mejorado y que llevan mejor todos sus problemas. Y eso es algo que me satisface mucho por sí mismo, sin importar cosas más prácticas como el número de ventas del libro.

Entonces cuando ves que la filosofía que has aceptado para ti mismo también es útil para otras personas por algo que tú has escrito o algo que has publicado como el podcast, es muy bueno y te hace sentir que estás ayudando a otros de verdad.

Isra: Amo la palabra que has utilizado, “ecuanimidad”, porque me hubiera encantado también haber encontrado algo como “How to be a stoic” antes y gente como tú porque mi vida hubiera sido más fácil también, como cuando descubrí el estoicismo. Tienes toda la razón. Y me gusta la palabra que has utilizado, “ecuanimidad”, porque es muy similar a algunas enseñanzas budistas y creo que dijiste, no sé dónde lo leí, que el estoicismo y el budismo comparten algunas similitudes y ahí es donde te enganchó al principio, ¿verdad?

Massimo: Sí, correcto. Tienen muchas similitudes cuando hablamos de ética y de cómo vivir tu vida y cómo tratar a la gente. Son muy distintas en términos de metafísica, ven el mundo de forma distinta. Budismo tiene cosas como el karma y la reencarnación, y no hay tal cosa en el estoicismo. Los estoicos no creen en la supervivencia del alma después de la muerte. Pero lo importante es que la ética es muy parecida.

El hecho es que en cierto momento estuve muy interesado en el budismo. El budismo es muy popular ahora en Occidente, incluso aquí en Nueva York hay un Buddhist Major Temple (Templo Budista Mayor). Con el paso de los años pensaba a veces: “debería echarle un ojo al budismo”. Y cuando lo hice ví que es una filosofía de la vida interesante y útil, pero el lenguaje era totalmente desconocido para mí. No había visto antes esa cultura, ese tipo de lenguaje, ésos conceptos. Entonces fue como: sé lo que estás diciendo, pero no lo estoy sintiendo.

Cuando descubrí el estoicismo, como he dicho antes, la reacción fue completamente diferente. Pasó inmediatamente. Y es porque comparto la misma cultura, el mismo pasado a las culturas de la antigua Grecia o Roma desde la que escribieron Marco Aurelio, Epicteto o Séneca.

Pero sí, las dos son muy similares y muchas veces pienso que el estoicismo es el equivalente occidental del budismo.

Isra: Me gusta esa idea. Yo solía hacer la broma con mis amigos diciendo que Buda y Zenón se han tomado alguna cerveza juntos.

Massimo: Es verdad, y es interesante que hayas dicho eso porque hay gente que ha sugerido algunas veces una conexión más directa no entre el budismo y el estoicismo, sino entre el budismo y la antigua filosofía griega porque Pirro, que fue un escéptico y no un estoico, (pero bueno, de otra escuela helenística) estuvo en India durante algunos años siguiendo a Alejandro Magno, que fue a conquistar la India también. Y sabemos que Pirro aprendió la lengua local y habló con monjes budistas. El budismo estaba empezando en aquel momento, sólo hacía 200 años, por lo que era una filosofía muy nueva.

Entonces es posible que haya habido alguna combinación. No sabemos exactamente qué obtuvieron los monjes budistas de Pirro, en términos de filosofía, o cuánto obtuvo Pirro de los monjes budistas. Por lo que es posible que haya habido algún tipo de conexión, no directamente al estoicismo pero sí entre el budismo y la antigua filosofía griega.

Isra: Es increíble. Massimo, ¿qué cambio en el comportamiento has percibido en los estudiantes que han abrazado y practicado la filosofía estoica? Porque tú eres profesor de filosofía y también has estado dando clases durante un tiempo, más el libro, el podcast, muchos estudiantes. ¿Qué cambios en el comportamiento has visto? Creo que es muy importante parar aquí.

Massimo: Creo que son dos los cambios que veo con más frecuencia y que también he visto en mí mismo, pero que también veo en mis estudiantes y en gente que me escribe después de leer el libro o escuchar algún podcast, son:

1) La gente tiende a prestar más atención a lo que están haciendo y por qué. Es casi lo más importante del estoicismo. En lugar de hacer cosas solamente porque otra gente te lo dice, o porque es lo más normal que hay que hacer, etc…no hay que ir por la vida en piloto automático, hay que estar presente, pensando en qué estás haciendo y por qué lo estás haciendo, estableciendo prioridades.

Eso es un cambio bastante grande. La gente empieza a prestar atención, lo que significa que piensan por qué están haciendo unas cosas, y no otras, redirigen sus esfuerzos y su tiempo (porque por supuesto el tiempo es limitado, no vivimos para siempre, de hecho no sabemos cuánto vamos a durar). Por lo tanto, cada minuto es muy valioso.

Uno de los ejercicios que propongo en el libro es que tú repasas una serie de actividades que has hecho a lo largo de los últimos días y te haces a ti mismo dos preguntas:

  • ¿Fue esta actividad buena para mí? ¿Me ha hecho mejor como ser humano? ¿Mejor persona?
  • ¿Haría eso el último día de mi vida?

Es sorprendente lo que puedes llegar a aprender si piensas sobre ello. Te puedo garantizar que muy poca gente llega al final de sus vidas y piensa: “oh, ojalá hubiera pasado más tiempo en Facebook”, o contestando email, o cosas así. No es muy probable. Pero aún así pasamos mucho tiempo en las redes sociales, contestando emails, etc.

¿Y por qué es eso? Porque tendemos a vivir nuestras vidas sin pensar, sin prestar atención. Entonces el principal cambio que veo cuando te inicias en el estoicismo es que prestas atención. Hay un concepto técnico que Epicteto utiliza que se llama Prosoche, y es normalmente traducido literalmente como Mindfulness (atención plena), pero creo que está mejor traducido como “prestar atención”. Esto es un aspecto importante.

2) El otro aspecto importante que le pasa a la gente es que se convierte en alguien menos enfadado, menos irritable. Volviendo atrás al concepto de “magnanimidad” del que estábamos hablando hace un minuto, uno de los conceptos centrales del estoicismo es que nunca deberías enfadarte con otra persona, incluso si te hicieron algo, nunca deberías enfadarte.

Y nunca deberías enfadarte por dos razones:

  • La asunción estoica de que las personas no hacen cosas malas a propósito, sino que lo hacen así porque no saben cómo hacerlo mejor. Nadie se levanta por la mañana, se mira al espejo y se pregunta: ¿qué cosas malas puedo hacer hoy?

La gente hace las cosas porque piensan que lo están haciendo bien, pero muy a menudo están equivocados, aunque ellos piensen que llevan razón.

Entonces, una vez que te das cuenta de esto, que le prestas atención, te enfadas menos. Empiezas a tratar a los demás como seres humanos que cometen errores, y no como gente malo que hace cosas malas porque sí.

  • Y la segunda razón por la que no deberías enfadarte es una razón práctica. Si tú actúas normalmente con ira te vas a arrepentir, incluso si tu ira está justificada. Incluso si alguien te ha hecho algo malo, y actúas enfadado, vas a arrepentirte.

Y la razón es, como dijo Séneca que la ira es una locura temporal. Una de las definiciones de la ira es que actúa sobre la razón. No puedes razonar con una persona que está enfadada. Inténtalo, no es posible.

Entonces, los estoicos dicen: mira, si no está bien enfadarse con los demás (y si lo haces, vas a arrepentirte), entonces tienes que empezar a implementar una serie de técnicas para prevenir tu ira y, si te enfadas, para que se te pase. Estas técnicas están explicadas con mucho detalle por Séneca en un libro llamado “De la ira”, y aún son válidas hoy en día.

Si miras la página web de la Asociación Americana de Psicología, en la sección de gestión la ira y sus problemas, es más o menos lo que dijo Séneca, son los mismos consejos. Muchos de los griegos y los romanos, incluyendo los que estudiamos hoy, como Epicúreo o Aristóteles, eran muy buenos en psicología. Ellos han prestado atención a la mente humana, cómo se comporta la gente y por qué.

Uno podría preguntarse: ¿por qué diablos estamos perdiendo el tiempo en el siglo XXI leyendo cosas que tienen más de 2000 años de antigüedad. Hay dos razones:

  1. Porque estas personas realmente tuvieron ideas interesantes en cuanto a comportamiento y naturaleza del ser humano, que aún no han sido mejoradas. De hecho, han sido confirmadas. Muchos de los estudios e investigaciones científicas modernas han confirmado ideas de los epicúreos y los estoicos. 
  2. La naturaleza humana no ha cambiado. Hemos hecho avances en tecnología, los estoicos se movían en caballos y carruajes y nosotros en aviones y más, y ciertamente ellos no tenían redes sociales ni smartphones, pero eso en realidad son diferencias superficiales. Las similitudes son mucho más importantes. Nosotros aún queremos las mismas cosas. Seguimos teniendo miedo también de las mismas cosas. Tenemos los mismos deseos, vamos detrás de las mismas cosas, como el dinero, salud, poder, fama, información. Es lo mismo. Hasta el punto de que hay algunas partes de Séneca, por ejemplo, porque habla de situaciones que podrían aplicarse al siglo XXI.

Hay un momento en el que él escribe una carta a su amigo Lucilio donde le dice: “¿sabes? me molesta todo este ruido en la calle porque estoy aquí escribiendo y no puedo concentrarme por toda esta gente chillando y haciendo ruido en la calle”.

Estaba describiendo Roma en el siglo I pero podría ser perfectamente Nueva York en el siglo XXI. Tenemos los mismos problemas. Y es por eso por lo que la filosofía antigua, no sólo el estoicismo, budismo o confucianismo, son todavía útiles.

Ya no estudiamos la física de Aristóteles nunca más porque nuestra física ahora es mucho más avanzada que la de Aristóteles. No estudiamos la biología de Aristóteles por la misma razón, la nuestra es mucho más avanzada. Pero sí seguimos mirando a la ética antigua y la razón es porque nosotros mismos no hemos llegado mucho más lejos.

Isra: Al final es lo que ellos predican, ser maestros de nosotros mismos, y conseguirlo a través del estoicismo.

Massimo: Sí, sobre todo tenemos que tener cuidado cuando decimos ser maestros de nosotros mismos. Uno de los estereotipos de los estoicos es que tratan de suprimir las emociones y pasar por la vida haciéndose el duro (eso es incorrecto) y como pasa con cada estereotipo hay algo de verdad en ello.

Es verdad que la resistencia tiene que ver con ello. Dicen: “si hay una situación sobre la que no puedes hacer nada, simplemente tienes que aguantar”. No tienes otras opciones, si estás planeando sobre algo que no puedes cambiar, lo único que estás haciendo es sentirte peor, sin conseguir nada en realidad. Por lo que sí hay un componente de resistir, aguantar las cosas.

En lo que se refiere a las emociones, es verdad que los estoicos trataban de alejarse de lo que ellos llamaban emociones negativas, las llamaban pasiones, pero el término aquí debería ser emociones negativas. Emociones disruptivas como ira, miedo, odio, etc. Pero al mismo tiempo ellos decían que teníamos que cultivar las emociones positivas como el amor, la alegría.

Entonces no es que ellos estuvieran tratando de suprimir las emociones, sino de orientar su espectro emocional básicamente, alejándose de las negativas, de las que destruyen tu vida, y abrazando las positivas, las que son realmente buenas para tu vida y para la de los demás.

Isra: Massimo, hablando también de valores, ética de la virtud, ¿cómo dirías que se puede empezar a vivir como un estoico? ¿Por dónde se empieza? Resumidamente. ¿Cuáles son los básicos para empezar?

Massimo: Esa es una buena pregunta. Diría dos cosas:

  1. Coge un buen libro moderno sobre estoicismo. Obviamente “How to be a stoic” (“Cómo ser un estoico”) es una posibilidad pero hay otros libros de otros autores como Don Robertson o Will Irvine, libros de John Sellars… hay un buen número de libros de introducción al estoicismo. Al menos uno de estos para que tengas una idea general de lo que creo de lo que hablan, y especialmente cómo practicarlo.

Y entonces coge uno de los textos antiguos, porque también quieres tener una idea de dónde viene todo esto. Sugeriría “Meditaciones”, de Marco Aurelio, por supuesto, o “Cartas a Lucilio”, de Séneca. Esos son los dos libros más accesibles. 

Ya mencioné antes que mi favorito es Epicteto, pero Epicteto es más difícil de leer. Sus “Discursos” son más avanzados y su “Manual” es un resumen muy condensado, por lo que si no sabes nada de estoicismo no es una buena forma de empezar. (Isra dice aquí que puedes perderte muy fácilmente).

Es una buena forma de seguir una vez has empezado, pero no es bueno para comenzar.

Por lo que, entonces, diría, uno o dos libros de estoicos no modernos como yo mismo o Don Robertson, Sellars, Irvine, y uno o dos libros de los estoicos antiguos. Las “Cartas” de Séneca (se refiere a “Cartas a Lucilio”) y las “Meditaciones” de Marco Aurelio.

Entonces únete a alguna comunidad online donde puedas encontrar consejos. Hay grupos muy grandes en Facebook sobre estoicismo gestionados por Don Robertson, y hay algunos otros más específicos para algunos países. Yo gestiono uno en italiano por ejemplo. No sé si hay alguno en español, pero no me sorprendería. O, incluso mejor, si puedes busca si hay algún grupo local de personas que practiquen el estoicismo, porque si puedes conocerlos personalmente es incluso mejor para tener feedback directo sobre cómo practicar, qué leer y qué hacer.

Si no sabes si hay algún grupo local en tu zona puedes ir a stoicfellowship.com (él dice .org, pero es .com) y allí tienen un mapa del mundo, haces click en tu zona y allí tienen un listado de todas las personas o grupos que tienen un interés en el estoicismo en esa zona.

Y si no encuentras una, puedes registrarte en stoicfellowship.com y empezar una, y ellos te harán saber si hay alguien más interesado y los pondrán en contacto contigo.

Isra: Massimo, ¿ves algún problema o hándicap del estoicismo con el mundo actual? Porque siempre hablamos de la parte bonita, pero ¿y los hándicaps? Y además tú también eres un escéptico, por lo que pensé que debía hacerte esta pregunta.

Massimo: Es una buena pregunta. Pienso que sí hay problemas y de hecho he escrito sobre ellos más de una vez. Creo que uno de los problemas del estoicismo es que ha habido una serie de malentendidos como el que hemos hablado antes de hacerse el duro y suprimir las emociones. Me sorprende cuánta gente no entiende la filosofía y cuánta gente la utiliza de forma incorrecta.

Por ejemplo: el ejemplo más obvio es el estoicismo que hay ahora en Silicon Valley porque es popular entre emprendedores de Silicon Valley, informáticos, redes sociales, etc. Y el problema con esto es que todas estas personas están usando el estoicismo para hacerse ricos, o famosos. Y es como no, el estoicismo no va sobre eso. Para los estoicos cosas como la fama y la riqueza es lo que ellos llaman “preferidos indiferentes”, que significa que los prefieres (¿por qué no tenerlo?), pero con “indiferente” significa que tener esto no te hace mejor persona. Y el estoicismo va precisamente de ser mejor persona, no ser más rico, o famoso, sino mejor ser humano.

Por lo que creo que hay un problema con ciertos grupos de personas que no están aplicando bien la filosofía. Esto no es sorprendente. Pasó lo mismo con el cristianismo, hay una cosa en Estados Unidos llamada “Teología de la Prosperidad”, y son personas que profesan ser cristianas pero te dicen que usan el cristianismo para hacer dinero, lo que es tan raro que si Jesús lo oyese volvería y les golpearía en la cabeza. Es raro, pero está ahí.

Y luego hay otro grupo de personas a las que les pasa lo mismo con el budismo. Mucha gente utiliza la meditación para lidiar con sus problemas, tener más calma, gestionar el dolor, etc. Eso está muy bien. Si funciona, no hay problema. Pero el simple hecho de meditar no te convierte en budista. Un budista no es alguien que medita. Un budista es alguien que está de acuerdo con los preceptos éticos del budismo, que entiende y acepta las Cuatro Nobles Verdades y sigue el Camino Óctuple. Eso es lo que te hace budista, no el hecho de que medites.

Y lo mismo pasa con el estoicismo. Tu puedes escribir un diario o puedes darte una ducha fría, pero si la razón por la que lo haces no es mejorar como persona sino para impresionar a los demás…si te das una ducha de agua fría, te haces un selfie y lo subes a las redes sociales para decir “mira cómo molo, me estoy dando una ducha de agua fría”, entonces no lo estás entendiendo. Eso no es el estoicismo.

Isra: ¿Y qué mejorarías de la filosofía estoica y por qué?

Massimo: Esa es una buena pregunta. Estoy apunto de terminar de escribir un libro que va sobre eso. He estado pensando mucho sobre una serie de cosas que necesitan ser mejoradas o cambiadas y que, una vez más, no es sorprendente. Cuando digo esto, la gente me pregunta: “¿qué significa que estás cambiando cosas?”.

Mira, es una filosofía que tiene 2000 años de antigüedad, mejor que cambiemos algo. Y esto no es sólo para el estoicismo. El budismo ha cambiado con los milenios. Hay una variedad de escuelas de budismo moderno y hay distintas formas de acceder a las cosas. No es el mismo budismo que tenías hace 2000 años.

Lo mismo pasa con el cristianismo. Sé que hay algunos cristianos auto-denominados fundamentalistas que dicen que han leído literalmente la Biblia, pero no existe algo como leer literalmente lo que sea. Siempre necesita ser interpretado, particularmente porque ambos el Viejo y Nuevo Testamento están repletos de parábolas e historias que necesitan ser interpretadas. No puedes aceptarlas literalmente, porque literalmente no significan nada. Por lo que tienes que interpretarlas y la interpretación cambia con el tiempo. Hoy nadie es un cristiano como era un cristiano hace 2000 años, y eso es algo bueno. (Isra añade: cierto, todo necesita ser rediseñado).

Y lo mismo pasa con el estoicismo, hay ciertas cosas que necesitan ser actualizadas. Y una de las cosas interesantes para mí sobre los estoicos es que ellos mismos se dieron cuenta de que este es el caso. Primero, tuvieron muchos debates internamente en la escuela a lo largo de los siglos. No estaban de acuerdo entre ellos. Posidonio, del Estoicismo Medio (período del estoicismo), no estaba de acuerdo con Crisipo, que fue uno de los primeros estoicos.

Séneca dice: “voy a hacer lo mío, no tengo que estar de acuerdo con lo que otros dicen simplemente porque lo hayan dicho”. Por lo que hay una tradición en el estoicismo sobre no estar de acuerdo y cambiar cosas. Pero mi favorita es una carta de Séneca en la que le dice a Lucilio “mira, la gente que vino antes de nosotros no son nuestros amos, son sólo nuestros profesores, y podemos seguirlos mientras haya una buena razón para ello, y si tenemos nuevas ideas y mejores formas de hacer las cosas, hagámoslas”.

Por lo que a tu pregunta específica sobre qué mejoraría, una gran cosa que cambiaría tiene que ver con algunas partes de la metafísica estoica. Los estoicos eran panteístas, por lo que creían que Dios es lo mismo que el Universo, y está hecho de las mismas cosas que el Universo. Eso es una forma bonita y poética de ver las cosas, pero en términos de ciencia moderna eso no tiene ningún sentido.

Por lo que creer que el Universo es un organismo vivo tiene algunas implicaciones. Ellos derivan el concepto de Providencia de esta noción de que el Universo es un organismo vivo, porque el Universo hace lo que es mejor para sí mismo, como cualquier otro organismo vivo, y por lo tanto, pase lo que pase en el mundo, es lo mejor para el Universo. No necesariamente lo mejor para ti, sino lo mejor para el Universo. Es una idea encantadora, lo malo es que es falsa.

No se rige por la ciencia moderna (y yo soy científico), y si no se rige por la ciencia moderna, lo descarto. Entonces, la pregunta es: ¿Qué pasa si lo descartas? ¿Qué pasa si abandonas esa noción de que el cosmos es un organismo vivo y, por lo tanto, la noción de Providencia de la que se deriva?

Aún así a mí me encanta el estoicismo, a pesar de que haya gente que ha debatido de que si te apartas de esa idea, no tienes estoicismo, porque eso son nociones cruciales del estoicismo. Y yo debato en este nuevo libro que estoy escribiendo ahora que ese no es el caso. Que hay partes de la metafísica estoica que puedes obviar, y que deberías obviar, porque ya no tienen ningún sentido, y que se pueden recuperar versiones modificadas de la ética que aún funcionan.

Y esas mayores modificaciones, en cuanto a los antiguos estoicos, si lees Epicteto en particular, por ejemplo, los antiguos estoicos escriben un buen sentimiento o actitud hacia la vida del hecho de que viven en un Universo providencial y que las cosas van a funcionar bien en un nivel cósmico.

Isra: Y que los dioses te darán esto y te quitarán aquello…

Massimo: Es diferente de la Providencia de la que hablan los cristianos. En el caso de los cristianos, Dios realmente te ama  y aunque a veces tú no entiendas por qué Dios hace ciertas cosas, él tiene un plan. Y ese plan tiene que ver contigo.

En el caso de los estoicos no hay ningún plan que tenga que ver contigo. Tú eres básicamente un órgano del Universo. Epicteto hace aquí una analogía de que un pie tropieza con el barro, y dice que si tú eres un pie no te va a gustar tropezar con el barro, pero como estás conectado a un cuerpo, y ese cuerpo tiene que cruzar la calle, y la calle está embarrada, entonces depende de ti cruzar o no. ¿Quién más va a hacerlo? La cabeza, las manos…no, depende del pie. 

En esa analogía nosotros somos el pie y el Universo es el cuerpo. Entonces hay un sentimiento… te sientes mejor sobre sea lo que sea que te está pasando, cuando tienes este sentido de la Providencia, de que, vale, estoy metiéndome en el barro pero hay una razón cósmica para ello. (no he entendido muy bien esta parte).

Desafortunadamente, yo no creo que haya una razón cósmica para ello. Sea lo que sea que pasa, pasa, y punto. Entonces, ¿qué vas a hacer como estoico que eres? En vez de decirte a ti mismo que lo que te está pasando es por un bien mayor del Universo, te dices: lo que me está pasando a mí, no me está pasando a mi favor, ni tampoco en mi contra… (Isra dice: ecuanimidad total).

Exactamente, volvemos a la ecuanimidad. Desarrollas la ecuanimidad y dices: mira, vivimos en un mundo donde al Universo no le importa si esto es de una forma o de otra, por lo que esto no está a mi favor, pero tampoco en mi contra. Es completamente neutral. Lo que significa es que a veces en la vida se gana, y a veces se pierde. Es así como funciona. Cuando ganes, estarás contento, y cuando pierdas, simplemente lo aceptas porque esto es parte de cómo funciona el mundo. Sí, desarrollar la ecuanimidad es incluso más importante para el estoico moderno.

Isra: Massimo, tengo otras tres preguntas antes de las preguntas rápidas, por lo que las haré brevemente. Creo que la entrevista está siendo muy inspiradora, al menos para mí, y estoy seguro que también para nuestros oyentes, así que gracias. Antes de terminar, queda un poquito más.

Massimo, ¿cuál es el filósofo estoico más salvaje que más te ha impresionado y por qué?

Massimo: Definitivamente Epicteto. Creo que porque habla muy claro, en un lenguaje sencillo. Entiendes lo que dice y es franco. No tiene segundas intenciones, te habla tal y como es. Y le habla a los estudiantes. Lo que tenemos de Epicteto son sus “Discursos” y el “Manual de vida”.

En sus “Discursos”, él le habla a los estudiantes bastante y lo hace directamente. Por ejemplo les dice: “chicos, venís aquí y queréis estudiar estoicismo, pero luego os veo ahí fuera cuando volvéis a la ciudad y os comportais como si no hubierais aprendido nada. ¿Por qué me hacéis perder el tiempo? Estás perdiendo vuestro tiempo y el mío”. Son este tipo de cosas.

Luego tiene un gran sentido del humor. Una de las primeras cosas que leí de Epicteto, del primer volumen de sus “Discursos” es donde dice: “claro, un día tendré que morir, y si es hoy, está bien, no pasa nada. Pero no parece que vaya a ser hoy y tengo hambre, así que me voy a comer”. (Risas).

Es como esta actitud sin sentido de vale, ya pensaré en ello cuando venga pero ahora mismo tengo otras cosas con las que lidiar, como encontrar algo bueno para comer. Entonces Epicteto es, aparte de su sentido del humor y la su forma de hablar tan clara, que él va a pelear con cualquiera que creyera lo que él estaba diciendo, a cualquiera que practicara lo que él decía.

Desafortunadamente no sabemos mucho más sobre su vida…uno de sus estudiantes, Arriano (Flavio Arriano) escribió una biografía sobre Epicteto, que se ha perdido por desgracia. Así que no sabemos mucho sobre él, sólo fuentes secundarias. Sabemos que vivió una vida sencilla, la vida que predicaba a sus estudiantes, y que nunca se casó. Pero cuando era realmente mayor sacó adelante al hijo pequeño de un amigo, quien de otra manera habría estado expuesto a la muerte, básicamente.

No sabemos por qué ese niño estuvo expuesto de esta forma, posiblemente porque su familia no tenían dinero para mantenerlo o porque tenía algún defecto físico. Epicteto cogió al hijo, le ayudó a crecer con la ayuda de una mujer, pero no sabemos si se casó con la mujer o no.

Por lo que tenemos ese sentimiento de que él de verdad fue una muy buena persona, siempre intentaba hacer lo mejor, y él mismo lo dice en sus “Discursos”: “sé que no soy Sócrates, pero me encantaría morir intentando ser un Sócrates. Cuando la muerte venga, me gustaría que me encontrara intentando ser un Sócrates”. Es una frase muy bonita.

Isra: Massimo, ¿cuál es el reto de la sociedad de hoy donde los valores y la virtud están venidos a menos, infravalorados?

Massimo: Bueno, lo interesante es que el estoicismo es en cierto sentido algo muy distinto a todo lo que está pasando en la sociedad actual. Para la sociedad actual lo más importante es la fama, el dinero, el consumismo…lo que es exactamente lo opuesto al estoicismo. Y, como sabes, el estoicismo se está haciendo más popular. Y no sólo el estoicismo, también el budismo y otras filosofías similares. Entonces tienes que preguntarte a ti mismo: ¿por qué?

Y creo que la respuesta está muy clara. Hay estudios que muestran, consistentemente, durante las últimas décadas, que las condiciones materiales de las personas han mejorado. Tenemos más riqueza, mejores vidas, pero la gente no es más feliz. El grado de felicidad se ha mantenido igual durante las últimas décadas. Eso es una paradoja.

Tendemos a pensar, en una sociedad capitalista, consumista, y nos han dicho, que lo que nos hace felices es tener cosas, comprar cosas, permitirnos unas vacaciones, etc.

La realidad es, nos lo dicen los estudios en psicología, que eso no nos hace felices. Ni los estoicos ni los budistas estarían sorprendidos.

Entonces creo que el resurgimiento del budismo, el estoicismo y filosofías similares se da porque la gente se está dando cuenta que nos han vendido una mala idea, esta noción de que necesitamos más y más cosas, más y más dinero, ser famosos 5 o 10 minutos al día, esto está también vacío. No nos lleva a ningún sitio, no nos hace mejores ni hace que nuestras vidas sean mejores. Y esta es la principal razón por la que el estoicismo es tan popular estos días.

Isra: Y, Massimo, casi todo el mundo habla de Séneca, Marco Aurelio, Epicteto, a veces Diógenes…pero a veces nos olvidamos de Catón, Rufo, Cicerón, Heráclito…¿puedes decirnos algo sobre estos estoicos y algunos más que tendemos a olvidar y deben ser recordados?

Massimo: Sí, llevas razón. Y el motivo por el que la gente no habla de ellos es porque no nos queda mucho de sus escritos. Musonio Rufo, que fue el profesor de Epicteto, nos dejó algunas lecciones y fragmentos, que puedes leer en unas cuantas horas, e incluso menos.

Hierocles, nos dejó algunos fragmentos, fue un estoico del siglo II. De los primeros estoicos no tenemos apenas nada. De Zenón de Citio, su fundador, sólo tenemos unas frases, de fuentes secundarias. Crisipo escribió algunos libros, de los cuales ninguno ha sobrevivido, sólo tenemos fragmentos.

Esta es la razón por la que no hablamos de ellos, porque no sabemos mucho sobre ellos. Lo poco que sí sabemos, una buena fuente que tenemos, es de Diógenes Laercio, que escribió “Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres”, y su Libro VII es sobre los estoicos y habla de algunas historias e ideas interesantes sobre Zenón, Crisipo y algunos otros.

La gran excepción aquí es Cicerón, del cual sí tenemos mucho, significantes cantidades de escritos, pero no fue un estoico. Fue un académico escéptico, pertenecía a una escuela diferente, pero sentía mucha simpatía hacia el estoicismo. Escribió mucho sobre el estoicismo y estoy absolutamente convencido de que Cicerón debería ser apreciado como un gran escritor, hombre estoico, y bastante buen filósofo, así que la gente debería leer a Cicerón. Punto. Sólo porque es Cicerón.

Pero también si estás interesado en estoicismo deberías leer unos cuantos libros de Cicerón, del cual el más importante es “Del Supremo bien y Supremo mal”, donde en los capítulos dos y tres habla de estoicismo. “Las paradojas de los estoicos”, que es un tratado corto, y que tiene unas nociones poco usuales sobre el estoicismo, lo que Cicerón llama paradojas. “Disputas Tusculanas”, que son una serie de ensayos que escribió cuando estaba en Tusculum, fuera de Roma, y la mayoría de ellos hablan de la filosofía estoica y explica una serie de puntos sobre la filosofía estoica.

Hay un gran número de escritos de Cicerón y hay que hacer un esfuerzo para que la gente lea y reconsidere leer a Cicerón porque tenía mucho que decir y porque era una figura fascinante. Vivía en la era de la República, rodeado de estos individuos como Julio César, Octavio Augusto  (que fue el primer emperador), Marco Antonio, Cleopatra, Pompeyo… Es increíble el número y el tipo de personas con las que Cicerón interactuó, por lo que Cicerón merece mucho la pena.

Isra: Merece la pena. Muchas gracias por esta extensión de filósofos. Y ahora vamos a empezar las preguntas rápidas, ya que estamos llegando al final de la entrevista. Massimo, ¿cuál es tu libro favorito?

Massimo: (Risas). Esa es una buena pregunta. En este punto diría el “Enquiridión” de Epicteto (es lo mismo que el “Manual de Vida”).

Isra: Lo he recomendado en España tantas veces… En España hay una casa llamada Casa del Libro, y una vez me llamaron y me dijeron: “no recomiendes más este libro, porque ya no nos quedan”. El libro que más he recomendado. ¿Cuál es tu autor favorito?

Massimo: Esa es una pregunta difícil, porque es difícil tener uno con todos los que hay. Pero digamos uno entre los que he leído más recientemente, y ese tendría que ser Séneca y es porque su forma de escribir es muy bonita. Si puedes leer latín, eso ya sería ideal porque su latín es muy bonito. Pero incluso sus traducciones…unos compañeros de trabajo dicen que es imposible traducir mal a Séneca porque su lenguaje es tan claro y tan bonito que no puedes tener una mala traducción de Séneca. Esa sería mi elección.

Isra: ¿Qué regla cambiarías en el mundo actual?

Massimo: ¿Qué regla cambiaría? Posiblemente la noción de que debemos tener reglas en primer lugar. Creo que la vida es demasiado complicada como para tener reglas, deberíamos ser más flexibles. De hecho, es una de las ventajas de la ética de la virtud frente a otros tipos de aproximaciones a la ética que pueden ser encontradas en la filosofía moderna.

La otras dos grandes son el utilitarismo, la noción de que deberíamos maximizar la felicidad de otras personas y evitar su dolor. Y la deontología kantiana, la noción de que existen reglas universales que suelen dictar que debemos hacer.

Una de las ventajas de los estoicos y de otras escuelas de la ética de la virtud es que hace ya más de 2000 años que se dieron cuenta de que la vida es demasiado complicada como para poner reglas. Por lo que la regla 1 para mí sería: no hay reglas. Tienes que mirar cada situación y averiguar qué es lo mejor para qué.

Isra: Muchas gracias. ¿Cuál es tu objeto más preciado ahora mismo?

Massimo: ¿Te refieres en términos de valor monetario o que cuál me importa más?

Isra: Utilitario (del utilitarismo), o útil, quizás.

Massimo: Útil, quizás. No tengo nada que sea útil que me preocupe demasiado, porque las cosas útiles pueden ser reemplazadas. Pero sí tengo una lámpara romana del siglo II, de cuando Epicteto estaba vivo. No vale demasiado, apenas unos cientos de dólares, pero es uno de mis objetos favoritos. Lo estoy mirando ahora mismo.

Está al lado de mi mesa y es una de esas cosas que coges a veces y piensas: wow, eso mismo fue usado por gente hace 2000 años (Isra interviene diciendo: por la gente que estamos estudiando ahora mismo). Exacto, por el tipo de gente que estamos estudiando ahora mismo. Y ahora lo tengo aquí, en mi apartamento de Nueva York, a miles de millas de distancia y 2000 años después.

Isra: Siguiendo con las preguntas rápidas. ¿Cuál es tu pasión fuera del estoicismo? ¿Qué otra pasión tienes?

Massimo: Escribir, por supuesto. Paso mucho tiempo escribiendo sobre las cosas de las que hemos hablado desde el principio,  Escribo sobre escepticismo moderno, sobre pseudociencia. Obviamente escribo sobre filosofía general. Pero sí, escribir en general. No pasa un solo día sin que escriba.

Isra: Me gusta. ¿Cuál es la canción que más has escuchado, que puedas recordar?

Massimo: Probablemente diría Monty Python – The Bright Side of Life (El lado bueno de la vida). Es una canción que cantan al final de La Vida de Brian, la película, y dice que miremos el lado bueno de las cosas, y lo gracioso es que cuando lo cantan están todos siendo crucificados, pero están cantando esta canción feliz, mira el lado bueno de la vida. (Isra interviene diciendo: eso es estoicismo). Es una canción divertida, de un gran grupo de comediantes.

Isra: ¿En qué filósofo te gustaría convertirte? Si pudieras elegir uno, ¿cuál sería?

Massimo: Ese tendría que ser Epicteto, no hay ninguna duda.

Isra: ¿Tu mayor sueño, Massimo?

Massimo: Seguir viviendo la vida que estoy viviendo ahora mismo, rodeado de buenos amigos, familia, esposa, en un gran lugar como Nueva York, haciendo lo que me encanta hacer. No es realmente un sueño, es la realidad.

Isra: ¿Cuál ha sido tu fallo más grande?

Massimo: Mi fallo más grande ha sido no haberme dado cuenta ni entender antes que hay una forma mejor de hacer las cosas hasta que me equivoqué más tarde en mi vida. Todos estos cambios sobre los que hemos hablado pasaron cuando ya estaba a finales de mis 40 – principios de mis 50, y me hubiera gustado que de alguna forma hubieran ocurrido antes porque cometí una serie de errores, como todo el mundo, no estamos hablando de nada grande.

Pero sí una serie de errores que pudieron haberse evitado, mi vida habría sido mejor, habría sido un mejor ser humano si hubiera encontrado este camino unas décadas antes. Pero bueno, uno de las nociones estoicas es que no tiene sentido arrepentirse de las cosas porque no tienes control sobre el pasado. El pasado ya se fue y no puedes hacer nada al respecto, y no tiene sentido arrepentirse de las cosas.

Isra: ¿De qué te sientes más orgulloso?

Massimo: De mis libros, en términos de lo que puede ver el público general, y de mi hija, en el plano personal. Es una mujer joven, lista y tiene éxito.

Isra: Enhorabuena. ¿Cuál sería tu mensaje final para cualquiera que esté escuchando este podcast, escuchando tu experiencia, aprendiendo de ti…cuál sería tu mensaje final?

Massimo: Bueno, no te va a sorprender mucho (risas). El mensaje final sería que hay cosas que dependen de nosotros y cosas que no, y ser capaz de diferenciarlas, enfocándonos en las primeras y aceptando las segundas con ecuanimidad es la clave para tener una buena vida. 

Isra: Eso marca toda la diferencia. ¿Hay algo más que te gustaría añadir, Massimo?

Massimo: No, simplemente, gracias por invitarme. 

Isra: El placer es mío. ¿Dónde puede encontrarte la gente, online, para saber más sobre ti?

Massimo: Mi presencia principal online es en Twitter, mi cuenta es @mpigliucci. También tengo otro sitio online donde puedes encontrar prácticamente todo lo que hago, todo lo que escribo, mis libros, etc y es massimopigliucci.wordpress.com.

Isra: Massimo, muchísimas gracias por compartir tu sabiduría, conocimiento, experiencia con todos los oyentes y conmigo. Somos muy afortunados de tenerte, y buena suerte con tu vida. Eres un gran ejemplo de cómo vivir una buena vida y también una inspiración para nosotros, para seguir este camino nuevo del estoicismo.

Me ayuda mucho y estoy seguro que también a nuestros oyentes. Por lo que, enhorabuena, y estaremos atentos a tus próximos lanzamientos. Los promocionaré y los pondré en las notas del podcast, y trataré de compartirlo aquí en España y también con la comunidad Latina.

Massimo: Muchas gracias, te lo agradezco mucho.

Isra: Hasta pronto, Massimo. Muchísimas gracias.

Massimo: Adiós.

(Fin de la entrevista con Massimo Pigliucci)

Un gracias muy serio a Pepe García por su colaboración inesperada y totalmente desinteresada.

Pd. Si quieres colaborar en transcripciones y traducciones de alguno, varios o muchos de mis podcasts o vídeos, contacta conmigo aquí.

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.