Algo sobre liderazgo personal que considerar:
Anticipar la decadencia, decepción o frustración es algo descorazonador, aun así lo hacemos cada día. Aunque anticipar la agresividad es todavía peor, y también lo hacemos cada día. Algo que solo nosotros decidimos hacer, aunque no lo controlemos.
Son enormes los costes emocionales que tiene el crear expectativas, ideales o la tan fácil negatividad que construimos en nuestros días. El más caro de todo, más que la propia brutalidad contra uno mismo, es el boicot mental. Todo ello hace que no podamos operar (por el supuesto miedo), no podamos invertir (ni tiempo, ni recursos, ni energía, ni dinero) de forma inteligente, imposible que hagamos planes a largo plazo. Y nos llena de pena, cohibiendo nuestra creatividad y autenticidad. Es ahí cuando estamos siendo liderados por las circunstancias.
En cambio, la paz tiene un dividendo. La paz económica, política, interpersonal, mental. Nos ofrece espacio para respirar, para descansar y hacer las cosas incluso mejor de lo que eran.
No es necesario que otras personas pierdan para que nosotros ganemos, ojala en España y otros países Latinos aprendamos esta lección rápido. Y mantener un marcador de quién debe qué o quién gana qué, está sobrevalorado.
En resumen, la mejor inversión que vas a poder hacer jamás, será en paz mental. El retorno es incontable, y lo mejor, el viaje (la forma en la que vivimos cada día) se convierte en el propio destino. Esto solo se puede alcanzar a través de un liderazgo persona férreo, consciente, disciplinado y progresivo.
Ese es para mí, el beneficio del autoliderazgo, aprender a vivir con alma y dirección propia. Crea un espacio resguardado donde hacer el trabajo adentro que marca la diferencia afuera
Recursos:
Atribución imagen: Markus Spiske.