Cuando hablamos de educación y aprendizaje en esta economía conectada hablamos de la necesidad e importancia de los profesores en el nuevo entorno. Casi siempre los crucificamos y lapidamos por su falta adaptabilidad al cambio, liderazgo o comprensión de lo que Internet y la Web Social significan. Hablamos de ellos como los grandes culpables de esta tragedia que significa la educación actual que tanto nosotros como los más pequeños y de mediana edad están experimentando. Incluso en muchos casos los señalamos por la calle como si de un fugitivo se tratase.
Los buenos cambian vidas
Es cierto que los profesores tienen mucho que ver, no digo que no hayan profesores buenos, claro que hay, esos buenos, cambian vidas. Sin embargo, por muy buenos que sean, no conseguirán nada si la persona al otro lado no hace que el cambio suceda.
No es sobre los profesores
No todo es culpa de los profesores, cuando:
- No intentas y vuelves a hacer.
- Te olvidas de poner en práctica lo aprendido desde el minuto uno.
- Pasas de preguntar aquello que no entiendes.
- Parloteas con tus compañeros de clase.
- Entras a clase totalmente aturdido de haber fumado marihuana.
- Llegas tarde.
- Estás allí por que lo paga tu «papa», empresa o tío que no sabe qué hacer contigo.
- El propósito te da igual.
- Quieres el título.
- Memorizas sin comprender.
- Le envías papelitos a la chica de al lado.
- Te esfuerzas por dar lo mejor de ti en cada práctica, proyecto o presentación.
- Escondes tu opinión.
- No levantas la mano.
- Hablas tan bajito que nadie te puede escuchar.
- Desistes en empujar tu trabajo intelectual más allá de lo que pueda aportar el propio profesor.
- Asumes y no cuestionas.
- Declaras derrota.
- Piensas que esto va sobre conocimiento y no actitud.
- Desarrollas capacidades intelectuales sin pensar en las capacidades interpersonales, estas necesitan ser desarrolladas por ti.
- Dejar de exigir y empujar a esa persona que tienes frente a ti.
La estructura actual busca una uniformidad a bajo coste que reúna los más mínimos estándares y eso está asesinando nuestra economía, nuestra cultura y a nosotros mismos. Sin embargo, esto no significa que sea culpa de los profesores, sino de nosotros mismos por permitirnos a nosotros mismos no soñar increíble, no decidir que vamos a hacer qué suceda y por no ser claros con los que vamos a llegar a ser.
Aprender no es algo que te hacen. Aprender es algo que tu decides hacer.
Photo credit: jpazkual.
7 comentarios
Hola Isra!
Hacía tiempo que quería dejarte un comentario en tu blog para felicitarte por tu trabajo: enhorabuena por marcar la diferencia, tanto aquí como fuera del blog.
Me parece que en este post has dado en el clavo remarcando uno de los mayores problemas que existen en nuestra sociedad actual: la dejadez y apatía de los jóvenes frente al futuro.
Soy profesor en un instituto de Alicante, imparto clases en varios Ciclos Formativos de Informática, y la verdad es que yo tengo la suerte de que muchos de mis alumnos están motivados y con ganas de aprender, pero en general los alumnos en España tienen pocas ganas de hacer nada, y así es muy complicado salir adelante.
Por supuesto que parte de la culpa del fracaso escolar actual es de los profesores… también del sistema educativo.
Pero creo que la mayor parte del problema está en los alumnos y en sus familias: ojalá todos los alumnos pudieran verte «in action» para intentar motivarlos y que ellos quieran «hacer que suceda». Es una tarea complicada, desde luego…
Aunque en los planes de estudio no está contemplado que enseñemos a nuestros alumnos el «nuevo mundo de la web social», como es un tema que a mí me encanta y del que intento aprender un poco cada día, en mis clases intento enseñarles a mis alumnos las grandes posibilidades que tienen dentro de la web social. Pues te sorprenderías del poco interés que ponen los alumnos cuando les hablo de lo interesante que es el mundo de los blogs, de las posibilidades que ofrece la economía conectada actual, de que toda la información que quieran la tienen accesible y actualizada en la web social, etc.
A pesar de todo eso, hay que seguir luchando y esforzándose para intentar darles las herramientas necesarias para que crezcan como personas y como profesionales, pero como bien remarcas en tu post, si ellos no quieren, no van a hacer que suceda.
¡Un fuerte abrazo!
Gracias por tu aportación Jorge, no sólo por todo lo que aquí dices, sino por la idea que me acabas de dar, ya he empezado a tratar de ponerla en marcha, si consigo moverla como quiero – hace falta insistir e intentar – te cuento.
Gracias, seguimos,
De nada, Isra: un placer poder aportar nuestro granito de arena para intentar que algo suceda.
Si pones en marcha esa idea que te ronda la mente, y necesitas cualquier cosa, no dudes en contactar conmigo.
Un abrazo.
Algo pasará Jorge, seguimos. Abrazo.
No te voy a quitar la razón de que hay alumnos con el perfil que comentas en el post. Pero yo te contare mi caso concreto ,hace poco termine un modulo de Informática y de 6 profesores que teníamos solo se salvaban dos y uno de ellos no era de los fijos, todos los demás o están acomodados o quemados ,lo que a mí me da que muchos de los que se meten a impartir clases lo hacen por comodidad, seguridad y un sueldo fijo, y recorten o no recorten todos los mese a cobrar.
Pero ojo no dijo que todos se metan por ese motivo.
La verdad si el profesor no transmite pasión a sus alumnos y entusiasmo por lo que hace, como tu bien dices no hay Rock an Roll.
No creo que toda la culpa sea de los alumnos, si nos mas bien del sistema educativo
Español.
Educare conducire. Siempre que entro a mis primeras clases les dico a.mis alumnos el siguiente lema:_Avec toi:_ actitud, voluntad, esfuerzo, constancia, tolerancia, orientacion e interes. No suelen olvidarlo. Ser un buen pigmalion es la.clave. Construir desde sus inquietudes, ya sea en cuestiones de protocolo, matematicas financieras fiscalidad o arte. Son minas, algunas al.aire libre y otras en los bajos fondos. Creo que trabajar con pasion es parte de la clave.
Exacto Rocio, la pasión es la ventaja competitiva que jamás podría poseer una persona.