Una manera de ver lo que haces: «llego a tiempo, incluso antes que nadie. Hago lo que el profesor/jefe/manager me dice que haga, incluso más rápido de lo que espera. Cumplo deadlines, nunca sobrepaso el presupuesto, incluso gasto menos y produzco más con ello, soy un gran trabajador, no paro de hacer cosas y soy leal.»

Siempre hay «otra manera»

La otra manera: «¿qué es lo que no me piden hacer que podría hacer, aprende, impactar y posiblemente fallar (y aún así sobrevivir)? ¿qué es lo que no está dibujado en mi mapa? ¿cuál es el camino fuera del camino? ¿qué es aquello que podría no funcionar pero que siento que debo hacer? ¿cómo podría apartarme del resto siendo auténticamente yo mismo? ¿qué es aquello que no espera nadie que haga y justamente podría hacer? ¿qué es lo que no está en mi «job description» que podría inventar y crear? ¿a quién podría molestar con mi trabajo? ¿para quién no es mi trabajo? ¿a quién puedo atemorizar, qué puedo aprender, cómo puedo ir más rápido, qué tipo de legado estoy creando?»

Es enteramente posible que estés haciendo bien las cosas. Pero eso no quiere decir que estés creando cambio o haciendo que algo suceda (¿ser un Mapmaker?), esa persona que echaremos de menos. para lograr eso, tienes que parar de pensar sobre lo qué haces o cual es tu trabajo y empezar a pensar sobre qué sucede a tu alrededor, tu punto de vista y tu misión.

Probablemente trabajes en algún sitio que no te de opción más que a hacer lo que se te dice. Probablemente hagas algo que no tienes más remedio que hacer. Si eso es cierto, me pregunto por qué alguien con tu potencial aun sigue ahí…

En esta nueva economía conectada, la naturaleza del trabajo está anticuada. Hacer algo bien (puedes colocar aquí «hacer bien tu trabajo» si quieres) no es garantía de seguridad, progreso o encantamiento.

Photo credit: Javi Adame.