Incierto es más cierto que nunca. Incierto es el nuevo estándar. Sí, incierto es el presente y el futuro ¿Cómo te deja este hecho?
No estás listo para esto.
Nadie te avisó.
O te avisaron y decidiste seguir viviendo en tu mundo “feliz”.
Todo es incierto. Va a seguir siéndolo. Será incierto.
Te enfrentas a algo desconcertante y que no sabes cómo parar.
No es necesario que te preocupes por estar en peligro, porque ya lo estás.
El caos arrasará con aquello que has tardado años (o toda una vida) en construir.
La parálisis del miedo, a no saber que hacer o decidir, consumirá tus energías.
Vas a sufrir, o ya estás sufriendo. Aunque más inquietante todavía es el hecho de que la gente que amas sufrirá.
Tu trabajo se esfumará, si no lo ha hecho ya. Los negocios han dejado de ser negocios, al menos por un tiempo.
Un nuevo set de reglas ha entrado en juego. El problema es que todavía no las conocemos.
El juego cambia, los jugadores cambian, el contexto cambia. El resultado está cambiando.
La reinvención ya no es una opción, sino un imperativo.
La disrupción ha interrumpido aquello que conocías como“habitual” o “usual”, ahora no sabes dónde estás.
Esta revolución destroza todo lo que conoces y habilita lo que antes parecía impensable.
Es y será incierto
¿La solución?
¿A caso alguien dijo que la hubiera?
Ve a por todo y a por todas. Haz lo que esté a tu alcance para no dejar de estar en movimiento.
Haz el bien en todo momento.
Permanece íntegro/a.
Prepárate y endurécete, mental, física, emocional y espiritualmente, para cualquier cosa, sobre todo para lo que ocurra durante y después que se destape esta olla a presión donde estamos todos contenidos.
Da amor y recibe amor, en cualquiera de sus formas.
Haz lo que tengas que hacer, no esperes. Nadie puedes garantizar tu seguridad ni subsistencia.
Nadie puede estar preparado para navegar con éxito entre la incertidumbre del caos, a menos de que esté dispuesto a dejarse la vida en ello, por el/ella mismo/a y por los demás.
Atribución imagen: Bible.com.