Hay grandes profesores, profesores que cambian vidas. Sin embargo, cada vez es más difícil encontrarlos, hoy cuando más lo necesitamos, es cuando más escasean, no hay suficientes, necesitamos más. Lo que no estoy muy seguro es que necesitemos más funcionarios que vayan al colegio o universidad a meramente hacer su trabajo, cumplir con sus obligaciones, impartir la lección, corregir exámenes y otorgar una puntuación, a ganarse el sueldo. Esta gran y respetable figura tiene en sus manos una de las mayores responsabilidades del mundo, moldear, educar y hacer crecer a nuestras futuras generaciones potenciando su personalidad, actitud, experiencia y habilidades núcleo.
Insisto, hay fantásticos profesores que cambian vidas. Exacto, todos hemos tenido algún profesor así, recuerdo con una tremenda diferencia, mientras estudiaba en UCA (EE.UU), a Amy Hawkins, profesora de liderazgo, RRPP, persuasión, campañas y relaciones interpersonales. Su trabajo, pasión, ilusión y atención creó algo que me ayudó a cambiar y mejorar algunas cosas. Dejó algo dentro.
Esto es genial, pero por alguna extraña razón, únicamente recordamos uno o quizás dos de estos profesores. Trabajemos porque nuestras futuras generaciones recuerden 12 o 15 de 30 o 40 que pasen por su vida y dejen algo imborrable en ella. Sería una gran estadística. Sería un gran cambio.
Photo credit: Teacher E.
10 comentarios
Como universitario me he encontrado con las dos caras de la moneda. Profesores que, aunque no te guste su asignatura, transmiten su ilusión por trabajar y profesores con los que nos logras conectar. Ni con el ni con sus métodos. Creo que el hecho de poseer un trabajo con sueldo fijo les ha otorgado cierta tranquilidad que se ha derivado (repito, en algunos casos), en una pasividad a la hora de enseñar.
Como tu dices, profesores que te hayan marcado se cuentan con los dedos de las manos. Quizás sea necesario replantearse la forma de enseñar.
¡Un abrazo!
La educación actual está basada en un modelo industrializado, ahí está la explicación Alejandro. De acuerdo contigo en lo que dices, gracias por la aportación.
Una pena que la UCA española (Universidad de Cádiz) no tenga el nivel de esa UCA 🙂
La verdad es que da pena que en el (supuesto) más alto escalafón de la enseñanza haya profesores que no transmitan prácticamente nada provechoso a sus alumnos. Como bien dices, los profesores pueden con un pequeño fogonazo encender un fuego dentro del alumno que le empuja a comenzar proyectos y evolucionar, pero yo de esos he conocido muy pocos por desgracia.
La forma de enseñar debe cambiar y debemos dejar atrás esos temarios estrictos y cerrados y abrirnos al debate, experimentación y sobretodo la práctica. Pero para que eso pase, especialmente en este país, queda bastante.
¡Un saludo! 🙂
Profesor puede ser cualquier persona, objeto, situación…aunque hay profesores más propicios para algunos momentos. El problema está más en el que quiere ver. Hay un patrón social de reconocimiento de estos talentos…que precisamente es una barrera para verlos, pues en estos momentos, lo que aporta desarrollo real ha cambiado completamente de perspectiva. Es como hablar del mundo clásico y el mundo cuántico en física. Dos puntos de vista de la realidad completamente distintos, y el que está absorbido en uno, no ve ni se imagina la existencia del otro.
La educación se ha usado como vara para homogeneizar a todos iguales. Cuando debería potenciar y facilitar el camino de los diferentes sueños y capacidades de cada uno. Saludos 😉
De dónde saco la energía?… Soy parte natural de esa filosofía, generar cambio, provocar la crisis, estimular «despertares».
Pero la energía vital… daría oro por tenerla ahora como a los 30. Cle
Busca en la pasión y la ilusión, ahí está la clave de la energía Cle.
La Educación no debe consistir en enseñar a memorizar ni a ser «uno más» del rebaño, debe inspirar a ser curiosos de por vida!!
i love it!