Qué aprendes cuando vives 4 meses sin redes sociales

Después de los resultados, conclusiones y descubrimientos al finalizar Social Media OFF, estas últimas semanas he trabajado en los aprendizajes finales que me llevo del experimento de desconectar de social media durante cuatro meses.

Cuando decidí dejar las redes sociales, fue solo para un mes, al principio. Parecía algo excitante después de tantos años conectado. ¿Por qué dejar social media? ¿Perderás oportunidades? ¿Cambiará algo? ¿Estás seguro sobre la decisión?

A día de hoy sigo sin estar seguro de si haber vuelto a las redes sociales ha sido una acción acertada. Sigo teniendo bastantes dudas. Desconectar de social media ha sido un gran acierto para mí.

Desconectar de social media – el experimento

Hay muchas preguntas que a día de hoy todavía sigo formulándome. Sin embargo, después del experimento, estoy 100% convencido de que se puede vivir sin usar ni estar en social media. Esto de forma individual es poderoso, porque apartarte de la corriente te ayuda a estar dispuesto a aceptar cualquier cosa que venga. Después de todo, no necesitamos ni la mitad de lo que este mundo conectado nos da y hace creer que es imprescindible. Después de todo, no sabemos quiénes somos, no sabemos dónde vamos, ni siquiera cómo vamos. ¿Cómo entonces vamos a saber extraer el valor del ruido para utilizarlo como impulso en nuestra profesión o empresa?

La cuestión es que la mayoría piensan que están haciéndolo bien.

Falso.

Después del experimento y al descponectar de social media por completo, estoy repensando algunas áreas.

  • Comunicación: no veo sentido a comunicar por comunicar. El mero hecho de tener que aparecer siempre para que no te olviden. No lo creo. Si cuando apareces generas impacto positivo, será difícil que te olviden.
  • Marketing: la mejor forma de hacerlo es mostrar el resultado del trabajo que a diario hacemos. Sin ser pesados, sin ser pedantes. Cuando dejas de pensar en hacer marketing y te centras en encantar a tu cliente, la magia sucede. No hace falta tanta promoción.
  • Mensajes: no necesitas decir más de lo que es. La cuestión no es atraer, la cuestión es solo mostrar el resultado del trabajo.
  • Contenidos: crear contenido no para agradar,, no para captar, no para convencer. No, contenido para inquietar, impulsar, educar e incomodar.
  • Plataformas: mismos contenidos en mismas plataformas te aburre a ti e incluso a mí mismo. Frescura de recursos distribuidos según la naturaleza de la plataforma.
  • Seguidores: la mayoría de usuarios hoy en día apenas leen Tweets, apenas se detienen en los posts de Facebook, no se fijan en cada foto o video en Instagram. Cuando prestas atención, en la mayoría de los casos, no es a quién desearías… ¿Qué sentido tiene seguir a personas que podrían estar «apropiándose» de tu tiempo?
  • Atención: cada día queda menos atención, todos somos más selectos, pero – conectando con el punto de arriba – seguimos sin valorar. Estamos conectados a demasiadas fuentes, a demasiados contactos profesionales, a demasiadas suscripciones, páginas o a influencers.

Aislado y con redes sociales

Es posible y no muy difícil. La ventaja de aislarte de toda esta historia es que podrás centrarte en vivir tu vida (y no la de alguien a quién te gustaría parecerte). Desarrollar tu trabajo con una gran destreza. Dedicar más tiempo a tus hijos. Emplear recursos en crecer.

Nada de esto está reñido con permanecer humano. Puedes no seguir a nadie, no leer ningún tweet, no entrar a las redes sociales a cada hora y no tener Whatsapp y todavía puedes ser una persona que se esfuerza por ayudar a los demás.

La llave para conseguir desconectar de social media y seguir trabajándolas, es dedicar un tiempo cada semana o cada dos semanas. En ese tiempo interactúas con clientes, comunidad o amigos, respondes preguntas y facilitas las cosas. El tiempo restante, entra y haz el trabajo (profesional) que tengas que hacer, cuando acabes sal de las redes sociales sin distraerte ni lo más mínimo.

Que te diría en base a lo que yo mismo estoy haciendo:

  • No leas ningún tweet.
  • No te fijes en ningún post de Facebook.
  • Pasa de la línea del tiempo de Instagram.
  • No te detengas en la actividad de inicio en LinkedIn.
  • Ignora los vídeos graciosos de Snapchat.
  • Entra una vez por semana a las redes sociales.
  • Cuando por motivos profesionales tu trabajo esté ligado muy de cerca al mundo digital. Utiliza un flujo de trabajo como este.
  • Interactúa solo en el tiempo habilitado para ello.

Social media no es «tiempo libre» es «tiempo perdido». Desconectar de social media es algo que podrías consdierar.

No estás para la gente invisible

Otra de las claves del experimento de vivir sin redes sociales es que te enseña a que podrías no estar y las cosas no cambian. La mayor parte de la población no te echará de menos. Sin embargo, aquí viene el factor decisivo. una pequeña cantidad de personas si te echarán de menos. Esas son las personas para las cuales tienes que trabajar, ignora al resto.

¿Qué me ha enseñado desconectar de social media?

desconectar de social media

6 aprendizajes principales al desconectar de social media:

1. Nadie mejor que yo mismo

«El deseo de ganar, el deseo de ser exitoso, la urgencia de alcanzar tu potencial absoluto… estas son las llaves que abrirá la puerta de la excelencia personal» – Confucio.

Cuando no hay nadie a quien compararte, cuando nadie te da aprobación a través de un comentario. Entonces puedes hacerlo tu misma/o. Me he dado cuenta de que no hay que hacer caso a nadie más que tu intuición y las 5 personas más importantes de tu vida.

Sin redes sociales, de forma inconsciente, vives sin aprobación, ni reafirmación, porque no tienes nadie que va a decir si lo que has dicho / hecho es bueno o no. ¿A quién le importa?

2. Encontrarme mejor a mí mismo

En las redes sociales todo el mundo tiene una opinión. Todos son expertos en varios campos. de una manera u otra acabas siendo infectado por esas «opiniones».  Cuando vives sin redes sociales, la única ayuda que puedes recibir es la que tú busques. Si decides no buscarla, no tendrás recursos, ni ruidos que dictarán qué puedes hacer y que no puedes hacer. Tendrás la oportunidad de dejar de compartir con otras personas y conocerte mejor a ti misma/o.

3. Crecer en silencio

Si no tienes que estar continuamente comunicando que estás haciendo, que vas a hacer y qué hiciste, nadie lo sabrá. Sí, a lo mejor no es un gran beneficio. A menos de que sí lo sea, porque aunque tú no lo comuniques, no vas a parar de seguir haciéndolo. Por lo tanto, no dejarás de crecer, solo que el resto no lo sabrá. No es necesario, el resultado hablará (hoy o mañana) por ti.

Leer libros, experiencias vitales, experimentos, negocios, proyectos, educación, logros, fallos, etc. Aprenderás, crecerás, ganarás, sabiendo que lo haces por ti y no por mostrarlo al mundo.

4. Amigos de verdad

Eso es lo que tendrás cuando dejes de relacionarte por Facebook Messenger, Whatsapp o derivados. Empezarás a tener más contacto personal con las personas y apreciarás más los momentos juntos. Harás más con ellos, incluyendo familia. Compartirás más experiencias.

No es necesario que hable de la tranquilidad que significa ir a un sitio y no tener que hacer 10 fotos de cada ángulo del restaurante. ¿Cierto?

5. Estarás más presente que nunca

Porque no vivirás más en el país de «qué está pasando en el día de ________ en Facebook o Instagram». Tampoco vivirás anclado a «qué ha dicho _____ en Twitter» o «¿Cuál será el vídeo de ________ hoy en Youtube».

Esto significa que estarás pendiente de disfrutar de cada instante de las 24 horas de cada unos de tus días. Buen intercambio ¿no?

6. Desarrollarás una relació más sana conmigo mismo

Tener cero compromisos digitales te ayudará a estar más cerca de ti mismo/a. Te darás cuenta de que estás tú Vs. tú y que si quieres que algo suceda, tendrás que hacerlo suceder tu mismo. La compasión, empatía y trato será más sano porque no tendrás que estar machacando por conseguir más que _______ o ________.

7. No perdí mi trabajo

Incluso aunque te dediques a marketing y la economía digital como lo hago yo. Porque si profesionalmente tienes que usar las redes sociales, adelante, vé, hazlo, genera resultados. El desencantamiento no está en usarlas profesionalmente, está en usarlas personalmente. Si fueras honesto contigo mismo, la bofetada de realidad de este punto sería fuerte.

Conclusión

Desconectarte del mundo digital y desconectar de social media es enriquecedor. Justamente porque al desconectar de un mundo conectas con otro, que dependerá del estilo de vida que lleves.

Ojalá pudiera aconsejarte (de forma no solicitada) que dedicaras dos o tres semanas a un experimento de este tipo. Esa sería la prueba de si algo así funciona o no.

Atribución imagen: Lennert Luypaert.

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