Social Media OFF – fin de experimento a los 113 días

Hoy pongo fin al experimento Social Media OFF, tras 113 días de abandono completo en las redes sociales. Han sido casi cuatro meses de desconexión, una especie de experimento Social Media Detox. Viviendo fuera del ruido y de la señal. Ignorante a Facebook, Instagram, Twitter, Pinterest, Google+ o LinkedIn. Sin preocuparme por lo que podría pasar o lo que no podría pasar en social media. He vivido aislado a ese mundo que había estado conectado desde 2008.

experimento abandonar las redes sociales - experimento social media detox

El hábito de romper radicalmente con tus propios esquemas

Salir de las redes sociales no era por abandonar social media. Era por continuar rompiendo, de forma radical a poder ser, con mis estructuras mentales, hábitos, comportamientos y creencias.

¿Por qué romper mis propios esquemas? Porque es la mejor forma que conozco de aprender y crecer de una forma distinta a lo habitual. Porque esto obsesionado con experimentar y por lo tanto con mejorar. Ambos son sinónimos, el uno del otro. Un experimento Social Media Detox podría ser una nueva forma de volver a intentarlo.

¿Escapas de algo Isra?

Estaba decidido a cambiar la respuesta de esta pregunta: ¿Haces las cosas para vivirlas / sentirlas o por comunicarlas? respuesta cambiada. Misión cumplida.

Escapaba de la respuesta obvia. Buscaba escapar del aburrimiento. Escapaba de la mediocridad, negatividad, hipocresía, invulnerabilidad, falsedad y crueldad que hay en las redes sociales. Decidí escapar siguiendo mi instinto, y tomar una pausa, que al mismo tiempo serviría como un experimento para medir qué impacto tiene social media en nuestras vidas personales y profesionales. Tanto positivo, como negativo, no creo que sea neutral. El mes de experimento se alargó a más de 110 días, para mi sorpresa, deleite y gracia.

Date una vuelta por social media

Dime si algo de esto te suena:

El sentimiento de no saber cómo usarlas eficientemente.

La sensación de no poder medir qué es lo que otros pueden esperar de ti o de tu empresa.

Aburrimiento. Lo de siempre con la misma historia.

Un volumen de información, actividades, personas y contenidos imposibles de digerir.

Emociones incómodas y contrarias.

Duda. Miedo. Dolor.

Soledad. Ansiedad. Ira. Ultrajes.

Insatisfacción.

A veces ni siquiera te das cuenta. Tienes unos minutos y ya estás en Instagram. ¿Por qué no comprobar qué le ha sucedido a tu instagramer favorita?

En esos momentos donde no estás conforme con tu vida, no hay problema. Puedes evadirte y vivir feliz a través de las vidas de otras personas a las que te gustaría parecerte. Cuando te sientes vacía, puedes sentirte realizada ayudando a alguien ahí fuera.

Cuanto te sientes solo, podrías conectarte a Tinder y sentirte menos solo.

Por una persona que reta tu punto de vista, puedes encontrar diez o veinte papagayos que lo refuerzan como si una cámara de eco se tratase.

Si lo haces bien, puedes compartir tu éxito y entonces recibir validación externa sobre cómo de grandioso eres.

Realizar un experimento Social Media Detox porque está de moda. Aunque no sepas el propósito.

Espera, el problema no es de usar o estar en las redes sociales. Éstas juegan un papel natural como una vía de escape. Es como comprobar el email sin cesar. El problema es que podríamos estar utilizando social media para escapar. Del presente, de nosotros mismos, de enfrentar el trabajo que necesita ser hecho, de responsabilizarse por liderar o de mirar de frente al fracaso. Entre otras razones.

Que podrías descubrir si dejas las redes sociales

Voy a hablar de los descubrimientos antes de volver al mundo conectado del experimento Social Media Detox – Social media OFF. En unos días haré una valoración después de ver qué es lo que ha sucedido y qué no en todo este tiempo.

  • No utilizar las redes sociales me ha ayudado a tener un enfoque máximo en casi todo lo que hago al día. Ya sea trabajo o no. Al estar más concentrado saboreas, aprovechas y produces más, en menos tiempo.
  • Cuando no utilizas las redes sociales no sucede nada mágico. Solo te quedas sin excusas. Sin escapatoria. Ahora estás en un cara a cara más directo con tus emociones. No escondites. No filtros, no reparos. La única cosa que puedes hacer es ser real contigo misma, no importa qué.
  • Si no tienes nada que contar o compartir vía Internet, puedes dedicarte a bailar con el instante. Vivir despierto. No persigues objetivos de publicación. No tienes un plan, porque no funciona. Da igual que pretendas ser de una manera que no eres, no tienes espectadores que se están fijando en ti. Tu vida es tuya, no de tu comunidad. Tu y la gente que esté a tu lado. Entonces aprecias la falta de transparencia y honestidad que ocurre cuando equiparamos nuestras vidas reales y digitales / ficticias. Ayer, estaba en la playa con una amiga, ella defendía no enseñar lo malo en las redes sociales para no mostrarte débil y no cargar el entorno con negatividad o pesimismo. Necesitamos un replanteamiento de debilidad o pesimismo.
  • Quizá podrías descubrir que no eres la misma persona en tu casa en pijama, que la persona que lanza tweets oportunistas.
  • Cuando abandonas las cosas a las que has estado atado (aunque sea mínimamente) rompes hábitos y con ello te sientes más ligero. Empiezas a darte cuenta a qué sabe hacer las cosas sin tener que pensar en cómo lo vas a mostrar al mundo para quedar en buen lugar.
  • Sin redes sociales dejas estar ocupado. Pasas a ser más ultraproductivo que nunca. Porque apartas la principal distracción que hoy, junto al smartphone, posee el ser humano.
  • Imagina no invertir tanto tiempo en: qué fotos vas a realizar y qué va a acompañarlas, qué vas a decir en el vídeo, cómo de ingenioso va a ser tu tweet, cuantas publicaciones realizarás. Cómo vas a decir algo de manera sutil y que tu comunidad se lleve el mensaje que quieres que retenga. ¿Es necesario? No sabría responder a esta pregunta, pero sí podría decirte que cuando no utilizas las redes sociales por un tiempo, te das cuenta de todo lo que consumen estas «pequeñeces».
  • No es necesario eliminar las APPs de tu smartphone o accesos desde PC, solo se trata de ser autodisciplinado y entrenarte a ti mismo/a para no caer en la tentación.

Resultados cualitativos

En mi caso particular:

  • Desarrollo personal y profesional, si quieres. A ver, después de todo, abandonar las redes sociales no es un hallazgo, pero su efecto es sorprendente. Principalmente porque dejas de estar «con todo el mundo» y pasas a permanecer contigo mismo/a. Es la pieza del puzzle que falta para empezar a andar el camino del autodominio.
  • Muchas menos personas y marcas requiriendo tu atención, significa mucho más tiempo para dedicar a aquello que tu elijas / decidas.
  • Sin tantas distracciones como suponen las redes sociales – sí además de oportunidades profesionales, lo sé. Tienes más tiempo para permanecer presente. Si a esto sumas no tener WhatsApp, dominar el email, no prestar mucha atención al smartphone y otros mecanismos. El resultado es incluso alarmante. Preocupante incluso, y alarmante porque te das cuenta todo lo que estaba escapando cuando permaneces aunque fuera un poco vinculado al mundo «social». Menciono que aplicaba un sistema que me había ayudado a reducir de forma drástica el tiempo dedicado a las redes sociales.
  • Mucha más claridad al discernir qué es lo importante en el trabajo (y en la vida) y qué no.
  • Oportunidades de negocio perdidas. Seguro que alguna, pero otras más bien aprovechadas que estar seducido esperando que algo grande venga a ti a través de Instagram.

El experimento Social Media Detox no es un desintoxicante, sino una forma de salir de esta burbuja.

Resultados cuantitativos

Esto es lo que sé hasta el momento: mi mundo no ha explotado. Me explico:

  • No he comprobado las redes sociales todavía, pero adivino que o he ganado algunos pocos de seguidores o he perdido un fragmento importante de comunidad, engagement, alcance y viralidad. En todas las plataformas.
  • El tráfico de mi blog ha descendido en un 35%. Las suscripciones subieron en el primer mes, incrementaron en el segundo y empezaron a descender en el tercer y cuarto mes. Las fuentes de tráfico apenas dirigían visitantes hacia isragarcia.es. Esto quiere decir que he perdido fuerza e impacto.
  • En los últimos dos meses he recibido menos propuestas de negocio: consultorías, conferencias, talleres, servicios de agencia, marcas. Podría pensar que es por el verano, o no. No me excuso, ni me defiendo. Neutral. Los resultados son los resultados.
  • Sin embargo, el indicador clave, la cuenta bancaria, está en el punto más álgido que ha estado desde que empecé mi carrera profesional. Lo cual me da un poco de ánimos a pensar que no ha estado tan mal.

La parte que más me provoca: ¿cuanto te importan los núneros? Un día ganas y otro pierdes. ¿Qué puedes controlar y qué no? Ahí está el factor crítico.

Próximos pasos

Vuelvo a social media, hoy, a experimentar de nuevo y utilizarlas de la forma más profesional que pueda. Muy muy poco o nada personal. Sí con objetivos de negocios. La segunda parte del experimento Social Media OFF empieza ahora, lo que podría ser el experimento Social Media ON. Ver después de haber estado fuera del juego, cuanto partido soy capaz de sacarle a estos artilugios de comunicación, marketing y negocios. Usándolos solo como herramienta de trabajo importante. ¿Será viable? Tomaré un periodo de entre cuatro y seis meses para ver cuánto rendimiento puedo sacar cuando voy con la intención expresa de rentabilizar las redes sociales.

Minimiza la intrusión de las redes sociales en tu vida, vivirás y trabajarás más tranquilo/a. Encontrarás más paz, menos distracciones, menos daños colaterales y con todo ello, más libertad y ligereza. Que al final es el objetivo último (al menos el mío).

Seamos honestos con quiénes somos y qué somos, ahora, todavía que estamos a tiempo de no seguir engañándonos.

Experimento Social Media Detox / OFF

No es el fin del mundo, de hecho te voy a decir que he encontrado pocas cosas tan reconfortantes como vivir aislado de todo. Primero porque nada te alcanza, ni lo malo, ni lo bueno, obvio. Segundo porque pasas más tiempo contigo, y si quieres crecer y conseguir algo digno, vas a tener que trabajar contigo. Creo que durante estos cuatro meses he obtenido de las mejores derrotas y las mejores victorias de los últimos años. Sin redes sociales, sin poder alardear de ellas. Vaya.

Voy a realizar una afirmación que es atrevida incluso para mí, siento que he avanzado más en 110 días que en estos dos últimos años. Y si vienes leyendo este blog, sabrás que han habido avances significativos en todo este tiempo. Pues bien, sí ha sido. He encontrado tranquilidad, pausa, paz y ligereza. Hay otros precedentes de otras personas.

¿Qué podrías encontrar tú con un experimento Social Media Detox de este tipo? Quien sabe.

Creo que solo con eso ya merece la pena hacer la prueba, ¿no crees?

Atribución imagen: Tomorrowland.

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11 comentarios

  1. Welcome back! El proyecto es una pasada, la vuelta promete! Abrazo Isra

  2. Hola Isra, lo primero enhorabuena por el proyecto. Me parece realmente interesante y sobre todo si se saben sacar conclusiones y medir los resultados tanto cualitativa como cuantitativamente. Quería hacerte una pregunta:
    ¿notaste algún tipo de síntoma de adicción o necesidad de volver a las redes sociales? Es una parte interesante a tratar y tener en cuenta.
    Muchas gracias y seguiré atento la segund parte del proyecto.

  3. Rodrigo, agradecido.

    A tu respuesta, no, en absoluto, lo cual me sorprendió. Creo que fue porque he ido de usarlas más a menos en los últimos años, más enfocado y más consciente. Creo.

    Lo que sí estoy siendo escéptico conmigo mismo es ahora que he vuelto ¿merece la pena? Lo veremos en unos meses.

  4. Que buena experiencia. Llegue a pensar q eras una programación más de alguna app, no entendía cuando vivías y tenias tiempo para ti. Descubrir cosas en el OFF con las q luego poder alimentar tus redes. Enhorabuena por el experimento.

  5. Añadiría May; descubrir, sentir y vivir fuera de las redes sociales con las que alimentarte a ti y no a tus redes, guardártelas para ti y ya.

  6. No todo se tiene que compartir. Pero es necesario un OFF que nos nutra de realidad. Enhorabuena otra vez

  7. Enhorabuena Isra. Yo también estoy experimentándolo ahora y mi productividad se ha disparado. Todos esos tiempos muertos que pasaba en las redes sociales los he suprimido de forma drástica y certera. Sólo accederé a los nuevos post de blogs que sigo. Ahora me doy cuenta de cuánto tiempo realmente empleaba en cosas nada productivas. Muy interesantes las conclusiones y más aún cuándo tengas los datos definitivos, ya que sólo midiendo los mismos podemos obtener ese fedback, fundamental para depurar y enfocar la estrategia. Gracias por compartir estas experiencias. Un saludo.

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