Acabamos desestabilizados o maltrechos porque lo que ocurre, primordialmente, es que algo o alguien nos hace perder el alineamiento con nuestro centro. Aunque en realidad eso sucede porque nosotros permitimos que personas o situaciones nos muevan de ese espacio ecuánime, infranqueable y virtuoso. Por eso es esencial saber cómo encontrar tu centro.
El centro de un ser humano es el resultado de la conjunción de su sistema de valores. Es el lugar donde permaneces inamovible, inalterable e imperturbable no importa qué. Solo hay una forma de acceder a este espacio tan puro y poderoso, desde tu propio interior, enfocando tus energías en no salirte de los estándares que tus principios representan, solo acometiendo las acciones desde ese núcleo.
Sin embargo tu centro va a estar continuamente a prueba, el choque entre interacciones humanas, las situaciones que la vida te presente o cualquier reacción a algo que sacuda tus cimientos, hará que se rompa el alineamiento con el centro. No obstante, en nuestro trabajo volver al sitio donde solo trabajas en aquello que está bajo tu control y en cómo reaccionas a lo que se escapa de él.
Cómo encontrar tu centro – los cuatro pasos a seguir
Para poder estar en tu centro, encontrarlo, no salirte de él y actuar bajo su comando, necesitas revisar ser consciente de los siguientes aspectos:
Primero pregúntate de forma general, ¿cuál es tu centro?. Luego, hazlo de nuevo, en cada situación que pueda representar un desafío, hazlo de nuevo, «¿cuál es mi centro en este caso en concreto?».
Segundo, formúlate esta otra pregunta: «¿Dónde está mi centro en este proyecto/relación/colaboración/problema?» porque de esta forma podrás ver si estabas actuando como un amigo cuando hay una relación cliente-proveedor, o si estás actuando como socio cuando en realidad solo eres un colaborador. Esto te asegura ver con claridad si estás en el sitio adecuado desde donde actuar.
Tercero, una nueva pregunta: ¿Puedes alinear tu centro con el caso en cuestión? Esto te permitirá saber si ese proyecto, contratación, acuerdo, tarea o compromiso puede ser fructífero para ti y tu centro o no. En caso de que no sea posible, abandónalo y dedícate a algo que merezca tu energía. En caso de que sea posible…
Cuarto, responde a: ¿Cómo puedes alinear tu centro con otro centro externo? Esto te ayudará a saber qué pasos tomar, qué cláusulas o condiciones establecer, qué pautas seguir, para llegar al punto óptimo entre tu centro y el de la otra parte.
Ahora tú
Ahora viene la parte interesante, ¿qué hay en tu centro? ¿de qué está compuesto? ¿cuáles son las reglas innegociable que lo forman? Esto es algo que solo tú puedes responder, además de ser un ejercicio de un valor incalculable.
Solo puedo decirte, que es el centro el que hace saltar sobre la adversidad convirtiéndola en una baza a tu favor.
Encuentra tu centro y no te muevas de él, por nada en el mundo.
Atribución imagen: Aftab Uzzaman.