En el mundo de hoy, muchos piensan que el estoicismo es la resistencia al dolor, esfuerzo y sufrimiento sin mostrar los sentimientos que puedan surgir. En absoluto, la filosofía original y sus lecciones estoicas eran más que una actitud.
De acorde a los estoicos, todo a nuestro alrededor opera a través de una red de causa-efecto. Y aunque podríamos no tener control sobre los sucesos que nos afectan, si tenemos el control sobre cómo enfocamos lo que aparece en el camino.
4 virtudes cardinales del estoicismo
La clave está en ver el mundo como es mientras se persigue la automejora, el autocontrol y el autodominio a través de cuatro virtudes cardinales:
Sabiduría práctica: navegar a través de la complejidad con información, lógica y calma.
Coraje: hacer lo adecuado y enfrentar los desafíos cotidianos con claridad e integridad.
Justicia: tratar cada ser humano (y animal) con igualdad y amabilidad a pesar de su posición social o condición.
Templanza: ejercitar la prudencia y la moderación y autocontrol en todos los aspectos de la vida.
Lecciones estoicas para el mundo actual
Basándonos en estos cuatro pilares, y los 10 días de experimento intentando vivir como un estoico aplicado, he extraído algunas lecciones estoicas que son vitales para lidiar con un mundo donde los momentos de alta intensidad, estrés, frustración, ansiedad e inseguridad son algo bastante usual.
Examina tus impresiones: ¿está bajo tu control lo que está ocurriendo?
Recuérdate la impermanencia de las cosas: nada te pertenece, ni tu propia vida, todo es transitorio.
La cláusula reversa: nunca una acción acaba saliendo como está planificado, así que prepárate para el efecto contrario.
Usa la virtud aquí y ahora: cada desafío, obstáculo, miedo y desventaja es la oportunidad para resistir y aprender a bailar con ello.
Para y toma un respiro: examina racionalmente tus impresiones con algo de espacio entre el estímulo y la reacción.
Puede pasarte a ti: lo que ves en otros, un día podría llegarte, así que evita comparaciones, y consejos burdos, establece la lógica de que cuando tú lo vivas estarás en la misma situación.
“La persona que está entrenando para la vida debe buscar siempre mejorar y saltar más alto, así como parar de buscar placer y apartarse del dolor; parar de amarrarse a la vida o evitar la muerte; y en el caso de propiedad y dinero, parar de valorar recibir sobre dar.” – Musonio Rufo.
Pd. ¿Tienes lecciones estoicas para compartir?
Atribución imagen: Uqbar is Back.