Estas son cuatro habilidades núcleo que te ayudarán a mejorar tus habilidades para hablar en público y convertirte en un comunicador más profesional…
1. Practica sin guión y de forma aleatoria
Los días de esquemas, estructuras y discursos escritos están acabados. Aunque las diapositivas todavía siguen resultando, poder desarrollar tu discurso en situaciones naturales e inesperadas se vuelve algo cada vez más y más crítico. Incluso en reuniones con inversores, con el consejo o en presentaciones ejecutivas, por lo que he apreciado, la tendencia va hacia menos tiempo de preparación y más tiempo de debate. Este cambio está escalando hacia reuniones de todo tipo, así como conferencias o charlas. En mi caso, cada día me gusta más trabajar sin presentación y abordar el tema de una forma más natural y auténtica, pero preparada.
La clave: storytelling, espontaneidad y excelencia en la ejecución. Una práctica que puedes seguir es elegir un tema aleatorio al día y practicar delante de una pared en blanco durante 15 – 20 minutos, esto es algo que practico casi cada día. En otras palabras, no necesitas un guión para ser un gran comunicador.
2. Comunica cómo te gustaría comunicar
Muchos de nosotros tenemos esa tendencia a levantarnos y a comunicar en medio de la multitud. Es natural. Para ayudar a conquistar el objetivo de comunicar a audiencias de forma efectiva, primer encuentra algo sobre lo que sonreirás. Si estás agonizando, estás triste, ansioso, frustrado o atemorizado, tu audiencia lo sentirá. Cuando prepares las partes clave, encuentra formas de disfrutar de ello, ya sea inyectando un poco de humor en tu presentación. Formulando preguntas provocadoras, bromeando sobre tus defectos o cuando sufriste una experiencia similar, buena o no tan buena.
Recuerda siempre ser tu mismo. Si pretendes compartir alegría y estás triste, tu audiencia lo sabrá.
3. Utiliza datos concretos
Los números y cifras pueden ser valiosos, pero no importan mucho si no puedes extraer conclusiones cuando los usas. Los profesionales que trabajan en campos técnicos, donde la investigación y el desarrollo lo definen todo, saben cuanta verdad hay aquí. Nunca uses para impresionar. En mi caso, prefiero no utilizarla a que sea usada solo como una cifra que impresiona o queda bien.
Necesitarás explicar las implicaciones de tus datos e información de la forma más concreta posible. ¿Por qué las cifras que has expuesto importan tanto? ¿Qué significan? Si esperas que los asistentes lo intuyen, vas a tener problemas, tu responsabilidad como comunicador es que lo entiendan.
4. Comunicador, mánchate las manos
Esto no va sobre preparar el hablar en público como si estudiáramos para exámenes durante los tiempos de exámenes universitarios. Comunicar no es un proceso tan rígido. Es muy cierto que necesitas saber cuales son los puntos clave que resaltan. Los detalles que citarás y la autenticidad que desprendes. Sin embargo, ser flexible, adaptarse a malas condiciones y tener que “bailar con la más fea» es igual de importante que cuando todo vas bien.
Quizá te das cuenta de que solo dispones de 10 minutos. O que no hay micro. Internet no funciona, el proyecto está estropeado o la audiencia es diferente a la que te explicaron. Incluso que en lugar de 200 personas han llegado 3 personas (historia real). No importa lo que suceda, necesitas y debes mantener esa mentalidad que te ayudará a salir airoso de cualquier circunstancia. Una de las formas de practicar ese tipo de mentalidad es estructurar tu charla de forma que se adapte a cualquier situación. Además de preparar tu mente.
No importa qué, no subestimes la importancia de ser un comunicador/a. Comunicar mejor no sucede en una noche. Requiere foco y entrenamiento. Si te interesas y empiezas a practicar ahora, estarás listo/a cuando llegue el momento de saltar al escenario.
Photo credit: jeanbaptisteparis.