Me gusta ayudar, equipar, aportar valor y cambiar las cosas – a pesar del esfuerzo que todo esto conlleva – sin esperar nada a cambio. Usualmente me gusta hacer cosas por la gente sin que tengan que pedírmelo, me encuentro más cómodo. Sin embargo, a veces no nos damos cuenta de que hay gente que tiene que ser ayudada. Me encanta hacer cosas por la gente cuando ellos no lo esperan. Nunca esperaré ni esperaría nada a cambio, lo siento, no es mi estilo de vida. Cuando hago eso me estoy ayudando a mi mismo, estoy ayudando a mis sentimientos y escuchando a mi vocecita.
La Otra Ayuda
Hay otra clase de ayuda o de favores. Cuando alguien me pide que haga algo, la mayoría de veces, siempre que puedo, lo hago porque me siento obligado a hacerlo y otro tipo de ayuda es aquella hacia gente auténtica que realmente lo merecen. Esto ayuda a otra gente. En ese momento espero y deseo de que esas personas se beneficien de lo que hago por ellas, pero eso no quiere decir que tengas que devolvérmelo. No es necesario, en serio.
Tengo Otro Trabajo
Algo que se ha convertido en una de mis pasiones es buscar a personas que están haciendo un gran trabajo, están esforzándose por perseguir sus sueños, dibujando su mapa o luchando contra las adversidades – nota: aquí no entran celebridades, rockstars, grandes marcas o Twitterstars – En definitiva, gente que no espera que les ayudes, promociones, compartas tu influencia o equipes. Me gusta crear caminos para las cosas que me gustan. Por ejemplo: los episodios Mapmakers.
Uno de mis trabajos es crear significado a otras personas y potenciar su propósito.
Las Relaciones Importan
Hay empresas ansiosas por hacer cosas buenas por sus clientes, con el fin de que ellos se las devuelvan, no es exactamente como funciona la economía de la conexión, atención y compartir. Hay muchas empresas que piensan que estamos en una guerra sin final, piensan que todo es sobre público objetivo, compras, ventas y derrumbar al enemigo. ¿Cómo crees que eso afecta a lo que tu haces? ¿a tu empresa?
Aprendizaje
Cada día que paso fallo una vez y aprendo tres. He aprendido que tenemos mucho más poder para cambiarlo todo del que nos imaginamos, incluidos negocios, empresa y entorno. He aprendido que la felicidad de la gente que quiero importa mucho más que cualquier cosa en la vida. En ocasiones me pregunto si esto lo habrá tenido en cuenta alguna vez algún profesional del marketing o el directo de alguna empresa. Me doy cuenta de que estamos al principio de esta era humano-digital y que la web humana todavía está por descubrir.
He aprendido que mi responsabilidad es seguir, queda mucho por hacer en los próximos años. Estoy dispuesto a seguir, sin duda alguna. De hecho, no puedo esperar a seguir haciendo algo. Mi trabajo se centra en potenciar empresas que creen en las interacciones humanas, y ayudar a personas a hacer de las nuevas formas de comunicación y marketing, la web social e Internet la herramientas para conectar emociones, sentimientos y relaciones con la naturaleza humana que hay en este nuevo entorno. Es esencial mostrar que esto es tan importante como crear ingresos y que los dos pueden en realidad ir de la mano cuando se ejecuta de forma apropiada.
Un Nuevo Trato
Voy a contarte lo que pienso hacer a partir de ahora… Cada vez que me pidas algo o quieras que te ayude o haga algo por ti, tu harás algo increíble por otra persona. Quiero que crees cambio en la vida de otras personas. ¿Por qué? porque eso me haría mil veces más feliz que si lo hicieras por mi y además, sería mucho más práctico que el típico #FF, tweet o email de agradecimiento.
Photo credit: paperblog.
4 comentarios
El fractal de las virtudes 🙂 Cuando lo sientes, no necesitas pactar nada, ni tampoco necesitas hacerlo por algo. Sale sólo, de tu esencia, que es lo auténtico.