Ve ahí fuera, a la web, y encontrarás quizás millones de posts que hablan sobre cómo ser más productivo, aprender las habilidades necesarias para ser un rockstar, maneras de ser un súper-blogger o convertirte en algún tipo de superhéroe – o adquirir algún súper-poder – o quizás las claves de social media para llevar tu empresa al siguiente nivel, seguro. No tendrás problema en absoluto, además esto te aportará algo nuevo y bueno, siempre.
Cómo huir de lo homogéneo
Mi propósito aquí es que te merezcas y conduzcas una vida auténtica, genuina, plena, intensa y alegre. Algo diferente a lo que el sistema te acostumbra. Probablemente esto podría ayudar:
- Busca una pareja y baila tango. O busca una pareja. O baila tango.
- Deja de comer cualquier tipo de alimento de trigo durante un mes.
- Juega al hockey, o monta a caballo, o patina.
- Compra seis o siete o nueve pantalones y camisetas del mismo color y mismo modelo, viste siempre del mismo color, el mismo modelo.
- Toma comida vietnamita.
- Dale un beso a la primera chica (o chico) que se cruce por tu camino (a pesar del riesgo). Mejor que besar a un sapo.
- Atiende Coachela y Burning Man.
- Trabaja 24 horas seguidas.
- Saluda a la gente primero (y aunque probablemente no seas saludado de vuelta).
- Ponte cascos cuando vayas al gimnasio, de manera que nadie pueda empezar a «socializar» contigo.
- Haz que hablas por teléfono cuando veas a esa persona tan pesada.
- Evita las reuniones.
- Trabaja con evernote.
- Flirtea más, el avión, espacio públicos como una estación de tren o una panadería son buenos lugares para hacerlo.
- Usa un perfume diferente al que sueles usar. Las categorías son aburridas.
- Acaba las conversaciones de whatsapp con un punto.
- Envía menos emails, llama más.
- Conviértete en carne de after.
- Bromea sobre tus defectos (en público).
- Busca el permiso en ti mismo.
- No le cuentes tus problemas a la primera persona que se te cruce por el camino.
- Ve al karaoke, canta la canción que te guste.
- Vete a vivir dos meses a una ciudad que no conozcas, pero que te atraiga.
- Es mejor recordar cómo llegaste a casa el sábado por la noche (también recordar quien es la chica que hay en tu cama).
- Viaja en tren.
- Sé un poco manioso, obsesivo y excéntrico.
- Come arroz más a menudo. También miso.
- Pierde dos trenes seguidos.
- Excédete en aquello que ames.
- No tomes drogas, por favor.
- Auto-edita tu libro.
- Arriesga decididamente.
- Compra los alimentos frescos, del mercado.
- Guarda la vergüenza para cuando estés con los suegros (si los tienes).
- Pregunta más de lo que otros desearían.
- Canta en el coche (o en la ducha).
- Muéstrate contudente con las cosas (o gente) que no te gusta.
- Lee libros en Inglés. Aprende otro idioma.
- Rompe tu smartphone antes de irte de viaje.
- Olvida tu pasaporte o documento de identidad antes de tomar un vuelo.
- Aprende a hacer algo que te de miedo.
- Deja de planificar, improvisa, es una gran estrategia.
- Medir los movimientos (y palabras) es para diplomáticos, abraza la espontaneidad.
Estoy seguro que has captado mi mensaje, abraza tus rarezas. Actúa como si fueras heterogéneo, porque lo eres.
Photo credit: Lauren Randolph.
2 comentarios
Es lo que hago cada día de mi vida… y reir y llorar, porque, viviendo así, las emociones se pegan a mis alitas de una forma extraordinaria…
¡Sin ninguna duda! Por que no sólo es que lo merezcamos, sino que es nuestro deber aceptar que lo merecemos… aunque nos hayan enseñado a temerlo. ¡Un saludo!