Primer día de Burning Man Quest (Modo autosuficiencia) finalizado. Etapa de 100 kilómetros, desde Hollywood hasta Palmsdale. Un primer día muy duro, mucho desnivel, para empezar, he ido bastante lento. No he ido cómodo. He estado falto de empuje en la bicicleta. Sin embargo, he fascinado con la conexión con las personas desconocidas, como Andrew Steel y Kym Jackson. Además, he llegado a un lugar donde poder desconectar, trabajar, descansar y dormir. Y además, ya se han recaudado más de $1.200, así que objetivo cumplido.

El ser apoyado de gran manera por personas que están unas semanas no conocía, ni siquiera sabía que existían, me ha dado que pensar. Estoy estremecido por el cariño, la preocupación, el cuidado, la empatía, generosidad y calor recibido en estos días, no solo por Andrew y Kym, sino por mis compañeros de Camp Bang Bang, y cientos de personas que están contactando conmigo. A raíz de esto, he escrito una pequeña reflexión…

Eres algo más, seguro

Admítelo, tú y yo no somos como ellos. Ni nos acercamos. Te vistes como uno de ellos, frecuentas las mismas fiestas, ves las mismas series, comes la misma comida, lees los mismos libros, sigues a las mismas personas. Sin embargo, cuanto más intentas encajar, más te das cuenta de que no eres como el resto, eres un inconformista, un dibujante de mapas. Empiezas a darte cuenta cómo las personas “normales” van a su trabajo y hacen lo mo que hace tres años, todos vamos en auto-piloto. Estamos desconectados.

Por cada cliché eventual como “Que tengas un buen día” o “¿Cómo estás?”, “¿Qué tal ha ido el día?” Por dentro ardes queriendo decir cosas que de verdad importen como hacer las preguntas que realmente te gustaría preguntar… ¿“Qué te preocupa?”, “¿Cómo has pensado en cambiar aquello que sabes que puedes y necesitas cambiar?” o “Cuéntame algo vulnerable”. Lo que falta es esa conexión con las personas.

La conexión con las personas

Sé honesto, te gustaría hablar con esa mujer / hombre del ascensor, o llamar a la puerta de esa persona que te llama la atención, o parar a alguien desconocido en medio de la calle para preguntarle algo. Espera, ¿que pasaría si esa persona del ascensor, o a la que llamas a la puerta o la que encuentras en la calle (o la que te miró fijamente) piensan lo mismo que tú? ¿Quién sabe qué podrías aprender de conversar con un desconocido? ¿Y de entrevistar a tus abuelos, padres o tíos. Recuerda, la conexión con las personas.

Todos llevamos y somos una pieza de un gran puzzle. Nadie aparece en la vida por mera coincidencia, por eso estás tú aquí, y por eso estoy yo aquí. Confía en tu instinto.

Haz lo más inesperado. Conecta con el mundo.

El Viaje continúa. El desafío continúa. Y el impacto positivo también.