Hay que cortar las etiquetas. Es cierto, tendemos a categorizar y a etiquetar todo lo que nos rodea: Comportamientos, personas, actitudes, situaciones, creencias… En muchas ocasiones, por que al hacer eso nos creemos que todo está bajo control, que no hay nada que se pueda escapar o que ningún imprevisto que altere nuestra percepción pueda suceder.
Diría que solemos categorizar o etiquetar, en base a nuestras experiencias – lo hacemos más asiduamente cuando son malas, que cuando son buenas – patrones predeterminados (por otras personas o circunstancias ajenas a nosotros mismos…) o por miedo – la peor razón de todas –
Sin embargo, hay otra categoría diferente a las preestablecidas por esta sociedad autómata, esa es la de los irreverentes, una categoría que no tiene parámetros fijos, sino variables dependiendo de la situación, la persona, la actitud. Loas irreverentes saben que esa categoría es incategorizable, por lo que es como empezar una nueva categoría por cada nueva experiencia. Una categoría totalmente distinta a la anterior y que nunca más se va a volver a repetir.
Creo que voy a comenzar a categorizar…
2 comentarios
Hola Israel,
Al leer tu post me he acordado de David Hume ‘Aunque sea demasiado obvio como para escapar a la observación de que las distintitas ideas están conectadas entre sí, no he encontrado un solo filósofo que haya intentado enumerar o clasificar todos los principios de asociación, tema, sin embargo, que parece digno de despertar la curiosidad’ , pienso que sintetizar resulta más complejo para nosostros que etiquetar, por eso quizás siempre lo hacemos.
Un saludo,
Marga Moya.
Marga, tu comentario y tu cita me han encantado, muchas gracias por participar y aportar con este «granazo» de arena : ) ¿Que pasaría sin en lugar de etiquetar sintetizáramos?… un saludo