Hace unos meses había conectado con Ricardo a través de Twitter. Por lo que sabía hasta ese momento, Ricardo se dedicaba al Crossfit en Chile, era uno de los responsables de Crossfit Chile XF. Habíamos hablado alguna vez.
El Crossfit es un deporte que combina el entrenamiento de alta intensidad con la corta duración a través de sesiones de ejercicios funcionales.
Una nueva experiencia
Recién llegado a Santiago contactamos y quedamos en hacer deporte juntos y tomar algo y charlar. Pensaba que sería un entreno como los de siempre, carrera o bici, pero no fue así, Ricardo me ofreció la oportunidad de hacer mi primera clase de Crossfit y vaya, me pareció una experiencia que podría ser revitalizante. Quedamos el jueves, después de la intervención en #SSM2014 en Hotel W. Razón por la cual me encontraba en Santiago de Chile.
La chispa de la pasión
Cuando bajé de la habitación, Ricardo estaba esperando en el lobby. desde el primer minuto y sin conocer a Ricardo, enseguida me di cuenta de que transmitía pasión por el momento, ilusión por lo que hacía y ganas de crecer descomunalmente, era un agente del cambio, un Mapmaker.
De camino hacia el gimnasio donde íbamos a entrenar Ricardo extremadamente apasionado me contaba su manera de entender el Crossfit. Cuando le escuchabas hablar, parecía que estaba recitando poesía y no hablando sobre un deporte donde lo que sobresale es el esfuerzo y rendimiento físico. No recuerdo el número de líos en los que se encontraba metido (en el buen sentido de la palabra), preparador, socio de varios gimnasios de Crossfit, organizador de una de las Spartan Race y del congreso de Crossfit de LATAM, además de ser socio en una consultoría de coaching y algo más que no recuerdo. Mientras hablábamos, detuve por un segundo el tiempo y dentro de mi pensé, bien Isra, llegas, te metes en el primer coche de alguien que no conoces y ni siquiera preguntas donde te diriges, sólo te subes, te dejas llevar y luego a ver que pasa. A momentos puedo ser más inconsciente de lo que me gustaría.
El contexto, no el gimnasio
Cuando llegué al gimnasio estaba bastante expectante, bueno nunca había hecho Crossfit, era una de esas primeras veces que te revuelven el estómago. Ricardo llamo a Maciver, preparador de Crossfit, primero calentamos con 2k carrera y empezamos a estirar y como dicen ellos a rehabilitarte, consiste es prepararte para los entrenamientos a base de estiramientos y correcciones de postura y ejercicios con peso libre. Algo que llama la atención de estos gimnasios es que no encuentras ni una sola máquina y casi siempre, Rebook aparece como identidad del Crossfit. Una brillante estrategia de micro-segmentación por parte de la marca.
Después de los estiramientos, tal y como me explicaba Ricardo en el coche, cuando trabajas una hora en Crossfit sólo trabajas el núcleo durante 15 minutos, lo cual es más que suficiente. Así fue, después de estiramientos, sentadillas con peso ruso, algunas abdominales y flexiones, empezamos con la ronda de ejercicios intensos y cortos. Este era el set de ejercicios que tenía que hacer en cada una de las rondas: 15 péndulos, 15 flexiones pero descansando el curo y luego 500 mts de remo, todo lo mejor y más rápido que pudieses. Conseguí hacer 4 rondas y acabé completamente exhausto. Luego más estiramientos y ya había pasado una hora.
Ricardo me explicó que Crossfit ayuda a recuperarte del atrofiamiento que nuestro cuerpo sufre a causa del sendentarismo, de trabajar en una oficina, de e hacer siempre la misma tarea, etc.
Rarezas y visión crean tribus irrompibles
Me di cuenta de que no era un gimnasio, un deporte o un grupo de personas interesadas en algo que les une, no, era una tribu, unida por una visión, por unos principios y que seguía una filosofía que muestro en las imágenes en este post. No había competición, realizabas las rondas que pudieras, sin compararte con otro más que contigo mismo, qué sano. Sin ir más lejos, sin apenas conocerme, me hicieron sentir como en casa, incluso en una hora consiguieron que pensara «ojalá viviera en Santiago para hacer Crossfit con esta gente».
Cuando hablabas con todos y cada uno de ellos te dabas cuenta de que eran personas que sentían lo que hacían y veían en el Crossfit (deporte que no tiene rutina como algo usual) una aventura en lugar de la lucha, vaya que casualidad, como la vida misma. Incertidumbre como estimulante para el cambio y una vida sin mapas como objetivo para lograr la felicidad.
4 comentarios
Genial, Isra. Llevo un mes practicando Crossfit y es algo que engancha. Cuando tu cuerpo dice que ya no puede más, es tu actitud la que sigue adelante y termina las series. Crossfit es muy físico, sí, pero aun es más mental; todos los días son diferentes y esa sorpresa hace que no estés preparado para nada y estés preparado para todo… no existe un mapa!! 😉
Qué bueno Daniel. Me dejó muy buen sabor de boca. Tiene que ver mucho con la actitud y determinación más que condición física. Exacto. Otro punto es la inexactitud del planing, es una aventura. Voy a ver si consigo enganchar tiempo de algún lado.
La mejor descripción de CrossFit que he leído … Gracias por vivir en la aventura
Gracia spor facilitar la aventura Ricardo.