Disciplínate hasta la médula

Cada día que pasa, a través de diferentes actividades, aprendes a disciplinar la mente, el cuerpo, las emociones y el espíritu. Por otro lado, soy consciente de que podría ser una falsa ilusión. Correré el riesgo, no importa, porque si no estoy demasiado equivocado, las cuatro cosas actúan como un músculo.

La emoción es un músculo. El pensamiento. El cuerpo. El alma. Y si no lo fuera, creo que lo es, tanto, que acaba siéndolo.

Eso es, no negocio conmigo mismo.

«No siento que esté actuando correctamente», ya pero estoy actuando así y no de otra forma.

«Bueno, mejor hacerlo mañana, ahora no es buena idea», sí, pero mañana quizá nunca llegue o todo cambie y perdamos la oportunidad.

«Meditar cuesta tanto, no consigo concentrarme», eso es justamente parte de la meditación.

«Me duele todo el cuerpo, mejor paro», si estás haciéndolo, ¿por qué parar si empezaste y todavía no has acabado?

Esa porquería no tiene lugar en mi vida, y si ocurre, lo veo, lo acepto, me embarro, y la saco de nuevo fuera.

Cuando no podía correr más, todavía tenía por delante 40 de los 74 kilómetros con más de 1.200mts de subida, decidí que continuaría sin poder más, y adivina qué, pude sin poder.

disciplinar la mente, las emociones, el cuerpo y el espíritu - Isra García
Atribución imagen: subiendo desde Alicante a Alcoy en el Ultraman Holístico.

Disciplinar la mente es profundizar en el autodominio

He disciplinado todo lo que soy para solo «ir», para accionar, para moverme, para seguir, para hacer lo que me incomoda. Mírame, aquí, empezando de nuevo (por gusto), como si tuviera 24 años cuando dejé España para ir a Manchester sin saber inglés, con una carta denegada y con menos de 3.000 euros en el banco. Bueno, visto así, ahora no estoy tan j*****.

Digo algo, lo hago.

Digo que voy, voy.

No estoy aquí para discutir basura con nadie, y menos conmigo mismo. Estoy aquí para la acción, para el riesgo, para la incertidumbre, no sé si estoy hecho para eso, pero actúo como si lo estuviera.

Hay una mente, hay un espíritu, hay unas emociones y hay un cuerpo. Cuando disciplino estas cuatro dimensiones, sé lo que tengo que hacer, y no es lo que dice una ni la otra, es lo que nace desde el centro lo que dice lo que sé que tengo que hacer.

Si digo voy a saltar, salto.

Si digo no voy a parar, no paro.

No estoy aquí para discutir, estoy aquí para vivir despierto y bailar con la vida. Tú también ¿cierto? Sí, pero para eso tienes que entrenar y disciplinar tu mente ante todo.

Porque si no entrenas tu cerebro, si no lo disciplinas, él te usará a ti en lugar de tú a él.

Si quieres no debilitarte a ti mismo, entonces aprender a disciplinar la mente.

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.