Recuerdo el día que escuché la vocecita. Cuando tenía 22 años. Era un Jueves sobre las 19h. Estaba en el Consum de la calle Paseo Facultades de Valencia. Por aquel entonces trabajaba en una fábrica téxtil de Cocentaina. Los viernes y sábados, lo hacía como jefe de RRPP en una sala de música House en Alcoy. Estaba en Valencia porque tenía una amiga que vivía allí y fui a verla. Cando llegué ella estaba muy ocupada y me pidió si podía ayudarla con algunas cosas que tenía que comprar. Por supuesto me ofrecí y allí estaba yo comprando en ese supermercado.
Escuché una Vocecita
Lo que pasó después ya no tiene nada que ver con nada de lo de arriba. Primero quería ponerte en situación. Aún no lo sabía – y tardaría un tiempo en darme cuenta – pero inconscientemente, ese fue el día que todo empezó. Lo recuerdo todo con tal nitidez que parece que fue la semana pasada, cada día lo recuerdo con más claridad, aparte de comprenderlo mejor. Lo que pasó fue que me encontraba pasando con el carro de la compra entre la sección de frescos y sin saber ni como ni porque algo pasó por mi cabeza, fue fugaz, rápido pero tan intenso que todavía lo recuerdo. ¿Qué es lo que paso por mi cabeza? Escuché una voz que me dijo «haz algo increíble, lo vas a lograr.»
Siempre Había Estado ahí
Al principio pasó sin más y quizá no le presté mucha atención, seguí comprando en el súper-mercado como si nada y continué con mi ritmo de vida normal. Pero poco a poco – muy poco a poco – me empecé a dar cuenta de que algo estaba cambiando, una inquietud estaba creciendo dentro de mi y lo más curioso, siempre había escuchado dentro de mi una voz con un tono muy bajito pero nunca le había prestado atención. Pues bien, desde ese momento, esa voz hablaba cada vez con más contundencia y yo cada vez le prestaba más atención y lo más sorprendente aún, es que cuando no hablaba, yo la buscaba dentro de mi. Así es como empecé a escuchar a mi vocecita.
No había un Plan B
Todo esto pasó en un momento de mi vida que no estaba planeado, sucedió antes de que lo dejara todo, absolutamente todo y empezara desde cero y marchara a Manchester sin un plan fijo, si saber que iba a pasar desde el momento en el que pisara el aeropuerto de Manchester. Sin casa, sin trabajo y con una carta denegada por la universidad de Manchester, lo demás ya lo sabes…
¿Te imaginas que es lo que me empujó a hacer todo esto? Aquel instante «haz algo increíble, lo vas a lograr» de esa vocecita dentro de mi, eso lo cambió todo.
Lo Volvería a Hacer
No soy quien para darte consejos, tampoco soy muy bueno dándolos. Pero si puedo decir algo a favor, sería lo siguiente: Si esa vocecita que llevo dentro me dijera que lo deje todo y empezara de nuevo – lo he hecho varias veces, de diferentes maneras – no dudaría ni un sólo segundo en volver a hacerlo y sí, aún sabiendo las dificultades y retos que ello implica.
Todos tenemos una vocecita dentro, pero esa no es la cuestión, la cuestión es si la escuchas y cuanto te importa.
La vida es aquello que sucede cuando no existe un mapa.
14 comentarios
Grande Isra, grande! Ayudas! Y mucho!
Gracias Luis María!!!! Es lo único que pretendo, ya lo sabes. Un abrazo amigo. Sigue dibujando.
Sé de lo que hablas… a mí la mía me dijo hace 5 años: «deja de trabajar y vete a la Universidad».
Tenía 33 años, ahora tengo 38, estoy terminando la licenciatura en empresariales y trabajando en la propia universidad.
Creo que convendrás, que no tenemos merito… hay algo mas fácil que seguir al corazón? Mas difícil me parece vivir con miedo y rutina, no crees?
Siempre es liberador hablar de los inicios nuestros proyectos, de las etapas de nuestra vida, y de aquello que nos motivó a cambiar y en un caso como el tuyo donde las cosas han salido bien puede ser muy motivador para las muchas personas que te leen.
Por cierto me ha encantado lo del plan b, no se por que pero me suena de algo.
Gracias por compartir buddy y en este caso que son experiencias y no contenidos más todavía.
Salute!
Gracias por este post!! =D
Enhorabuena J. L. es de admirar, no todo el mundo decide salir de aquel lugar donde está más cómodo y experimentar algo.
No creo que sea sobre mérito o no, tu dices que seguir al corazón, por que ya la escuchaste y una vez lo haces y obtienes resultados, ya no es muy complicado volverlo a hacer, por lo tanto lo das por hecho. Es un sesgo. Para ver el mundo realmente como es, debemos dde dejar de ver como nosotros vemos el mundo.
Lo fácil es seguir haciendo las cosas, como siempre, seguir el manual y obedecer las instrucciones.
Un placer Alejandra, ya sabes, como siempre, estamos aquí para la aventura : )
Exacto. La gente que marca la diferencia usualmente no tiene nada que perder y en casi nunca tienen un plan b.
Gracias a ti por estar ahí amigo. Hay que seguir y seguiremos.
Un abrazo y gracias por los ánimos.
Había oído hablar mucho de ti, ahora sé que eres realmente bueno.
Si oíste mal, es que fue bueno. Gracias, aunque todavía queda mucho por hacer, seguimos. Un saludo Lola.
Así es como empiezan las grandes cosas: fortitudine vincimus!