Tan pronto como las empresas y las personas tenemos éxito y nos alejamos de lo que creemos que es fallar, es más difícil crear disrupciones, hay problemas de coordinación y equipo humano, seguro, pero mayormente es miedo e incertidumbre. El miedo a fallar es más grande, porque parece que tiene más que perder.
La urgencia es crítica
Así que la urgencia desaparece primero. ¿Para que lanzar hoy si podemos lanzar, mañana o la próxima semana? Hay una gran variedad de excusas, pero al final todo acaba aquí: si cada disrupción (cualquiera que sea) podría fallar o al menos ser criticada, ¿Por qué tanta prisa? Amplia tu número de contactos en LinkedIn, interactúa con más personas que todavía no conocías, perfecciona y entonces un día, quizás, impacta contra el mercado.
Toma responsabilidad: fallar es importante
Parte de esta perdida de urgencia viene al tratar de evitar la responsabilidad. La mayoría de tu trabajo está relacionado con divagar sobre grandes ideas o procrastinar mientras lees tu email o compruebas social media, proveedores o con tu equipo, así hasta que alguien al final dice “vale, yo me responsabilizaré de que esto esté hecho”. Si estás dispuesto a hacerlo, necesitas una excusa o una aprobación o ¿Puedes crear una estructura de trabajo donde cada persona tenga asignadas las responsabilidades adecuadas para llevar el proyecto o idea hacia delante? Fallar es una de las razones que te lleva a ser disruptivo. No tengas miedo a equivocarte.
Decide y define
Bob Dylan escribió tres hits en un día. Para salvar la primera marca de la cual era responsable, Seth Godin rediseño 5 productos en un día. Richard Branson tardó menos de 1 mes en lanzar su primer magazine universitario. Desde que el 11 de diciembre 2013 hablara con Juan Merodio, tardamos 3 semanas en echar a rodar Engage Worldwide y Engage Colombia. Seguramente, tú y yo hemos visto proyectos que llevan 3 años esperando al momento perfecto para producir una ruptura brusca en el sistema.
La disrupción ocurre entre el riesgo a intentar algo que podría funcionar y atreverse a realizar algo que nunca ha intentado nadie. Cuidado, a más disrupción más éxito, pero no al contrario. Fallar es fundamental para medir tu disrupción.
Photo credit: marsmet523.