Los defensores del statu quo tienen un hastío por los agentes del cambio, catalistas, disruptores, innovadores, mapmakers, linchpins y personas con iniciativa que hacen que las cosas sucedan. No les gusta los optimistas, los insolentes, los curiosos, las personas como tú. Ni siquiera les gusta el champagne o la tarta de queso.
Los creyentes del sistema viven en un mundo de 8h a 18h y aman estos dichos:
- «Siempre se ha hecho de esta manera».
- «Es lo que hay».
- «Nadie lo ha hecho».
- «No conozco a nadie que pueda hacerlo mejor».
- «Lee las instrucciones y lo entenderás todo».
- «Cuidado, el jefe / profesor te puede oír».
Todos ellos están sentados y cómodos, muchos de ellos poseen riqueza en términos económicos y exprimen el sistema y a las personas hasta dejarlos sin personalidad, sin autenticidad, sin propósito alguno más que pertenecer al sistema. Encajar, fusionar, no pensar, obedecer, agachar la cabeza.
Los defensores del statu quo hoy más que nunca están horrorizados pensando que pondrás en acción tu idea creativa; tu proyecto empresarial para personas de la tercera edad, tu start-up auto-financiada, tu modelo disruptivo de restauración, tu innovación en la educación, tu propio MBA, tu iniciativa social colectiva, tu nuevo set de habilidades núcleo.
Abandona la idea de seguir esperando. Ahora. El statu quo no es rival para ti.
Ejecuta. Acomete. Serás odiado igualmente.
Photo credit: Nichole Burrows.
2 comentarios
Como alguien que acaba de renunciar a su trabajo hace 30 días, esta nota me cayo justo donde la necesitaba.
«exprimen el sistema y a las personas hasta dejarlos sin personalidad,
sin autenticidad, sin propósito alguno más que pertenecer al sistema.»
Fuerte realidad que muy poca gente se cuestiona.
Gracias Isra.
Un abrazo,
Cris Urzua.
http://www.crisurzua.com
Exacto, hay que cuestionar más y asumir menos Cris.