Cuando en este post decidí preguntar a los lectores, que harían si tuvieran la oportunidad de cambiar la educación, esto es lo que sucedió, más de 36 comentarios en el blog, 103 comentarios en respuesta del post enviado vía email al día siguiente y 34 emails adicionales de lectores que prefirieron contactar conmigo de manera personal. Mi idea entonces era conocer la inquietud al respecto de la educación, cómo mejorarla, cómo volverla «cambia-vidas», la respuesta fue alta. Toda esa información que recogí, fue almacenada para usarla en un proyecto que empezaré en septiembre, con el valor, perspicacia e intención de mucha gente que ayudó con sus experiencias, conocimiento y puntos de vista.
La «culpa» es de todos
Lo evidente, es que algo debe cambiar. Y no hablo de profesores o instituciones o sistema como culpables, no, los responsables (no culpables), somos todos, incluyendo a alumnos, familiares, incluso espectadores pasivos (y activos).
Entonces, si en la educación (extensamente hablando) tú eres igual de responsable que otro, pero a diferencia del otro, tu te quejas o lamentas o miras hacia otro lado la educación de tu hijo, o incluso te dedicas a ver tu propia carrera profesional pasar. Mientras, esa otra persona intenta aportar algo de luz, compartiendo su conocimiento con clases extra para disléxicos, desarrollando una APP que permita a personas identificar sus habilidades núcleo y potenciarlas o visitar colegios e institutos para compartir historias de cómo crear abundancia cuando creciste en la escasez. O enseñar fundamentos vitales para ser una persona con valores o liderar desde pequeños o aprender hablar en público o escribir una narrativa, en lugar de lecciones sobre la montaña más alta del país o definir el volumen de un octaedro truncado.
Entonces, ¿por qué no inicias tu pequeño movimiento de una vez? A nivel familiar, de colegas o en la asociación de padres.
Hackea la formación
Seguro que recuerdas a algún profesor que cambió tu vida y hubieras querido tener muchos más. O tal vez tengas algunas ideas para mejorar la educación que te educó a ti o que te queda hoy más cerca de casa. Algunas ideas o muchas ideas, seguramente. Incluso a lo mejor ves comportamientos, rutinas o procesos en tu trabajo que implantarías en tu antiguo instituto o colegio. O al revés, quizás recuerdas protocolos o métodos del «cole» que instaurarías en tu oficina justo hoy. Si te pasa algo de esto es que podrías ser un/a hacker de la educación, probablemente te apetezca saber sobre cómo cambiar lo que realmente es necesario cambiar, y desde luego estás invitada o invitado para participar desde Twitter, este miércoles 29 de abril (de 20:00 a 21:00h), en #HackEducation.
Para hablar de todo eso. Y de formación. Y de aprender de verdad. Y de colegio, universidad o post-grado. Y de personas y profesionales. Estás invitada o invitado.
Y luego viene la pregunta interesante ¿qué vas a hacer con el valor que extraigas?
Photo credit: Brian Rowe.