Dentro de mis 33 regalos sociales de cumpleaños para 2015 – 2016, uno ha sido Música por el Autismo, una organización sin ánimo de lucro con sede en Valencia que tiene como objetivo ayudar a personas con autismo su desarrollo persona mediante la música. El trabajo que hacen es fantástico. La iniciativa llegó a mi de la mano de David Sanz, quien a su misma vez estaba preparando un desafío solidario llamado reto 150k por el autismo, que consistía en recorrer los 150 kilómetros que separaban Valencia de la Cala Finestrat (Benidorm), corriendo.

Unos días antes pude hablar con David y le pedí que si desearía contar la experiencia de lo vivido antes, durante y después del desafío solidario. Él accedió y aquí la comparto hoy.

En menos de 8 meses pasé de no poder correr más de 4km por culpa de mis rodillas a terminar un maratón y una ultra de 100km.

Obvio, esto resultó un ejercicio de superación.

Pero también elevó mi ego a cotas inimaginables. Esa es la parte del deporte que no quieres conocer: el lado oscuro de perseguir marcas, retos y de querer ser cada vez más grande en lo que haces.

El impulso vital que me dio el deporte también empujó el ego hasta convertirlo en una losa sobre mis hombros.

¿Qué podía hacer con él?

Quizá podría impulsar un cambio positivo en la vida de alguien utilizando el deporte. Esa sería una buena manera de utilizar la parte más oscura de mí como trampolín para alguien.

Y así surgió el #reto150kporelautismo. 150km corriendo desde valencia hasta Finestrat (sur de Benidorm) por causar un estruendo positivo en la vida de los niños con autismo.

Conocí a Jordi Ardit, presidente de la ONG Música para el Autismo, de manera casual, pero el feeling fue inmediato. Descubrí su pasión desmedida por hacer el trabajo que cambia el mundo, su orgullo por contar con una familia que pelea incansablemente y su habilidad para hacer que las cosas importantes sucedan. Qué suerte tener cerca a personas así.

En agosto conocí a su hijo Diego. Y aprendí la mayor lección de mi vida en los ojos de un chico de 7 años. Diego no deja para mañana un abrazo, un salto, un grito. Diego se acuesta sin pensarlo con el momento. Todo ocurre ahora porque mañana es un ‘quién sabe’ de difícil respuesta. No pospone la vida, en definitiva. Maravilloso.

Ah, importa poco, pero Diego tiene autismo. Frente a lo que nos venden, no fui yo el que le enseñó nada. Frente a lo que nos dicen, Diego no está enfermo, ni necesita nuestra ayuda, ni quiere nuestra compasión. Diego solo es un niño de 7 años que exprime cada segundo que tiene delante. Él es el ejemplo de esta historia. Nadie más.

Así que, esto no va sobre el reconocimiento, los aplausos o las palmadas en la espalda.

Esto no va sobre mis tiempos, mis éxitos o mis fracasos.

Incluso dejó de ir sobre mi ego cuando conocí a Diego.

Ni siquiera va sobre correr.

Esto va por el cambio. Por el impacto que podemos lograr sobre algo si depositamos nuestro mayor y mejor esfuerzo en ello. Y esto aplica a lo que quieras: a tu trabajo, a esa chica o a esa carrera de 10 kilómetros.

Esto va por el impulso que podemos darnos y el que podemos otorgar a otros, especialmente a quienes no pueden impulsarse lejos por sí solos.

Esto va de cambiar vidas y, obvio, el mundo. Algo que no es tan difícil pero que nos empeñamos en olvidar poniendo precio a nuestros sueños.

Esto va sobre vulnerabilidad, miedo y dolor. Sobre cómo abrazamos todo esto y lo convertimos en nuestra mejor virtud.

Esto va porque puedo. Porque debo. Porque quiero.

Finalmente fueron 130km corriendo por causar un poderoso resultado. Gracias a ti lo conseguimos. Considérate parte de este proyecto.

Es tuyo. 

La parte interesante, David no logró finalizar el desafío a falta de tan solo 20 kilómetros de la meta por una lesión, pero eso no significa que no consiguió el propósito que marcó, sino que lo superó con creces, crearon un gran impacto con la acción, recaudaron más de lo esperado y cambiaron más vidas de lo que nadie creía. Significado vence a ego.

Esto es lo que ha hecho David, generar movimiento, crear cambio, concienciar, educar, darnos una lección. Lo que me sorprende es que haya personas que todavía piensan que no se puede o no se debe. Lo que me maravilla es que cada vez hay más gente como David.

La pregunta ahora es, ¿qué vas a hacer tú para generar esos movimientos que tanto importan?