¿Qué haces cuando tienes el poder de poder hacer algo importante por otros? ¿Lo haces o lo mantienes para ti mismo? ¿Qué haces cuando tienes una influencia positiva capaz de ayudar a personas que no la tienen? ¿La utilizas a su favor o a tu favor?
Cuando tienes la posibilidad (elección, decisión, poder…), no importa de si es momentánea o no, ¿cómo eliges actuar?
Estrategia de marketing fallida: ser un imbécil
La palabra imbécil surge de la idea de tirar con fuerza de las riendas, de repente y sin cuidado alguno. A los caballos no les gusta y resulta que tampoco a las personas. Eso es lo que en ocasiones acabamos siendo, imbéciles egoístas que dominan (tirando de las cuerdas) cuando tienen el mínimo poder. Una estrategia infame a corto plazo, ruinosa a medio y devastadora a largo.
… Ahora la exitosa: ser íntegro
Lo que haces cuando tienes la oportunidad es lo que las personas dirán sobre ti y cómo te recordarán. Tu comunidad presta mucha atención a la restricción (o la falta de la misma) que muestras cuando una oportunidad aparece. Tu audiencia está pendiente de cómo actúas cuando tienes el poder. Y tu tribu te sigue especialmente cuando sabe que tienes la influencia positiva necesaria para cambiar las cosas.
No importa que seas hermano, colega, PYME o multinacional, a largo plazo, la rueda va a girar al contrario. Podría ser por un minuto, una semana, un mes, un día, pero tu poder, influencia, alcance o popularidad no durará para siempre. Alguien o algo te desbancará, o lo perderás por méritos propios.
Cuando asumimos que todos somos voluntarios y que todo poder es transitorio, es fácil ser la persona que queremos ser.
Esa es la esencia del marketing de impacto, actuar de la forma en la que te gustaría ser visto y entendido, actuar con integridad, humildad y empatía. Especialmente cuando tienes el poder de tomar decisiones, influenciar a otros, liderar cambios, y hacer que las cosas sucedan.
Atribución imagen: tobakhopper.