Somos criaturas emocionales, eso ya lo sabes. Sin embargo, lo que pocos te dirán es que puedes convertirte en una persona insensible al fracaso y a otras emociones negativas.
Tengo grandes emociones en mi vida, pero he aprendido a distinguir que hay ciertos sentimientos que no tienes que escuchar. Hay veces en las que debes continuar no importa que digan tus emociones. Principio estoico.
Insensible al fracaso: intento indiscriminado
Cuando un cliente cuenta conmigo como consultor o agencia, no vale con ir y cumplir, sé que tengo que hacer mi mejor trabajo.
Cuando alguien invierte en Stand OUT Program, no vale con cumplir sus expectativas, sé que tengo que estar a máxima alerta todo el rato, sé que tengo que excederlas.
Cuando alguien me contrata para una conferencia o taller, no vale con crear valor y utilidad, sé que tengo que ir 100 kilómetros más allá, sé que tengo que fascinar.
Cuando alguien confía en el microMBA Inconformistas, Josef y yo no nos conformamos con lo que hicimos la vez anterior, sabemos que tenemos que mejorar lo actual x10 veces.
Cuando una persona desempleada presenta su candidatura para el Programa de Excelencia, no me vale decir, “es gratis, haré lo que pueda”. No, sé que voy a empujarle como nunca nadie ha empujado a esa persona.
Cuando escribo aquí en el blog, no escribo para rellenar días y decir, “he cumplido, he publicado hoy”, busco retarme a mí y a ti, con estas sacudidas diarias.
Cuando preparo mi chispazo mensual, no me guardo lo más impactante para mí como algo codicioso, sé que tengo que compartir – gratis – lo que más me ha ayudado durante el mes.
El mensaje: hay que hacer lo que tienes que hacer, hasta el final, sin rechistar. Sin miedo. Sin emoción negativa alguna. Pase lo que pase. Ganes o pierdas.
No es sobre entusiasmo , es sobre insitir
«Ya, pero hay que vivir felices…», a la m**** vivir felices. Hay que sonreír incluso aunque pierdas, eso no se consigue con la felicidad. Otra emoción inservible que te aboca al fracaso.
Necesitas hacer algo, primero 10 veces, luego 100 y entonces 1000 veces. Si lo haces las veces suficientes, ganarás. Ve, una y otra vez, hasta que te vuelvas insensible al fracaso y pierdas el miedo al rechazo.
No tengo salsa secreta que compartir contigo, todo lo que digo es tan obvio que hasta duele. No soy el tipo más inteligente o exitoso, pero te garantizo que pocos empujan con tanta fuerza, insistencia, coherencia y determinación como yo.
No conozco otra forma de eliminar el sentimiento que produce fallar más que no parando de fallar. Lo mismo sucede con cualquier cosa que nos crea conflicto.
Elimina toda emoción negativa, vuélvete insensible al fracaso no dejando de lanzarte una y otra vez. Cuando se trata de la negatividad, conviértete en un robot despiadado.
Atribución imagen: David Goerhing.