Internet, los colegios, las relaciones, la empresa, siempre encontraremos una lista de cosas no permitidas. Es interesante que la lista de tareas permitidas sea más difícil de recordar que la lista de cosas no permitidas. Podría ser por la preocupación de tanta libertad y lo que se espera que hagamos con esa libertad.
Parece que mola vivir con una lista de lo que no podemos hacer. Sin embargo, cuando las revoluciones aparecen, la lista se acorta y es ahí cuando no sabemos que hacer. Por ejemplo ¿cuanto tiempo te llevó desde el nacimiento de los blogs o twitter a que dieras un paso al frente y hablaras al mundo? Antes de esto, no habían muchas opciones baratas y permitidas para hacerlo.
Antes decir o hacer algo no estaba permitido, ahora si.
La barrera ya no está en el sistema, ni en el acceso a la información o conocimiento, tampoco en los utensilios, medios o herramientas, la barrera está en tu mente.
Photo credit: lifehack.
2 comentarios
Recuerdo mi primer blog, lo empecé en blogger porque aún no había wordpress. Lo empecé porque un fantástico profesor de periodismo de la Universidad nos habló del gran potencial de estos blogs cuando aún nadie los conocía. Fui el único de la clase que le hice caso. Al tener ya algunas nociones de diseño web me pareció bastante sencillo. El blog hablaba sobre mi estancia de Erasmus en Chipre y, aunque en esa época casi nadie leía blogs, escribí varias entradas con fotos y texto en un tono ‘bastante distendido’ que tuvieron cierto éxito (entre mi familia y algún amigo) 🙂
¿or qué no continuaste ¿qué hiciste luego? ¿dónde se ha quedado ese blog? ¿y qué vas a hacer ahora?