Leyendo uno de mis feeds de Twitter encontré un enlace a lo que – según Damien D. Hustle Bryant – se supone son las últimas palabras de Steve Jobs en su lecho de muerte, antes del ¡Guau!:
He alcanzado el pináculo del éxito en el mundo de los negocios.
En los ojos de otros, mi vida es un epitome de éxito.
Sin embargo, dejando mi trabajo a un lado, no tengo mucha alegría. Al final, la riqueza es solo un hecho de vida al que estoy acostumbrado.
En este momento, tumbado en mi lecho de enfermo (quizá de muerte) y recordando mi vida entera, me doy cuenta de que todo el reconocimiento y riqueza de los cuales tan orgulloso estoy, han palidecido y han dejado de tener sentido frente a la muerte inminente.
En la oscuridad, observo las luces verdes de las máquinas artificiales que me mantienen vivo y escucho el sonido zumbador robótico, puedo sentir el aliento del dios de la muerte acercándose.
Ahora lo sé, ahora cuando he acumulado la suficiente riqueza como para durar una vida entera, deberíamos perseguir otras cosas no relacionadas con la riqueza…
Debería ser algo que sea más importante:
Quizás las relaciones, quizá el arte, quizá un sueño de los que tenías cuando eras joven…
La búsqueda sin descanso de la riqueza solo te convertirá a una persona en un ser retorcido, justo como yo.
Dios regaló los sentidos que nos permiten sentir el amor en el corazón de todos, no as ilusiones compradas por el dinero.
No puedo llevar conmigo toda la riqueza que he ganado.
Lo que si puedo llevar son solo las memorias precipitadas por amor.
Esa es la verdadera riqueza que te seguirá, te acompañará, dándote fuerza y luz para continuar.
El amor puede viajar miles de millas. La vida no tiene límite. Ve donde quieras ir. Alcanza la altura que quieras alcanzar. Todo está en tu corazón y en tus manos.
¿Cuál es la cama más cara del mundo? El lecho de muerte…
Puedes empezar a alguien que pueda conducir un coche por ti, alguien que haga dinero por ti, pero no puedes contratar a alguien que soporte una enfermedad o la muerte por ti.
Las cosas materiales perdidas se pueden encontrar, pero hay una cosa que nunca se puede encontrar cuando se pierde, “la vida”.
Cuando una persona entra a la sala de operaciones, se dará cuenta de que todavía hay un libro de que tiene que acabar de leer – “el libro de la vida saludable”.
Sea cual sea la etapa de la vida en la que te encuentres ahora mismo, con tiempo, todos llegaremos al día donde la cortina se corre y la actuación finaliza.
Atesora y entrega amor, amor para tu familia, amor para tu esposa, para amor para tus amigos…
Trátate bien a ti mismo. Estima a los demás.
No sabría decirte con toda certeza si son las últimas palabras de Steve, pero el crudo sentimiento del último suspiro bien merecía la pena este post para compartirlo.
Photo credit: Sebastien Huruguen.