La educación que encuentras en la mayoría de entidades (públicas y privadas), programas avanzados / masters, postgrados es masiva, es impersonal y es «normal» (sinónimo de mediocre). Esta educación se dirige anónimamente a cualquiera por igual, al contrario que la educación disruptiva. La educación masiva necesita encontrar muchas personas para entonces el éxito de su modelo ocurra. Si educamos a todos por igual, no tendremos problemas en que cualquiera encaje en esta sociedad. Si te decimos lo que hay que hacer, entonces no tendrás que pensar.
La ubicuidad, una vez alcanzada, proporciona beneficios, lo cual avanza el ciclo y entonces escala.
Sin embargo, la educación disruptiva, es personal, debe ser ejecutada de forma personal y directa. La incertidumbre como dinámica de aprendizaje puede ser testada en 100 participantes y si obtiene un índice de éxito del 2%, entonces puede ser implantado en 1.000 programas educativos con confianza. El impacto y reacción causados por habilidades núcleo, superhábitos y disrupción puede moldeado gracias a 10 o 20 personas de tres o cuatro países diferentes, y entonces cuando funcione, puede ser enseñado a cientos de profesionales en cualquier parte.
Vs. la educación disruptiva
La distinción clave es saber cuándo y cómo va a funcionar. La educación convencional no lo sabe hasta el final. En cambio, la educación disruptiva lo sabe justo al comienzo.
La educación que nos ha tocado vivir se basa en cientos de expectativas, y percepciones correspondientes a otra era. La educación disruptiva mide la mejor forma de crear impacto personal y profesional.
Esa es la razón por la cual es más fácil ser mediocre (o ese tipo de «normal»). Esperamos el milagro a la vuelta de la esquina, invirtiendo nuestro tiempo y energía en los primeros pasos sin admitir que lo que nos han enseñado hoy ya no sirve.
Por supuesto, solo porque sea lo que nos ha tocado vivir no significa que sea lo que necesitamos.
Hacer que la educación funcione para 10 personas es el primer paso para escalar a 100 y luego a 1.000. Es mucho menos romántico que reunir a masas estudiantiles dentro de una universidad o tener 10 programas MBA bajo el mismo techo, pero es la forma de escalar más fidedigna y probada si lo que te importa es que otros marquen la diferencia.
Atribución imagen: Stand OUT Program Colombia.
2 comentarios
Hola Isra! La educación reglada es justamente eso, responder a unas reglas y no permitir que nadie se salga del camino. Cuando te dicen lo que tienes que hacer y cómo lo tienes que hacer, poco espacio existe para las genialidades y la creatividad.
En mi caso siento que la Universidad me ha ayudado a aprender a ser «disciplinada» con el horario, fechas de entrega y a buscarme la vida ya que había pocos recursos para muchos alumnos. La educación autodidacta me ha ayudado a hacerme a mí misma y a romper límites. A ganar autoconfianza, a crecer personal y profesionalmente y a importarme muy poco la opinión de los demás.
Me baso en mis valores y trabajo por y para ellos. Me parece muy interesante el enfoque que planteas. Llevas a la reflexión.
Gran trabajo. Un claro ejemplo que con la actitud e iniciativa se puede extraer valor hasta de aquello que podría no ser tan beneficioso.