El termino «influencia» no significa realmente mucho más que el significado y la importancia le queramos dar. Sin embargo, nos han hecho creer lo contrario, «influencia» significa algo porqué es el poder que tenemos sobre otras personas. Es decir, la capacidad que disponemos para manipular a otros. Así es cómo empezamos a sentirnos cómodos cuando hablamos de «influencia online».
A pesar de que la «influencia online» no sirve para mucho, aún así parece ser «El Dorado» para los profesionales, agencias y marcas que habitan en el mundo de la web social. Si vienes del marketing y no posees más de 5.000 followers en Twitter, vaya estás perdido. Si eres un diseñador gráfico que no tiene un Klout alto, no eres nadie. Si eres un blogger que no tiene más de 8.000 suscriptores en su blog, no te lee nadie. Si eres un inversor que no tiene más de 4.000 contactos en LinkedIn, no eres un buen inversor… ¿En serio?
Pienso que nos preocupamos demasiado por una influencia que no nos devuelve nada a cambio, pero más preocupante aún, nos preocupamos demasiado por encontrar personas a las que admirar regalando nuestra atención (la atención es aquello que crea la influencia online) a cambio de convertirnos en número para otros.
Malgastamos cantidades de energía descomunales en encontrar a los «influencers» con el fin de que nos ayuden a potenciar nuestros negocios o cualquier iniciativa. Cuando los «influencers» ya están tremendamente ocupados en que sus números engorden para así poder entrar en cualquier tipo de ranking que premie lo populares, influyentes o importantes que son. Tu compites por su atención y ellos porque su ombligo sea más grande. Lo cual te deja en clara desventaja.
La otra influencia
El dogma, tal y como es, es que cualquiera puede ser un «influencer» hoy en día. Aunque tú y yo sabemos que en ocasiones nos sentimos como si no fuéramos nadie y que no todos influimos en las mismas cosas. Lo positivo, es que todos influimos a alguien, pero esa no es la cuestión, la cuestión es cómo influir positivamente en las personas que necesitan nuestra influencia. No David Bisbal, Risto Mejide o cualquier participante de La Voz o Sálvame Deluxe, sino Alejandro Caballero, un chaval con mucho talento que con apenas 20 años está estudiando una carrera, escribiendo en su blog y colaborando para otras marcas, Diego Infante, también estudiante de carrera universitaria, abriéndose paso entre 4 negocios diferentes, preparando un Ironman o Pedro Castelló, quien con más de 30 años, deja su cómodo y seguro trabajo para marcharse a aprender Inglés y buscar lo que le apasiona. Estos son tan sólo unos ejemplos, apuesto a que tú conoces muchas más personas que merecen tu atención e influencia y la cual les puede ayudar a que el mundo les conozca mejor.
Haz algo positivo
Debería ser claro. Nunca trates de ser influyente, trata de ser útil para las personas que podrían necesitarte. Esa palabra «útil» junto a otra «valioso», parecen que son algunas de las mejores maneras para ejercer una influencia que cambie las cosas. Las personas adineradas frecuentemente suele ser influyentes, porqué el dinero proporciona al ser humano alcance mejorado y opciones mejoradas para tomar una mejor decisión. Si no tienes muchos recursos, acaba por buscar maneras de ser útil y poder impactar positivamente a la gente.
Desde que empezar a usar la web social, allá por 2008, siempre intenté llegar a la gente sin tener que vender algo (aunque en ocasiones hiciera spam), con mi mejor trabajo y durante años ofreciéndolo gratis, mis mejores prácticas, conocimiento, trucos y resultados, sin parar ni un sólo día, hasta día de hoy, si es cierto que durante el camino he fallado largo y tendido, es ok. Eso podría ser la mejor estrategia que podrías plantear para destacar y aportar valor (ser influyente) a tu entorno.
Coloca esa habilidad para ser útil directamente en lugar donde otras personas puedan alcanzarla, en tu Sitio Web, Blog, Twitter, Newsletter, Instagram o LinkedIn. Un día tras otro, sin parar. Da más que cualquier otra persona que conozcas, comparte tus «secretos» de manera que otros puedan hacerlo como tú.
Esto es amigas y amigos, lo que conozco como verdadera influencia online.
Photo credit: Thinkbigbebig Entrepreneurs.
8 comentarios
La mayoría solemos estar en una pequeña comunidad donde nuestra labor es importante para ella. No hace falta ser famoso para tener algo de influencia entre las personas que te aprecian.
No te conozco, pero te leo y cómo me gusta la claridad disruptiva con la que desmontas los argumentos de la mayoría. Keep on!
Todos tenemos esas esencia para destrozar perfecto y habilitar imposible Lorena.
Hay que reconocer a esa comunidad y entonces potenciar esa influencia.
Haz algo que consiga cambiar positivamente a negocios o personas y muestra el resultado, no hay mejor influencia que esa.
Pero me surge una duda, porque David Bisbal, Risto Mejide o cualquier participante de La Voz o Sálvame Deluxe, han creado sus propias tribus de seguidores, por lo tanto también son influencers, ¿no?. Ellos tienen sus seguidores, sus fans, los fidelizan, los cuidan, se interesan por ellos, se unen en conciertos… Me he perdido. ¿No es así?
Un articulo util porque llama a la reflexion y esto se aprecia en la calidad de los comentarios que genera. Primera vez que te leo, pero desde luego no sera la ultima.
Gracias por llegar hasta aquí Montse.