Me considero una persona ultraproductiva (a veces). Es decir, vivo para trabajar menos, producir más y vivir mejor. Soy un tipo que trabaja, mucho y tratando de mejorar cada día, las cuatro dimensiones del ser humano: física, emocional, intelectual y espiritual. Estoy obsesionado con mejorar en cualquier cosa y con vivir despierto cada segundo que sea posible. Trabajo a diario por adquirir nuevas habilidades y potenciar mis habilidades núcleo, todo a través de nuevos súperhabitos.
Cuando no llego a éstos últimos, entonces me quedo con los microhábitos. Llevo tres años construyendo sistemas para rendir más y mejor sin consumir demasiado energía. Escribo bastante. Vivo de forma decente. Estoy en tanto líos como puedo, tantos proyectos como soy capaz de manejar. Cada día de más calidad. No tengo que emplearme muy a fondo, aún así consigo hacer bastante en un día. Cada mañana me levanto para conquistar el día, y son pocos los días que marcho a la cama insatisfecho. Me repito «no quiero nada, lo tengo todo».
Lifestyle hacking
Hackear tu estilo de vida tiene que ver mucho con experimentar, prototipar, poner en marcha sistemas, probar, lanzarte a lo absurdo y enfrentarte a lo que podría no funcionar. Lo que unos ven como una maldición, otros lo vemos como una bendición. Para poder jugar con tu estilo de vida, tienes que jugar con la aceptación de lo que está bien y lo que está mal, solo así podrás llegar más allá.
Esto que cuento más arriba es lo que ahora forma mi estilo de vida, antes no era así, hasta que un día hace años decidí empezar «hackearlo». Milímetro a milímetro empecé a repensar, reinventar y rediseñar. Interrumpí mi estilo de vida pasado y empecé a practicar lo que algunos llaman lifestyle hacking (disculpas por el anglicismo). En este nuevo podcast explico cómo podrías empezar hackear tu estilo de vida (lifestyle hacking).