Nunca se llega tarde siempre que se llegue. Al menos eso pienso, quizá me sirve como excusa porque casi siempre suelo llegar tarde. En todo caso aquí estoy, a punto de compartir mis mayores fallos del 2017. Creo que ya podría hablar sobre los de 2018, que ya van un buen número de grandes, pequeños y medianos fallos. Eso va en 2018, ahora es turno de publicar, como cada años desde 2013, los fallos más pronunciados del pasado año. (y aquí los del anterior)
Es una lista con lo que a día de hoy más recuerdo que haya marcado lo que ahora soy como persona y profesional.
Mis mayores fallos en 2017
De la infinidad de fallos, errores, equivocaciones y fracasos que he cometido en el pasado año, me quedaría con los siguientes:
- No saber lanzar de forma correcta un proyecto personal que no ha llegado a ver la luz.
- Procrastinar al empezar un curso sobre marketing que me interesaba mucho y acabar no haciéndolo en todo el año.
- Crear un negocio que no es empresarialmente rentable.
- Apuntar por un modelo de negocio para el cual no tenía las capacidades empresariales suficientes. Así como conocimiento de mercado, competidores y detalles técnicos.
- Montar un equipo de trabajo que yo mismo he ido acomodando con unas condiciones inmejorables, y no establecer ningún sistema de incentivos.
- Apuntar en Stand OUT Program por más ediciones de las que deberíamos. Apuntamos por ocho ediciones nacionales, y finalmente acabamos haciendo cuatro. Más las internacionales.
- Crear comparativas sobre cómo reaccionaría una determinada persona si estuviera en mi lugar.
- Aceptar trabajar con los clientes inadecuados en IG. Ignorar el instinto que decía «vas a tener problemas en unos meses».
- Buscas, encontrar y usar un bolígrafo y papel mientras estaba haciendo el retiro de Meditación Vipassana.
- Aceptar dinero de la persona equivocada, y tardar más de lo previsto en devolvérselo.
- Decidir escribir un libro que primero no tenía que ver con todo lo que estaba metido en este momento. Y segundo, que al final he ido dejando aletargado hasta 2019.
- Empujar a personas que solo funcionan a base de empujones.
- Esperar que todos los que interactúo o trabajo, muestren conmigo el mismo compromiso y entrega que yo muestro por ellos.
- Seguir con falsas amistades.
Fallar exitosamente
El día 20 de octubre de 2015 empecé a anotar cada día al menos un fallo. Luego al lado añadía una solución y aprendizaje. Hoy, 22 de junio de 2018 todavía continúo. Hay días que sale un solo fallo, pero hay días que surgen tres, cuatro o cinco. Además de esto, empecé y finalicé mi experimento de 200 días buscando rechazos y fracasos. Imagina todo lo que me he forzado a ser autoconsciente, sin dejar de aprender y mejorar. Sé que sufro derrotas a diario, no importa, al final del día las convierto en victorias. Y eso, me hace imparable.
Los mayores fallos son tu mejor arma, si quieres y estás diispuesto a utilizarlos de tal manera.