La muerte vendrá un día a por mí (y a por ti), este hecho no me quita el sueño, todo lo contrario. Sin embargo, lo que sí me preocupa es que cuando venga, me sorprenda pensando en ella sin cesar.
El resto, es un solo viaje. Perdón, un viaje épico.
Hagámoslo legendario maldita sea.
Que la muerte de nuestros seres queridos sirva para algo más que recordarlos, lamentarnos, echarlos de menos o hundirnos en la mierda. Somos unos necios. Dejemos de hacer el idiota preocupándonos por lo infrecuente, sacudiéndonos por el dolor o el placer, por las victorias o por las derrotas, al final nada de eso tiene sentido. Honremos a todos los desaparecidos y respiremos del polvo que dejaron a su rastro. Lo merecen y por si fuera poco tú también lo mereces.
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