Nunca he sido especialmente bueno en nada. No podía hacer la mayoría de cosas que quería hacer. No sabía hacer todo aquello que me gustaría aprender. Un día aprendí que esto, lejos de ser una debilidad, era una oportunidad, una puerta hacia la iniciativa.
Aquí el secreto, cuantos más:
- Proyectos creas.
- Negocios lanzas.
- Experimentos formulas.
- Trabajos realizas.
- Resultados obtienes.
- Aventuras inicias.
- Desafíos intentas.
- Experiencias vives.
- Fracasos acumulas.
- Obstáculos enfrentas.
- Problemas resuelves.
- Preguntas respondes.
- Miedos entiendes.
Cuanto más – y más rápida y eficientemente – hagas todo eso, mayor probabilidad tendrás de conseguir cosas que antes estaban fuera de tu alcance, cosas con las que nunca antes ni siquiera te hubieras atrevido a soñar.
Haz cosas que no puedas o no sepas hacer, de esa manera aprenderás a hacerlas, de esa manera podrás hacerlas.
Photo credit: Tristan Tom.
2 comentarios
Brillante Isra!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Mejor explicado imposible. Se trata de cuanto más uno se entrega, más tiene, más sabe y más puede. pero este concepto tan simple y hermoso que mostraste a muchos en la sociedad occidental, les parece carente de lógica. Y mirá cómo supiiste presentarlo con una lógica increíble causa-consecuencia, digna del que mejor hace, HACE, sabe y puede. GRACIASSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No hacemos por miedo a fallar y es entonces cuando fallamos, al no hacer. Más intento, menos re-pensar.