Durante estos últimos meses, he tenido varias conversaciones sobre que es lo que dejamos en el mundo y nuestro propósito en la vida, lo que es lo mismo, el legado. Cada día que pasa me preocupa más el crear algo con un poco más de permanencia de lo que me permite mi trabajo actual. Impactar en el mundo, crear cambio, ayudar a los demás a encontrar significado en sus vidas, que los de tu alrededor sean un poco más felices y producirles sonrisas. Hay muchas maneras de pensar en tu legado. Este es el momento oportuno.
Legado empieza haciendo algo
No importa tu edad, pensar lo que dejas detrás es algo esencial para continuar adelante pensando que vas a crear después. Si tienes hijos ¿que huella estás dejando en ellos para que luego hagan algo importante? si eres el dueño de una empresa ¿qué es lo que tu empresa va a devolver a la sociedad? si eres un «influencer» ¿cómo va a ayudar tu influencia a mejorar a los demás? si eres un estudiante, no es demasiado tarde para preguntarte como vas a marcar la diferencia y hacer una mueca en el universo ¿cuál será tu legado?
Punto de partida
Ahora, de momento, mi legado es bastante efímero. Crear cambio en las personas a las que llegue, extender la idea de dibujar tu propio mapa a otras personas que hagan lo mismo con otras personas y producir sonrisas en las próximas generaciones cuando ya no esté. Sin embargo, mientras hablaba con una amiga, pensé que la mejor manera de hacer esto sería generar ahora todos los ingresos para luego crear algo lo suficientemente importante que tenga un impacto mucho más grande. Quizá esto sea una buena idea.
O quizás es una combinación de cosas. Quizá es un mix de legado mundial de puntos físicos y reales que devuelves al mundo, pero también todo el cuidado, compartir, conectar, ayudar y ofrecer que damos durante el camino. Eso es legado.
Nunca es demasiado tarde para empezar a pensar sobre tu legado, sobre lo que tus contribuciones significan para el mundo. Nunca es demasiado tarde para hacer que algo suceda y esto impacte en otras vidas. Tampoco nunca es demasiado pronto.
Photo credit: vocalize_silence.
3 comentarios
Hola Isra! Como estás amigo? Acabo de leer tu artículo y has de creer que hoy amanecí con ganas de «tirar la toalla al piso». Sabes, mi situación económica es difícil, pero tengo una cabeza preñada de ideas, lamentablemente, aún no veo la luz para que estas ideas se conviertan en algo productivo (no solo para mí) quiero colaborar con un mundo mejor, pero teniendo tantas limitaciones económicas se hace muy cuesta arriba…quiero ser recordada por lo bueno que hice por la humanidad y dejar mi huella pero hoy…solo tengo ganas de llorar…un fuerte abrazo!!!