“No tengo tiempo”, “es demasiado tarde”, «los años pasan volando»….
¿En serio?
Nunca es tarde.
Solo es tarde cuando de repente, un día llaman a tu puerta, abres y te encuentras a la muerte esperándote, mientras dice:
“Hola ___________ (pon tu nombre aquí), soy yo, la sentencia implacable y definitiva, he venido a por ti porque se te ha acabado el tiempo, nos vamos.”
Entonces, ahora sí, técnicamente es tarde. Ya no hay tiempo. Se acabó.
Mientras tanto siempre habrá tiempo.
Aprovéchalo, mientras puedas.
Nunca es tarde.
Atribución imagen: Armando G. Alonso.