¿Qué harías si supieses que no funcionará? ¿Seguirías si te enteraras de que no tendrás un gran retorno por ello? ¿Qué harías si de repente no tuvieras que hacerlo, nadie lo necesitara y pudieses pasar desapercibido si no lo hicieses? Si tu respuesta es «lo haría de todas maneras, porque es lo que he venido a hacer», enhorabuena, eso es perseguir la excelencia – y alcanzarla.
Perseguir la excelencia, ese debería ser nuestro compromiso. Hablo de la excelencia personal y profesional. Sí, ese tipo de brillantez humana que empuja a uno mismo primero, y luego a otros, hacia la grandeza. Es decir, tu mejor versión, pero conducida por una serie de principios, habilidades y rasgos que nos hacen avanzar de forma más coherente y eficiente que el resto.
Hace unos días estuve en Barranquilla, participando en el XIV Foro PEP (Promotora de Excelencia Personal). Dentro del marco del evento, la corporación PEP preparó varios actos, eventos y encuentros entre los expositores, el equipo y los estudiantes de la promoción de este año. Uno de esos eventos tuvo lugar el pasado viernes tarde, con los 36 participantes de la promoción PEP del 2019, en el mismo pude conocer a cada uno de los estudiantes. Compartiendo sueños, fracasos, singularidades, inquietudes, logros y conocerlos desde los valores, rasgos y capacidades.
Antes del encuentro tuve la idea de realizar una sesión más íntima de preguntas y respuestas una vez ellos me conocieran y yo a ellos. La idea gustó, fue aceptada y la llevamos a cabo, entonces decidí grabarla en un podcast, un nuevo episodio de Disrupt Everything donde estaría respondiendo a las preguntas más intrépidas de este grupo de jóvenes.
Recursos para perseguir la excelencia