Seguro que has conocido a una de esas personas que lo cambian todo…
Hablo de esas personas que lo cambian todo.
Justo cuando crees que no se puede, no hay opción, está todo perdido.
Un día, de repente aparece una mujer o un hombre distinto, lo ves en su mirada.
Uno que decide tomar el liderazgo de su vida y la de su familia.
Una que no respeta la tradición, sino la insolencia, la insurgencia y la herejía de ir contra todo y contra todos.
Un día aparece uno (o una) que no espera, que no recula, que no agacha la cabeza. Que sabe que va a tener lo que quiera tener, porque no va a parar hasta conseguirlo.
Uno que cambia el estatus de la familia, uno que convierte en alegrías todas las penas de sus padres.
Una que demuestra en la práctica lo que en la teoría parecía imposible.
Uno que destroza lo perfecto y habilita lo imposible.
Una que toma la iniciativa ante el cambio más paralizante jamás visto.
Uno que no tiene miedo a nada.
Una que decide vivir con atención plena, virtud y gracia, tanto, que transforma a la gente con la que interactúa.
Uno que se apoya en la desesperación para reinventar una industria entera.
Una que crea un nuevo statu quo.
Uno que construye puentes para conectar a los desconectados.
Una que no se mueve por el dinero, la paga mensual o la cantidad de marcas que puedan haber en su armario.
Uno que antepone los valores a los intereses.
Una mujer cuya integridad inspira a multitudes.
Un hombre con la suficiente autodisciplina como para lograr la libertad de la que centenares de filósofos han disertado.
Una que ve lo que otros no ven.
Uno que coloca la empatía antes que la venta.
Una que sabe que si tienes que arrastrarse hasta la línea de meta, lo va a hacer, no importa el precio a pagar.
Uno que entiende que no está aquí para enseñar o educar, está aquí para que los demás se enseñen a sí mismos.
Una que vive una vida digna de ser emulada.
Uno que revienta los patrones que no funcionan.
Una que decide ser excepcional.
Uno hace del inconformismo su manera de ganar.
Un día, un hombre o una mujer aparece y lo interrumpe todo.
Mi instinto me dice que tú podrías ser ese hombre o esa mujer.
Yo decidí serlo. Cueste lo que cueste, hasta el fin de mis días. No esperé, no quise, no lo desee, he luchado por ello. Cada día.
¿Y tú, por qué no te sumas a ese grupo de personas que lo cambian todo?
Solo tienes que quererlo, visualizarlo y hacerlo. No pensarlo.
Hazlo, te mereces estar ahí, tu familia lo mereces, tu descendencia también, es tu lugar. Ahí, entre las personas que lo cambian todo.
Atribución imagen: Kaiju Dan.