Cada vez que una persona se enfrenta a su propia frustración y continua sin bajar los brazos, sobresale.
En el momento que una persona empieza a hacer cualquier cosa que no sabe hacer, sobresale.
Si un profesional dejar marchar el control sobre todas las áreas que no domina de un proyecto o negocio, sobresale.
Cada vez que alguien acepta que la incertidumbre es el estándar y por lo tanto el camino, sobresale.
Justo el instante que una persona plasma y reconoce su mayor miedo, sobresale.
Cuando una persona consigue ver con claridad a través de la desesperación, sobresale.
Hasta que una persona no se desnuda, no entiende qué es lo que debe dejar marchar y qué cambiar. Rechazamos lo nuevo, lo extraño, lo que no hemos probado o lo que sentimos demasiado para nosotros. Ignoramos que todo eso es una oportunidad para empujarnos al lugar que nos ayudarça a descubrir esa habilidad desconocida, ese talento oculto o la especialidad en bruto.
Quien cae sobresale
Después de 6 ediciones de Stand OUT Program este año, he visto a muchas personas sobresalir. Mujeres, hombres, estudiantes, gerentes, desempleados, jóvenes, bastante mayores. Ingenieros, publicistas, educadores, abogados, médicos, etc. No importa quién ni de dónde, importa cómo y por qué. Durante los cuatro días de programa, en la madrugada recibo emails de algunos participantes pidiendo abandonar. Otros diciendo que no ven sentido a tanto agotamiento, tanta dureza, tanta exigencia, tanta presión. Hay personas que bajan los brazos, otras se duermen, otras colapsan, hay aquellos que no pueden ni con su alma. La mayoría se ven sobrepasados y desbordados. Piensan que no están a la altura y se dan cuenta de que su especialidad o dominio no es tan grande como pensaban. Cuando eso ocurre, es entonces cuando empieza el impacto, cuando sus escudos se rompen es cuando las personas empiezan a sobresalir.
No dejo de sorprenderme con la capacidad que tiene la incomodidad de hacernos ser mejores de lo que somos.
Atribución imagen: Stand OUT Program Colombia.