Aquellas técnicas de ventas masivas e intrusivas que antes servían para lograr nuestros propósitos comerciales, ahora ya no funcionan, están desfasadas y en la mayoría de casos son una ofensa para el público. Los arduos formularios de inscripción a una comunidad, causa o asociación, ya no tienen utilidad, nadie pierde el tiempo completándolos. Las newsletters para promocionar tu producto, ya no tienen credibilidad, nadie las lee y además eres considerado spam. Completar la misma de tareas un día tras otro ya no funciona, el mercado no es estático, los clientes evolucionan cada día y sus requerimientos se vuelven más exigentes. Abrir una página en Facebook y aglutinar fans, subir fotos para que sean comentadas y gustadas, ya no funciona, aquí me pregunto si funcionó alguna vez.
Lo que no funciona… Más concretamente
Hablando de esa técnica de enviar curriculums (para probar suerte) y manifestar tu intención de trabajar y formar parte de alguna gran organización o agencia, ya no es efectiva, pero aquí vienen las “noticias oh no», enviarlo a tres direcciones de email de la misma organización, vaya, eso no es una candidatura, eso es spam. Y así difícilmente obtendrás la atención que tu perfil necesita para sobresalir de entre toda la pila de CVs.
Hacer lo que has hecho hasta ahora, además de pretender alcanzar a todo el mundo, equivale a no atención, a no conexión, a no ser sobresaliente, a no alcanzar a nadie, equivale a cero. En lugar de un impacto positivo, sólo conseguirás ser ignorado. Elige bien que movimiento vas a hacer, tienes la oportunidad, canales, herramientas y talento, para interrumpir lo usual, actúa de acorde. Lo demás, no funciona.
Lo que en su día fijó los estándares de la sociedad, ya no funciona. Aquí viene la parte interesante ¿Qué vas a hacer para que vuelva a funcionar?
Photo credit: Ciro Duran.
3 comentarios
Cambiar el reloj por una brújula…
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